martes, 30 de septiembre de 2014

Una Franziskaner Weissbier

Durante este mes de septiembre que está a punto de acabar, en el que estoy siguiendo un no demasiado estricto régimen, lo que más echo de menos son las cervezas, aunque bien es cierto que alguna me he tomado, pues a lo largo del mes he asistido a una boda y a alguna que otra celebración, como el cumpleaños de mi padre y el de mi santa, en los que no he tenido ningún miramiento a la hora de pimplar cervezas. De hecho el servicio mínimo que he soplado en cualquiera de estas celebraciones ha sido al rededor del litro. Ya sean dos tanques de medio litro, tres botellines de tercio o cuatro cañas de cerveza. Además, en dichas celebraciones, también he disfrutado de las comidas sin ningún reparo. Y es que me he comprometido a seguir y observar el régimen de una manera rígida dentro de casa, pero eso sí, una vez que salgo de casa, el régimen se queda allí. Por eso tampoco me privé de mi bocata de tortillas de patatas con cebolla el pasado miércoles en el partido de la Rosaleda. Perdonen si no soy un ejemplo apropiado en lo que a dietas se trata, pero es que pretendo perder peso, no batir ningún récord. Por ahora he perdido seis kilos, así que no me va tan mal (vale, ya sé que los primeros son los más sencillos).

Pero les contaba que durante el periodo de régimen lo que más echaba de menos eran las cervezas, pues para evitar tentaciones, antes de comenzar el régimen, como medida preventiva, me tragué la mayoría de las cervezas que tenía en el frigo, y tan sólo dejé alguna de cortesía por si venía algún invitado, y también, todo hay que confesarlo, por si por cualquier causa justificada cedía a la tentación de un buen trago.

Una de las cervezas que más visitan mis deseos es un Franziskaner Weissbier, que es una cerveza de la que soy entusiasta seguidor. Hay probablemente cervezas mejores, y con más cuerpo y también con mejor sabor, pero, en conjunto, esta cerveza alemana es un caramelo para los cerveceros. Tienen un color y opacidad que me arrastran, una espuma persistente y abundante, con un aroma a tostado y frutal que me tiene ganado. Además el precio está bastante ajustado y para nada disparatado y se sirve en mi medida estándar preferida, 50 cl. El tanto por cierto de alcohol es, a mi juicio,  bastante esquilibrado,  5 %, y cuando la abro es como si acabara de recibir parte de la esencia de la  felicidad y, consecuentemente, una sonrisa se estira ampliamente en mi cara.

Creo que ya tengo decidido con qué cerveza voy a celebrar lo próximo que tenga que celebrar. Apuesten por ello.

Pd: Ya había presentado la Franziskaner en este blog, pero lo hice en la versión negra, que aunque también me gusta, normalmente prefiero la rubia.

domingo, 28 de septiembre de 2014

En jardines ajenos - Peter Stamm

En jardines ajenos es el segundo libro que he leído de Peter Stamm, y también, según me informo, es su segundo libro de relatos. El primer libro de relatos es Lluvia de hielo, que me agradó bastante cuando lo leí hace ahora poco más de un año, y desde que lo acabé de leer quedé con ganas de que tuviera más páginas. Ésta segunda entrega ha sido la oportunidad de seguir leyendo sus relatos.

Los relatos de Peter Stamm son, en ocasiones, historias mínimas, sin un principio ni final en la mayoría de los casos, que transcurren en los instantes de la vida de las personas, que, casi sin advertirlos, desechamos o abrazamos aquello que estábamos esperando sin saberlo. Una idea clara y definitiva, un cambio de rumbo, el azar, la capacidad de enfrentarnos a nosotros mismos, comprender que lo que uno más desea no es algo que esté en nosotros y que, al mismo tiempo, ese algo que no está en nosotros nos cambia y afecta más que cualquier otra cosa que conozcamos o sepamos.

En definitiva los relatos de Peter Stamm son estampas de momentos de vida inesperados y no por ellos menos decisivos, en los que, de alguna forma, se condensan o se escapan parte de lo que somos y anhelamos ser. Son visiones de circunstancias que resumen mucho más de lo que abarcan porque engloban, si no completamente, la esencia de lo que somos o anhelamos ser.

Éste segundo libro del escritor suizo que he leído también me lo ofreció, como el anterior, mi amigo Miguel. Desde aquí le doy las gracias.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Pongan un gran árbol en su vida

Como todo hijo de barrio tengo vecinos, y entre ellos los tengo adosados, por encima y por abajo. Los hay que están por detrás y también justo por delante, al otro lado de la calle, pero a esos no los tengo muy en cuenta. Y no los tengo muy en cuenta porque aunque si salgo al balcón y los veo, casi que tengo que esforzarme para verlos, porque desde casa, ya sea sentado en el sofá, tumbado en la cama o delante de la pantalla, lo único que contemplo es un maravilloso árbol, imponente, grandioso, honorable. No sé que tipo de árbol es porque soy bastante ignorante en lo que a árboles se refiere. Cada vez que miro a la calle está ahí, y no puedo evitar detener la mirada ante su majestuosidad. Ahora lo apropiado sería colgarles una foto del árbol pero está oscureciendo y con la cámara que tengo, la foto no le haría justicia -quizás algún día les ponga la foto-.

Ese árbol, junto con mi santa, que fue la que le echó primero el ojo al piso, tienen la culpa de que estemos pagando una hipoteca asfixiante. El piso no es ni grande ni pequeño. Es justo, o más bien ajustado. No tiene largos pasillos porque no le cabe, no tiene amplios armarios porque se debieron caer en el portal. El balcón tampoco es muy estirado, más bien coqueto tirando a simple, y si bien sí cabe una mesita, no tendría mucho sentido porque no cabría una silla. Los baños son parcos y los dormitorios prietos. La cocina es punto y aparte, no diré que es reducida porque cabe ceñidamente todo lo que necesitamos, teniendo en cuenta que nuestras necesidades están normalmente a dieta. El salón es algo desahogado, pero lo tenemos tan denso que es difícil dar tres pasos sin tener que esquivar algún mueble. El piso en sí, bueno, digamos que tiene la altura suficiente.

Aun así, esta casa comprimida y densa, es mi hogar. Nuestro hogar. Y como decía pitufina: lo mejor de vivir en una seta es que siempre estaremos el uno cerca del otro. Y es que hay que ser positivos en cualquier circunstancia, o al menos, siempre que no esté la Guardia Civil cerca.

Pero les contaba -que se me va la olla-, que frente a las ventanas de casa tengo un árbol. Un gran árbol. Un árbol frondoso y altanero, aunque algo regordete, la verdad, pero no parece importarle y eso es porque lo tiene más fácil que yo, cada cierto tiempo llegan los jardineros del Ayuntamiento y le hacen un lifting y lo preparan para el veranito y lo dejan ligero y atlético.

Me gusta contemplarlo, me insufla tranquilidad, me sosiega. Desde la primera vez que lo vi, años hace, me enamoré de él. No diré que es lo mejor de casa porque tengo señora y chiquillos, pero sí les diré que desde mi balcón no se ve el mar, ni la montaña, ni la plaza principal ni secundaria de ninguna avenida, no, se ve el árbol presidiendo mis pupilas, y cada noche, mentalmente, cuando cierro las ventanas y le deseo buenas noches, él mueve sus ramas y me devuelve la despedida. Aún así, lo mejor son las mañanas, cuando a primera hora del día levanto la persiana y abro el balcón, ahí está, abrazando la tenue luz dorada matutina, dejando que los primeros rayos del día contorneen su figura, ofreciéndome él a mí lo buenos días, como un saludo recíproco de bienvenida al nuevo inicio. Diariamente me llena los pulmones de aire limpio y oxigenado, contagia mis sentidos con su esencia y vitalidad y, de alguna manera, me regala ese empujón positivo necesario para mirar la vida con una sonrisa en el alma. Sí, estoy muy orgulloso del árbol que adorna mis días.


jueves, 25 de septiembre de 2014

Málaga CF 2014/15

Otra temporada más por estas fechas post-vacacionales, y un año más, aún me quedan ganas de comentarles el mercadeo veraniego que el Málaga CF ha realizado, según parece, con la intención de hacerme disfrutar cada fin de semana.

El primer titular a destacar no puede ser otro que el cambio de entrenador. Schuster se ha ido, o mejor dicho, lo han largado y ha llegado Javi Gracia, ex de Osasuna. A mí, en principio, no me desagradaba Schuster, la verdad, pero supongo que cobraría más que el entrenador entrante, pero sobre todo creo que la principal razón de su rescisión ha sido que Schuster discrepaba con la dirección, y más de una vez se quejó ante los micrófonos de la plantilla que tenía, e incluso -siempre hablando desde mi punto de vista- tiró piedras sobre su propio tejado. Por si fuese poco se cargó a más de un jugador (léase por ejemplo Al Hamdaui y Portillo). En cualquier caso, desde este tardío blog, le doy las gracias por sus servicios, que peor que mejor, ha mantenido al Málaga en primera. A mi entender, objetivo cumplido.

Se ha ido Schuster, digo, y ha llegado Javi Gracia. El nuevo Míster me gusta, me parece un hombre serio, prudente, trabajador y que sabe lo que se hace, especialmente con lo que tiene entre manos. Sólo hace falta que le den buenos condimentos, haya tiempo y paciencia para que prepare un guiso adecuado. Ya veremos.

De entre todas las salidas, probablemente la salida más dolorosa ha sido la de Willy Caballero, 32 años, estandarte y porterazo que ha logrado dar el cerrojazo a la portería del Málaga en las últimas tres temporadas y media, y que será recordado siempre como el portero que disputó los partidos del Málaga en Champions además de ostentar el actual record de imbatibilidad del Málaga en primera división. Se fue al Manchester City, a las órdenes del entrenador que ha logrado hacer campeón de la Premier League al equipo Citizen y además de ser su máximo valedor, el entrenador, que en este blog será siempre aclamado y respetado, Don Manuel Pellegrini.

Desgraciadamente hay más bajas. Se ha ido Jesús Gámez, que por ahora es un suplente de lujo en el Atlético de Madrid, también se ha ido Eliseu, que según dicen estaba algo gordito, y aunque puede ser cierto, ahora está jugando de titular en el Benfica. El resto de bajas, en mi opinión, han sido menos dolorosas. Algunos de los jugadores estaban cedidos y, por una causa u otra, no terminaron de tirar la puerta. El Hamdaoui que tuvo un arranque espectacular pero que se quedó en polvo de estrellas y nada más. Iakovenko, que no dejó gran cosa salvo voluntad y lucha, pero fue incapaz de centrar un balón a su sitio, aunque a ganas no se le puede poner un pero. Este verano ha regresado a La Rosaleda en el trofeo Costa del Sol con su equipo, la Fiorentina, donde fue tremendamente aplaudido Joaquín, más conocido en la grada como Er pisha. También se ha ido Pawlowski, que regresa al concluir su cesión. A mí me hubiera gustado verlo algo más, pero lo que le vi, pues eso, ni fu ni fa, algo bien, algo regular, seguramente habría que haber tenido más paciencia con él. Le deseamos suerte desde este blog malaguista.

Primero hay que dejar salir para luego dejar entrar, y los que entraron fueron:

Guillermo Ochoa, 29 años, portero titular de la selección mexicana, con pasaporte extracomunitario (dato importante y crucial para poder fichar por el Málaga), que ha llegado gratis después de realizar un grandísimo Mundial de Brasil. Llega desde el Ajaccio de la liga francesa donde ha sido titular indiscutible durante las últimas tres temporadas. Llegaba en principio para ser el portero titular, pero por ahora, en las tres primeras jornadas, el portero titular está siendo Kameni, que además no lo está haciendo mal. Espero que entre los dos no echemos de menos a Willy.

Otro jugador que ha llegado tras participar en el Mundial de Brasil ha sido Boka, jovenzuelo de 31 años, lateral izquierdo, zurdo, de corta estatura (1.66 m), también con pasaporte extracomunitario pues es oriundo de Costa de Marfil, con la que ha participado en tres mundiales. Además ha participado activamente las últimas ocho temporadas en el Stuttgart alemán, con el que, por cierto, ganó una Bundesliga en la temporada 06/07. La temporada pasada disputó 25 partidos. Se fichó, creo, pensando en la salida de Antunes, que como se ha quedado, en principio debe ser el titular. También se ha ido Eliseu, que en ocasiones ocupaba esa demarcación.

Roberto Rosales, lateral derecho, internacional con Venezuela en 21 ocasiones, 25 años -edad propicia-, con bastante experiencia en Europa, pues ha sido titular en las 4 últimas temporadas en el Twente holandés, y la anterior en el Gante belga. Tiene la difícil  papeleta de sustituir a Jesús Gámez, pero por ahora, en estos cinco partidos iniciales de Liga, la verdad, está cumpliendo.

Miguel Torres, ex del Real Madrid y del Getafe, lateral derecho de 28 años, firma por un año y dos opcionales. Llega gratis y asegura estar en buena forma para disputar la posición que ha dejado Jesús Gámez, que, por ahora, está ocupando Rosales. Él y Rosales se tienen que disputar el lateral derecho, que el año pasado era patria de Jesús Gámez y en ocasiones de Sergio Sanchez o Angeleri.

Luis Alberto, exquisito centrocampista, con una extraordianria capacidad técnica, algo lento, pero lo suple más que suficientemente con calidad y clase. Llega cedido desde el Liverpool con el que apenas jugó la temporada pasada, sin embargo llega con el recuerdo de la magnífica campaña que realizó la temporada anterior con el Barcelona B, donde fue titular indiscutible y marcó 11 goles. Por ahora me está encantando. Estoy seguro que este jugador me va a levantar del asiento de la Rosaleda en más de una ocasión.

Otro jugador que también me puede hacer saltar es Ricardo Horta, extremo portugués procedente del Vitoria de Setúbal, de 20 años. La temporada pasado fue jugador revelación del equipo portugués. Es endiabladamente vertical, con bastante olfato de gol, rápido, escurridizo y no falto de calidad técnica. Llega en propiedad y espero poder disfrutarlo durante mucho tiempo.

El fichaje estrella, o jugador mediático, como quieran, es Nordin Amrabat, que llega cedido otro año más pero ahora, según parece, trae cláusula de propiedad al final de la temporada. Amrabat no es un gran goleador, pero en cambio es un jugador vertical, con una gran capacidad para aguantar el balón y para desequilibrar con su rapidez y fuerza. Con el balón controlado es muy difícil de marcar y seguro que nos va a dar un gran empuje arriba.

Además de estos jugadores, este año hay que apuntar la subida desde la cantera de Samu Castillejo, Juanpi e Ivan Rodríguez, cada uno en una área del campo distinta, delantero, centrocampista y defensa respectivamente. Samu y Juanpi, además, están contando con minutos. Samu recientemente ha pactado su renovación con el Málaga.

Han vuelto de su  cesión Recio, que ha adquirido experiencia en su cesión en Granada y que en determinados instantes de algunos partidos nos puede resultar de mucha utilidad. También nos hemos hecho en propiedad con Rescaldani, que la temporada pasada estaba cedido, y que si bien aún está inédito, seguro que también tendrá su oportunidad a lo largo de la temporada.

Si a todo esto le sumamos la aportación de Duda, Camacho, Darder, Weligton, Sergio Sánchez, Antunez, Pablo Pérez, Juanmi, Samu, Tissone o Santa Cruz, creo que el Málaga tiene una estupenda plantilla para no tener que pasar excesivos problemas a la hora de mantenerse y, tal vez, ¿por qué no? poder soñar con algo más positivo. Esperemos que así sea. ¡Mucho Málaga!

domingo, 21 de septiembre de 2014

Almendros en flor - Darío de Regoyos

Acudí al Museo Carmen Thyssen en Málaga para disfrutar de la exposición temporal dedicada a Darío de Regoyos. La aventura impresionista. En general la exposición me agradó. Era coqueta, como viene siendo habitual en las exposiciones temporales del Thyssen, lo suficiente y más para conocer y tener una idea somera de la obra de Darío de Regoyos.

El impresionismo es probablemente la corriente artística que más me llena, aunque a mi gusto también tiene sus pasajes nublados, entre ellos, el puntillismo. No sé por qué pero no me suelen gustar demasiado las obras puntillistas, especialmente aquellas en las que el punteado es demasiado exagerado y recargado. Hay, sin embargo, cuadros puntillistas que me gustan, no crean, pero en general lo veo un recurso poco natural e inapropiado casi para cualquier pintura. 

En la exposición sobre Regoyos se exhibían algunos de sus cuadros puntillistas, y la verdad, caminé a paso más ligero delante de ellos. Además la temática y la elección de los paisajes no siempre me parecieron los más acertados. Evidentemente este hombre sabría mejor que yo cómo realizar sus cuadros, y ahí yo no le puedo poner un pero, sin embargo, yo también tengo claro lo que más me gusta y ahí, que me perdone el señor Regoyos, le puedo poner bastantes quejas.

Sus cuadros, en general, ganaban con la distancia, lo que cuando hablamos de impresionismo es algo, incluso, conveniente. Pero el problema radica en que en las distancias cortas, a mi juicio, perdía demasiado. A algunos de sus cuadros, de hecho, y siempre según mi criterio, parecían fallarles la técnica y el dominio del pincel, especialmente en lo referente a las caras. Aún así algunos de sus cuadros completaron de sobra lo que yo puedo entender como una buena obra de arte. Uno de mis favoritos es Almendros en flor.


Almendros en flor es un cuadro absolutamente evocador, donde Regoyos representa a una mujer, a una hora imprecisa y soleada, que decide pasear y entregarse a la contemplación del estadio privilegiado de los almendros en flor. En realidad, a  mi entender, el autor evoca un momento íntimo en la percepción de una mujer entregándose ante la absoluta belleza de la naturaleza, y esta entrega la realiza en soledad, cuando el abandono personal puede ser más profundo y sincero. Además, la mujer acude bajo el acomodo de un parasol, posiblemente inducida por la intención de los tiempos de mantener su piel limpia y pura, alejada de los rayos del sol, aunque yo prefiero pensar que ella busca en el parasol el abrigo de una mayor intimidad, dando sombra a todos aquellos pensamientos que la afligen e incomodan. La solitaria sombrilla, de un rojo apasionado, resalta, en el mismo centro del cuadro, la posición débil y abandonada de una mujer desamparada entre el espectáculo de la naturaleza. La solitaria figura localiza así, en el horizonte del cuadro, en el tercio superior, entre la orilla de un mar y a las espaldas de un río de aguas inquietas, una población donde quizá, quién sabe, se halle el origen y núcleo de sus preocupaciones.

La tormenta de sus pensamientos se encuentra así frente un cielo indómito y alborotado, como en una lucha interior que empatiza con el sentido natural y oculto que yo le atribuyo al cuadro. Al menos así es como yo me imagino la obra y así es como yo me explico lo que narra la obra más allá de lo que se precisa en pinceladas. No sé cómo lo ven. Así es como yo lo leo, y así se lo cuento. Si tienen otra opinión me encantará conocerla.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Casper - Russian red

El primer disco de Russian Red me agradó, lo escuché unas cuantas veces y por ahí anda. El segundo estuvo bien, pero cuando publicó el tercero, en un par de escuchas, ya me tenía agarrado el coco. Lo he estado machacando durante semanas, y desde entonces hay una canción que más veces que muchas atraviesa mis oídos. Casper.

Recientemente he visto el vídeo y no es la historia como me la había imaginado, es mucho mejor. No sé si conocen el vídeo, o la canción o incluso a la cantante. A mí, ya les digo, me tiene agarrado. La voz es dulce, melancólica, aterciopelada, con mucho sentimiento y la música es nerviosa, grave, con peso y cadentemente sostenida, pero al mismo tiempo soñadora, suave y embaucadora. El vídeo -cuando lo vean me entenderán- es triste, apasionado, sorprendente, cómico e incluso trágico. Con una ejecución sobresaliente. Una canción para guardar en el disco duro de mis neuronas. No se lo pierdan.



viernes, 19 de septiembre de 2014

Relato de un náufrago - Gabriel García Márquez

Había quedado en dejarle unos cuantos libros a un amigo y vecino, y le propuse que lo mejor sería que viniese a casa y así podría elegir él, y al mismo tiempo yo también podría aconsejarle sobre los libros que he leído. Fuimos entresacando libros de aquí, desordenando de allá hasta que seleccionó varios, entre ellos Memoria de mis putas tristes. Cuando lo tuve entre mis manos y se lo enseñé le pregunté si lo había leído y me dijo que no, que ese no, entonces le pregunté que cuáles había leído del escritor colombiano y entre los que había leído me nombró Relato de un náufrago. Ese no lo he leído yo -le apunté-, pues está muy bien -añadió-. Así que la siguiente vez que nos vimos me lo prestó.

Lo he mantenido apartado en la nueva estantería un par de semanas, porque tenía un par de ellos empezados, pero en cuanto he comenzado a leerlo no he podido parar. El relato está basado en un hecho real, lo cual, aumenta aún más la tensión y el dramatismo.

Es un relato extenso o una novela corta, lo mismo da, y se puede leer en una tarde, aunque yo lo he tenido que hacer en algunas más. Es muy entretenido y mantiene la tensión durante toda la lectura. Me hubiera gustado que se hubiera extendido un poco más, al menos hasta el reencuentro con la familia. Pero acabó donde acabó y no hay nada que hacer.

No creo que tenga mucho más que contar sobre este libro, el título ya cuenta suficiente, tan sólo que es una buena lectura. La recomiendo.

domingo, 14 de septiembre de 2014

A plena disposición

Este blog que vengo manoseando en los últimos años está hoy de celebración, y no de una celebración cualquiera, del montón, no, todo lo contrario. Hoy se celebra el cumpleaños de mi santa, que ahora mismo está preparando el desayuno y acaba de preguntarme si quiero el pan con tomate untado. Así que hoy si me necesitan, o requieren cualquier cosa de mí, tendré que decirles que me es imposible, ya que el día de hoy estoy a plena disposición de la señora. Espero que pasen un buen día.




sábado, 13 de septiembre de 2014

Into my arms - Nick Cave & The Bad Seeds

Uno de los mayores tesoros que una persona puede poseer es amar la música. No sé si por herencia, genética o capricho, amo la música en un amplísimo abanico. Con el paso de los años he ido aprendiendo a apreciar desde un bolero clásico, pasando por una orquestación sinfónica, una guitarra flamenca o un buen tema de rock. En general me gusta la buena música, pero claro, eso, así dicho, es algo muy personal y en cierta manera es parte del atractivo de la música. La música está ahí, alguien la interpreta y la sensibilidad de cada uno hace el resto. Es uno de los premios de la vida. No diré que es gratuito, pero casi.

Escucho música a diario, y cuando digo a diario, quiero decir eso, a diario. Y cuando un día, por la razón que sea, no le dedico el tiempo necesario, al día siguiente siento la obligación de rellenar ese vacío. Me gusta estar atento a los nuevos grupos, que gozan de nuevas sensibilidades, y consecuentemente le dedico un buen tiempo a escuchar música que no conozco, en busca de ese momento, un instante quizás, que me erice los nervios. Pero muy a menudo lo que hago, según mi estado de ánimo, es volver a pasear por jardines propios, donde me sirvo de la belleza de una manera tan natural como necesaria. Nick Cave es uno de mis paseos predilectos. 



Into my arms - Nick Cave & The Bad Seeds

I don't believe in an interventionist God
But I know, darling, that you do
But if I did I would kneel down and ask Him
Not to intervene when it came to you
Oh, not to touch a hair on your head
Leave you as you are
If He felt He had to direct you
Direct you into my arms
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms.

And I don't believe in the existence of angelsBut looking at you I wonder if that's true
But if I did I would summon them together
And ask them to watch over you
To each burn a candle for you
To make bright and clear your path
And to walk,like Christ, in grace and love
And guide you into my arms
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms.

But I believe in Love
And I know that you do too
And I believe in some kind of path
That we can walk down me and you
So keep your candles burning
And make her journey bright and pure
That she will keep returning
Always and evermore
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Arte callejero 29

Un edificio en los suburbios de una populosa ciudad, una desolada pared en un bloque de viviendas, un inmenso cerramiento que ocupa toda una fachada, sin ventanas ni molduras, ningún detalle embellecedor, nada, tan sólo un monocromático aburrir sin mirar, un auténtico ahuyentador de contemplaciones. La ausencia total de atención.

Todo este aburrido sinsentido fue suplantado, un buen día, por una mente brillante, aquella que imaginó atravesar la plana y anodina superficie por una imagen vidriada de un mar de olas triangulares, montañas diagonales y paralelográmicas, donde un sol esquinado está apunto de recibir como ofrenda, de manos de una sirena, en un día de nubes doradas, la llave de la luz, la luz que florece atraída por todas las miradas que por su alrededor concurren. Un milagro de belleza.

Un fuerte aplauso a estos artistas callejeros.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Distracciones

Dicen que lo último que se pierde es la esperanza y que lo primero es la vergüenza. Hoy hay quien pierde la virginidad con más facilidad que las llaves, aunque éstas se pierden más veces y, últimamente, lo que muchos estamos perdiendo es el trabajo, o el empleo, que es, por lo visto, una expresión más políticamente correcta. Sea lo que sea, a mi juicio, lo peor no es perder el trabajo, sino la confianza en uno mismo, uno empieza por culpar a la crisis, pero luego, poco a poco, empieza a pensar que quizás hizo algo mal, que equivocó sus elecciones y que dejó escapar algún tren en algún momento aunque ni siquiera lo vio pasar. Comienza a culparse por su situación, por su falta de oportunidades y por todo un pasado aparentemente desperdiciado o mal aprovechado.

En ocasiones, lo confieso, he pensado así, me he culpado por no haber visto venir la situación con un poco de antelación, por no haber tenido más olfato, pero en cuanto me pongo dos canciones apropiadas, en cuanto la almohada me acompaña en mis pensamientos, me doy cuenta que en realidad la vida es un poco así. Y que si se da un paso atrás, hay que darlo para tomar impulso, y que si alguna vez uno no está lo despierto que debiera, tal vez es porque tiene demasiadas distracciones y estas distracciones, amigos mío, esas son las que yo quiero mantener en mi vida hasta las últimas consecuencias. En eso consiste la magia de vivir.


lunes, 8 de septiembre de 2014

El Aleph - Jorge Luis Borges

Cada vez que he terminado de leer un libro de Borges, al cerrar la última página, siempre he necesitado un tiempo de respiro antes de volver a cualquier cosa que tuviera que hacer seguidamente. La prosa del autor argentino es tan absorbente y envolvente que parece necesario dedicar un tiempo para habituarse a la realidad, tal y como los astronautas utilizan la cámara de despresurización al regresar a la nave después de un paseo espacial.

El Aleph es un libro de cuentos, quizás el libro de cuentos más conocido de todos los de Borges, y al igual que en los anteriores el autor navega entre los límites de lo imaginario y lo imposible. Los cuentos de Borges incluidos en El Aleph son en su mayoría cuentos que podrían ser reales pero que no lo son, o al menos no queda claro que lo sean. Son algo parecido a esbozos de vidas o situaciones desdibujadas de realidades posibles, algo alambicadas y tremendamente cultas, con un final laberíntico y, en algunos de los casos,  sencillamente insinuado.

Borges era un escritor admirado por su prosa, pero yo, tras leer sólo unos pocos libros, lo que realmente envidio de Borges es su erudición y su imaginación. Aunque creo -y esto lo imagino- que lo que debería envidiar a Borges son sus infinitas lecturas.

Por cierto, la magnífica y apropiada portada del libro es un detalle del cuadro de El Bosco, Los bienaventurados y los condenados. Me encanta.


sábado, 6 de septiembre de 2014

Marilyn Monroe 21

Basta que uno se tumbe relajadamente en la cama a la hora de la siesta, o tome asiento delante de la televisión, en la esquina más cómoda del sofá, dispuesto a disfrutar con tranquilidad de un buen programa grabado desde hace tiempo, o bien decida echar un agradable rato de lectura, para que en ese preciso instante, puntualmente, casi programadamente, suene el teléfono.

Uno desearía, en esos irritantes instantes, poder agarrar del cuello a aquel que se encuentra al otro lado de la línea telefónica, pero sabe que en realidad el molesto operador al otro lado de la línea telefónica no desea fastidiarnos, sino todo lo contrario. Posiblemente, y con un alto grado de probabilidad, el inoportuno interlocutor sea uno de esos trabajadores explotados que llaman con la intención de favorecer  nuestra economía con una irrechazable oportunidad, con la única premisa de cambiar de compañía telefónica.

En esos momentos, con toda la voluntad que soy capaz de reunir, les digo que no voy a cambiar de compañía, que les agradezco la oferta pero que no tengo la intención de cambiar de compañía todas los fines de semanas, cuando en realidad lo que verdaderamente desearía sería decirle que voy a darme de baja eternamente de cualquier tipo de llamada que pueda importunar mi descanso. Eso sí que sería un cambio a mejor.

Marilyn, al igual que yo, seguro que también se sintió importunada en más de una ocasión.


martes, 2 de septiembre de 2014

Buenos propósitos

Llegan los primeros días de septiembre y aunque el sol todavía sigue pellizcando de lo lindo y los niños aún disfrutan de sus merecidas vacaciones, se puede apreciar que algo distinto nos envuelve. Este año, en el que además el primer día de septiembre coincide con un lunes, da la impresión de que el cambio parece más acentuado.

Septiembre suele llegar con grandes propósitos de futuro, con promesas cargadas de buena voluntad y de intenciones que el tiempo, juez de todo propósito a largo plazo, irá torciendo día a día. Sólo aquellos propósitos que verdaderamente nos importan, porque probablemente son los verdaderamente importantes, y aquellos que nos hemos autoimpuesto por nuestro propio interés y bajo nuestras propias iniciativas, será los que soportarán el constante e incesante paso de los días.

Ayer, como cada primeros de septiembre, inicié un régimen, pero esta vez, creo, voy en serio. Quiero decir que esta vez estoy decidido a conseguir algo más relevante que saltar un agujero al fijar la hebilla en el cinturón. Esta vez me he marcado como objetivo ponerme una camiseta que me traje de mi viaje de novios en Punta Cana, República Dominicana, y que desde entonces mantengo guardada, pues me la compré algo pequeña y no me la he podido poner nunca. ¿Publicaré alguna vez una foto mía con la camiseta?

Sólo puedo decir que este lunes cuando me pesé, después de varios meses sin hacerlo -no tenía peso-, la báscula subió hasta una alarmante cifra que mi vergüenza me impide compartir, y aunque este blog no es, ni mucho menos, un blog de superación y ejercicio, sino más bien de relajación y contemplación, prometo ponerle remedio lo antes posible por la parte que me toca.

Pero no se preocupen por las entradas de cervezas porque seguiré publicándolas ya que, aunque siento un repentino impulso de predisposición al sacrificio, tampoco me he vuelto loco ni nada de eso.

lunes, 1 de septiembre de 2014

No todo cambia

Hace tiempo que no les cuelgo uno de esos anuncios que no están distribuidos en España y por tanto no son tan accesibles por aquí. Normalmente me gusta ver todos aquellos anuncios publicitarios que han ganado premios, y de entre los mejores elijo alguno que por la razón que sea me parece estupendo. Éste es sencillamente genial.

Dice una verdad como un templo, pero lo dice de una manera tan graciosa que no pude evitar echar unas buenas carcajadas. Compruébenlo.