martes, 29 de enero de 2019

Exposición en el CAC

De vez en cuando llega un domingo y lo tenemos libre de actividades. Ningún plan pendiente de realizar. Esos domingos suelen ser los mejores. Era un domingo de finales de enero y no teníamos nada por delante.

Despertamos pronto, porque estamos acostumbrado a ello, salí a comprar pan, desayunamos y decidimos ir a andar. El cielo estaba despejado, una brisa liviana acariciaba las hojas de los árboles. Nos montamos en el coche y fuimos a Málaga. Aparqué en un extremo del paseo marítimo, cerca del palacio de los deportes Martín Carpena y comenzamos a andar. Fue algo inesperado, casi sin pensar. Anduvimos hasta llegar al Centro de Arte Contemporáneo (CAC) y entramos a ver una exposición que nos agradó a todos.

La exposición era de Dionisio González, un artista totalmente desconocido para mí. Fotografías, fotoesculturas, maquetas, un cruce entre arquitectura, diseño y fotografía aderezado con muchísima imaginación. Un viaje por paisajes urbanos de distintos lugares del planeta. Mucha tecnología aplicada a la imagen como soporte. Entretenida, divertida, curiosa... Nos gustó.

Me gustaría también señalar que una obra de Jorge Hernández me maravilló. Os pongo la foto del cuadro. Ese coche, ese entorno, esa mujer, esa paleta de colores... maravilloso!

Tras la terminar de disfrutar de la exposición, de vuelta por el paseo marítimo, paramos a tomar algo para comer y, seguidamente, en un agradable paseo en coche regresamos a casa con la sensación de haber aprovechado el domingo.






viernes, 25 de enero de 2019

Juntos

Uno de los acertados regalos que me trajeron los Reyes Magos en casa fueron unas entradas para ver una obra de teatro. La obra se titulaba Juntos, y entre los actores principales estaba Kity Mánver, querídisima y estupenda actriz malagueña, Melani Olivares, que todos recordamos por su papel televisivo en Siete Vidas y Gorka Otxoa, que a nosotros nos hizo reír mucho en la película Pagafantas y recientemente en Fe de etarras.

La obra se representaba en el Teatro Cervantes de Málaga. Es una obra, a mi parecer, muy complicada de representar, porque el tema principal es muy delicado, un drama con letras mayúscula, pero al mismo tiempo el guión te arrancaba carcajadas.  Una obra al mismo tiempo tierna que mordaz,  muy irónica y con mucho humor. Diferente. 

Siempre es un placer ir al teatro. Animo a todos a hacerle un hueco en sus vidas al teatro.

sábado, 5 de enero de 2019

Rock Cirk

Programaron en el Teatro Cervantes una actuación de teatro musical alrededor del mundo del circo. Y lo hicieron -¿cómo no?- pensando en los más pequeños. En cuanto supe que el tema principal del circo transcurría alrededor del rock, y que además era en el Teatro Cervantes, y que la compañía que lo organizaba era Rolabola, que fue Premio Nacional de Circo en 2017, no tuvimos dudas. Además el precio era reducido.

Tanto Miguel como Sofía habían estado antes en el Teatro Cervantes, pero ya apenas se acordaban, así que como era un viernes por la tarde  y todos ellos estaban de vacaciones y yo la tarde del viernes la tenía libre, pues allá que nos fuimos.

Además ya puestos quisimos matar más de un pájaro. Antes del comienzo de la obra nos acercamos a la Catedral de Málaga para admirar el Belén Municipal. ¡Qué maravilla! ¡No faltaba detalle! Sin duda el mejor Belén Navideño que he visto. Nos entretuvimos tanto que no nos quedó tiempo de tomar un café antes de acudir al teatro.

A mí la obra me encantó, se me hizo algo corta la hora de duración, pero me lo pasé pipa, creo que incluso mejor que mis hijos.

Después salimos a tiempo para ver el encendido navideño, o mejor dicho el espectáculo de la iluminación navideña.  Incluso Miguelito entregó su carta a los Reyes Magos, que estaban casualmente en la Plaza de la Marina. La calle de Marqués de Larios estaba abarrotada, no cabía ni un alfiler más. Es algo exagerado.

Empezábamos a estar cansados y tuvimos que refugiarnos en la Taberna Casa Lola. Picamos algo rápido y pusimos fin a un día completísimo.

jueves, 3 de enero de 2019

Fin de año en Zahara de la Sierra

Van pasando lo días y con la misma precisión de todos los años se alcanza el final del ciclo, que es tanto una nueva bienvenida del porvenir del año entrante como la despedida de un año acabado. Los días avanzan inexorablemente por la línea del tiempo. Constantes e invariables. Pocas cosas hay más fiables. Nuevos propósitos, deseos de futuro, alguna que otra intención de mejora. Todos los años igual.

Para celebrar el cambio de año nos fuimos hasta Zahara de la Sierra, en pleno centro del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, población incluida en la ruta de los pueblos blancos. Es pequeña, muy acogedora y de fabulosas vistas panorámicas sobre el embalse. Nos hospedamos en el Hotel Arco de la Villa, situado en lo más alto de Zahara de la Sierra. El tiempo nos acompañó e incluso a nuestra llegada pudimos sentarnos en una terraza a almorzar. ¡Qué bien se come en los pueblos!

Fuimos con nuestros amigos Sagrario Miguel y sus hijos Daniel, Jaime y Gabriel, que cada día está más grande y con Juani y Nicolás. Dimos paseos, disfrutamos de charlas con café y con cervezas. Comimos magníficamente en todos los sitios. Recuerdo especialmente un almuerzo en el bar Josefi, para chuparse los dedos. La cena de fin de año la tomamos en el mismo hotel. Todo fue estupendo.

Casi de sorpresa me encontré con mi hermana, con Paco y con mi ahijada Natalia. ¡Qué pequeño es el mundo! Ellos también habían ido hasta allí a pasar el fin de año. Pudimos tomarnos una cerveza charlando con ellos. La vida no acaba nunca de sorprenderme.

A la vuelta paramos en Carratraca, y allí almorzamos y paseamos, y nos acercamos al estupendo mirador que hay justo frente a la casa de Trinidad Grund. ¡Qué vistas! Piensas: la felicidad es esto. Disfrutar del tiempo con personas que quieres, charlando, comiendo, paseando, en definitiva, realizando actividades a gusto.  No es necesario mucho más.