lunes, 24 de abril de 2017

La Noche de los Libros

Pueden pasar años o meses desde una conferencia a otra que me interese, alrededor de mi localidad, y de repente, en el plazo inferior de un mes se juntaron varias conferencias a las que me hubiera encantado asistir. Pero no pudo ser, no siempre es fácil encontrar el hueco. La vida familiar y laboral no me dejan todo el espacio que a veces uno necesitaría.

Al menos sí tuve la suerte de poder asistir a La Noche de los Libros que se realizó en Málaga capital, en el remozado edificio de La Térmica. Vinieron varios ponentes interesantes, entre ellos una conferencia alrededor del nuevo libro de James Rhodes, del que ya hablé aquí. Pero no pude quedarme. En cambio, sí estuve presente en la que ofreció Fernando Aramburu, el autor de la novela Patria, que tantos premios está acumulando últimamente. Novela que por cierto ya me regalaron los Reyes Magos estas pasadas Navidades. La llevé por si me la firmaba, pero no hubo firma de libros. ¿Qué le vamos a hacer?

Ya leí un par de libros de cuentos de Fernando Aramburu, que están entre los que más veces recomiendo, especialmente Los peces de la amargura. Ahora quería dar el salto a una novela suya. Patria tiene muy buena presencia, aunque es bastante larga y yo soy más aficionado a novelas cortas.

La charla, conferencia o entrevista fue llevada a cabo por Juan Cruz, aunque en realidad éste sólo presentó al autor e hizo unas pocas preguntas acerca de temas de la novela. A mí me resultó muy interesante, a ratos muy profunda y seria, a ratos hasta humorística. A mi mujer, que había venido a acompañarme, le gustó, e incluso dijo que le entraron ganas de leer la novela.


sábado, 8 de abril de 2017

Vila-Matas en Málaga

Casi de casualidad, como ocurren muchas de las cosas que nos pasan, me enteré de que Enrique Vila-Matas venía a Málaga a presentar su última novedad editorial, Mac y su contratiempo. Un par de mensajes de consulta, cuadrar dos o tres cosillas, y allí nos plantamos mi amigo Miguel y yo. Un martes a las 20:30 en el Salón del Centro Cultural Provincial.

Un diálogo entre el escritor catalán y José Antonio Garriga-Vela. Una conversación de amigos delante de un público agradecido. Algunas notas sobre la novela, curiosidades y anécdotas alrededor de la novela y sobre su vida y obra en general. Parafrasearon a otros autores y contanron particularidades personales, filias y fobias. Metaliteratura.

Al finalizar la tertulia, se abrió un turno de ruegos y preguntas que estuvo muy interesante y el autor firmó libros a los que quisieran.

La realidad es que aún no había leído la novela -aún no lo he hecho- pero me entraron unas ganas enormes de hacerlo. De hecho anda en la mesa de noche esperando su momento, con la dedicatoria de Vila-Matas en su interior.

Pd: me llevé firmadas dos novelas.

sábado, 1 de abril de 2017

Jia Aili en el CAC

Inesperadamente tuve que ir a Málaga, a los alrededores del Centro de Arte Contemporáneo (CAC), y ya que me encontraba allí, tan cerca, solo, e incluso con tiempo suficiente para visitar la exposición no quise dejar pasar la oportunidad. No tenía ni idea ni de qué, ni de quien era la exposición. Consulté el folleto informativo que ofrecían en la puerta y supe que la exposición era sobre un artista chino, al cual también desconocía, Jia Aili. Con ese nombre no me quedó claro si era hombre o mujer. No importaba, pero resultó ser un hombre. 

Obras inmensas, como paisajes completos, se alternaban con obras que parecían bocetos. A primera vista parecían ser abstractos, pero no, tienen un objeto aquí, un motor allí y un edificio por el fondo, por allá una persona, como perdida, agotada, o quizás comprendiendo o intentando asimilar, analizar, el caos que le rodea ¿Ha ocurrido un accidente aéreo? ¿Una bomba nuclear? La obra parece representar una paisaje de sensaciones apocalípticas, pero no estamos seguros. El cielo contaminado de grisura, la tierra estéril, un terreno agotado, completamente rodeado de restos exánimes. Desolación y despojos.

Algo ha sucedido pero no sabemos el qué, porque no hay una explicación conocida, la idea que nos rodea está fuera de nuestro conocimiento. Podemos suponer, imaginar pero no estamos seguros. Hay objetos que no reconocemos, como artilugios quebrados del futuro, descompuestos por un estrepitoso y fatal accidente o explosión. En otros cuadros parecen restos de un naufragio o momentos después de un terremoto. La sensación es de pérdida y confusión. Parece que hay un símbolo del comunismo  derruido en la catástrofe, pero sólo son conjeturas, todo es muy incierto y confuso. Una vez vista más de la mitad de la sala podríamos estar mareados. Quizás sea un exposición para ver en varias veces, poco a poco, pero no me sobra el tiempo. Continúo. He venido solo y no tengo a nadie con la que comentar mis ideas. Mi sensación de soledad se acrecienta.


Los trazos son a veces difusos, veloces, indefinidos, predominan los azules grisáceos. Hay como una irrealidad cierta, como un vaivén por debajo y por encima de la realidad, no es surrealismo, no es arte abstracto y hay detalles de estilo tradicional figurativo. No sé cómo lo definen pero no importa. Es otra cosa. Es la pesadilla postfuturista de Dalí, pero un Dalí sin grandilocuencias ni alegrías, sino uno oscuro, rabioso y sumido en pesadumbre y padecimiento. 

A lo largo de la exposición encontramos figuras, como presentadas en un sueño, quizás la esencia visual de una idea. A veces el artista nos define el rostro, otras no, pero los gestos son inequívocos. ¿Qué? ¿para qué? ¿con qué sentido? ¿era necesario? ¿tiene explicación? ¿la necesitamos? Se puede hacer balance de lo ganado y perdido en el siempre incierto futuro que nos espera.

No sé si esas son las preguntas pero sí puede que las obras de Jia Aili sean las respuestas.


Pd: Ampliar las fotografías debería ser obligatorio en esta entrada.