Entre la ruinosa crisis, los números del paro, las oscuras perspectivas de futuro, los recortes a los funcionarios -entre ellos mi santa-, el Málaga y su penosa situación y la mala follá que se está gastando entre la gente, no queda otra que acudir a aquello que cada cual tenga como tabla de salvación.
Basta un rato jugando con mis niños, media hora leyendo un buen libro o escuchando la música apropiada para que, al menos durante ese rato, uno tenga la impresión de estar completamente aislado de todo este desastre.
Me encanta este cartel relativo a la crisis que desgraciadamente nos está afectando.
Pocas cosas hay en la vida más terapéuticas que el humor.
Basta un rato jugando con mis niños, media hora leyendo un buen libro o escuchando la música apropiada para que, al menos durante ese rato, uno tenga la impresión de estar completamente aislado de todo este desastre.
Me encanta este cartel relativo a la crisis que desgraciadamente nos está afectando.
Pocas cosas hay en la vida más terapéuticas que el humor.
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