miércoles, 30 de septiembre de 2009

La vida de los otros

Hoy quiero recomendar una película que he visto recientemente. La ópera prima del director Florian Henckel von Donnersmarck que ganó el Oscar en 2007 en la sección de mejor película de habla no inglesa. El título: La vida de los otros.

La historia transcurre durante los últimos años de existencia de la RDA, en el Berlín Oriental, antes de la caída del muro de Berlín, y muestra el obsesivo control ejercido por la Stasi. Principalmente sobre los círculos intelectuales liberales.

Todo en la película me ha parecido extraordinario. El guión es inteligente, con personajes fascinantes y atractivos sin abandonar en ningún momento la crudeza de los acontecimientos. Los actores consiguen alcanzar una sutileza excepcional, especialmente en los silencios. El director de una manera lineal realiza de forma intencionadamente gris y pausada un film áspero pero formidable, con una belleza poética sobrecojedora que pretende provocar en el espectador una reflexión sobre el despertar de la conciencia moral.

Absolutamente recomendable.

martes, 29 de septiembre de 2009

Javier Marías - Tu rostro mañana 2

Al terminar las algo más de cuatrocientas páginas de la segunda entrega de Tu rostro mañana: Baile y sueño, continuación de la primera entrega: Fiebre y lanza, en la que se narra la historia de Jaime o Jacobo o Jacques Deza, español al servicio de un grupo, por ahora sin nombre, dependiente del MI6 o Servicio Secreto Británico, uno se da cuenta de que la lectura de Marías siempre es un placer donde el tiempo se detiene en la lectura, donde el espacio no es la butaca donde estoy sentado sino las mojadas calles de Londres en las que se sitúan, en gran parte, las principales escenas de la novela, y es que Marías atrapa al lector de una manera tan absorvente e intensa que consigue acaparar completamente el pensamiento del lector.

Marías al que considero el escritor con la prosa más elegante que jamás leí, narra la historia del protagonista con intencionados vaivenes y rodeos que consiguen sostener la atención del lector, de una manera pausada, incluso lenta, pero claramente de manera intencionada, buscada y trabajada.

Recomiendo su lectura.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Las gafas

Hace algo más de un año que estuve de turista por Roma donde ficticiamente hice amistades Ahora aprovechando que mis suegros han ido de visita por Roma les mandé unas gafas para un amigo.

Se ve que le gustaron. ¡Cómo mola! ¡Rock and Roll!

jueves, 24 de septiembre de 2009

Queen - Friends will be friends

Hoy toca dedicar un vídeo, porque sí, porque me apetece, porque es un día especial, con tristes y dulces recuerdos. Para ti.



viernes, 18 de septiembre de 2009

Para todo lo demás...

Y éste lo vieron?



Sé que es el manido chiste que siempre conté, pero me reí igualmente.

Dime vaquero

Muchos de ustedes no habrán visto este anuncio mejicano y, en mi opinión, merece la pena verlo.

jueves, 17 de septiembre de 2009

El pecho - Philip Roth

Después de leerme la novela de Philip Roth, El animal moribundo, me enteré por casualidad de que era la tercera ocasión en la que el autor utilizaba al carismático y siempre seguro de sí mismo David Kepesh como protagonista de una novela suya. La primera de ellas -El pecho- es la que me acabo de leer.

El Pecho es una disparatada y surrealista comedia corta en la que Kepesh, profesor universitario de literatura, despierta un día convertido en un pecho de mujer de poco más setenta kilos de peso. Esta traumática y sorprendente transformación lleva a Kepesh a sufrir una primera fase de repulsión y horror, seguido por otra de aceptación, hasta que finalmente consigue -con mucho humor y a través de sus viviencias y relaciones con la literatura- dar para sí, una explicación lógica a su novedoso estado.

Carcajadas tras carcajadas.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Una bromita

He aquí un amigo:

domingo, 13 de septiembre de 2009

Si la cosa funciona

Como cada año, entre septiembre y octubre, se estrena la nueva película del afortunadamente incasable Woody Allen. En esta ocasión el estreno en España de la nueva película está previsto para el viernes 2 de octubre, y su título en cristiano es Si la cosa funciona (Whatever works).

Yo ya tengo marcada, y bien subrayada la fecha en mi agenda. Ustedes son libres de hacer lo que quieran, pero mi consejo es que no se la pierdan.

Si quieren ver el trailer en castellano, aquí lo tienen.



viernes, 11 de septiembre de 2009

La vuelta a casa

El martes fue nuestro último día en Amsterdam y apenas nos quedaba tiempo para nada. Desayunamos los típicos bocadillos con ensalada y crema de cangrejo, o salmón, un café latte y dimos nuestro último paseo por las tiendas comerciales en las calles paralelas al Damrak, realizamos nuestra última visita a la Dam Square y me compré el polo al que le había echado el ojo la tarde anterior en el Magna Plaza.

Volvimos al hotel y nos preparamos para el vuelo de vuelta, y una vez resuelto el check out del hotel fuimos a la estación central cargados con más equipaje que con el que llegamos a Amsterdam y es que, en el día anterior, tuvimos que comprar una bolsa de deporte para meter todas las compras que hicimos en nuestro viaje, entre otras cosas 10 cajas de wafels con las que tuvimos un divertido incidente en la aduana.

Almorzamos en el aeropuerto, como viene siendo costumbre en nuestros últimos viajes y despegamos en dirección a Málaga con la satisfacción de haber pasado unos días extraordinarios, irrepetibles e inolvidables pero en los que echamos mucho, muchísimo de menos a nuestros dos pequeñajos. Esas dos personitas que ocupan casi la totalidad de nuestro pensamientos.

Aterrizamos en un vuelo estupendo, cumpliendo los deseos que la azafata nos comunicó a todos los pasajeros al principio del viaje: esperamos que tengan un feliz vueling, como así fue.

Cuando llegamos al aeropuerto nuestra pequeña Sofía estaba esperándonos y corrió a abrazarnos y a darnos besos y en ese momento pensé que sólo por ese instante vale la pena irse de viaje.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Amsterdam

En nuestro único día completo en Amsterdam teníamos previsto realizar muchas visitas, y la primera era visitar la Oude Kerk (Iglesia vieja), en el mismo corazón del distrito rojo, justo antes de ir al Rijksmuseum, pero estaba cerrada aún, así que nos montamos en el tranvía y nos fuimos directamente al Rijksmuseum, donde disfrutamos de la contemplación de grandes obras de arte de Rembrandt, Johannes Vermeer y Frans Hals entre otras.

Una vez terminada la visita en el museo atravesamos el elitista y rico barrio donde están la mayoría de las galerías de arte y tiendas de anticuario en dirección al museo judío, cruzamos por Rembrandtplein para ver el conjunto de estatuas que forman La ronda de noche de Rembrandt, pero desafortunadamente estaba en obras.

La visita al museo judío fue algo decepcionante, no nos gustó, la verdad, pero en su descargo añadir que el edificio, totalmente reconstruido, fue completamente arrasado por los nazis.

Desde el museo judío nos dirigimos a Waterlooplein, donde hay diariamente un rastro en el que se venden todo tipo de curiosidades y rarezas. Echamos un vistazo rápido y continuamos caminando hacia Spui, pasando por Zuiderkerk y atravesando Rokin. Nuestra siguiente parada prevista era el Begijnhof.

El Begijnhof es realmente un entorno bonito, yo diría que es como una isla en la ciudad, un remanso de paz y tranquilidad, donde se respira un aire sosegado y agradable. Una visita muy gratificante en un espacio muy adornado y cuidado.

En la misma puerta de salida del Begijnhof, en un adornado puesto ambulante, probamos los famosos arenques crudos, eso sí, dentro de un pan con cebolla y pepinillo. No estuvo mal y nos sirvió de aperitivo para abrir el apetito, de manera que bajamos hacia los alrededores de la Plaza Dam en busca de un restaurante donde saciar nuestra sed y además descansar nuestro pies machacados. Finalmente nos decidimos por un restaurante chino.

Después del almuerzo oriental volvimos a la Oude Kerk, que esta vez sí estaba abierta y pudimos visitarla. No es una iglesia que tenga un interior especialmente adornado pero hay un gran órgano barroco y bonitas vidrieras, además de un techo de madera que le da un aire especial. Y al conocer que fue construida sobre un cementerio, a principios del siglo XIV, y que la totalidad del suelo son tumbas, bajo las cuales se calcula que hay unas 10.000 personas te hace observarla de una manera digamos que "diferente".

Volvimos, de nuevo a la Dam Square donde en la esquina de la plaza está situada la Nieuwe Kerk (iglesia nueva). Hicimos la visita y dimos por finalizado el día en cuanto a visitas culturales y fuimos al centro comercial Magna Plaza, justo detrás del Palacio Real. En mi memoria el Magna Plaza era un centro comercial inmenso y ahora, años más tarde, me pareció incluso pequeño, y es que en mi anterior visita, con apenas 16 años, todo me parecía más grande y extraordinario. De todas formas le eché el ojo a un polo que vi a buen precio.

Después de un paseo por las calles comerciales, mirando escaparates, comparando precios, volvimos al hotel para darnos una ducha y cambiarnos antes de salir a cenar.

Decidimos comprarnos un cucurucho de patatas fritas belgas, en un local que siempre vimos abarrotado, incluso con colas, para comprar las "patatas belgas" servidas con mayonesa. Realmente buenas, sí señor. Después de la cena fuimos a visitar el Sex Museum, muy cerca del hotel, en el Damrak. Fue una visita curiosa y divertida.

A la salida, antes de volver al hotel, nos tomamos un helado paseando en nuestra última noche por las ya inolvidables para nosotros calles del Damrak.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Volendam y Edam

Para el domingo también teníamos planeada una escapada para visitar pueblecitos de los alrededores de la ciudad de Amsterdam. Nuestra primera visita programada era Volendam, ahora un pequeño y turístico pueblo de pescadores, antes un pueblo volcado a la caza de la ballena en el mar del norte.

Verdaderamente Volendam posee la estampa perfecta de pueblecito típico holandés. Es, sin lugar a dudas, un lugar digno de visitar, con sus casas de colores, su pequeño puerto deportivo y cientos de tiendas vendiendo todo tipo de artículos de regalos, en los cuales, ¿cómo no?, caímos en la tentación, y fue allí donde compramos la mayoría de los regalos para los niños.

Nos regalamos un pequeño descanso tomando unos cafés y una porción de tarta de manzana. Dimos una última vuelta recorriendo las coloridas calles de Volendam antes de despedirnos y coger el autobús que nos llevó hacia Edam. Nuestra siguiente parada.

Edam es una localidad que da nombre a la denominación del queso de vaca elaborado tradicionalmente en la región. Es un pueblecito muy tranquilo y a apacible, no tan turístico como Volendam y por consiguiente menos visitado. Al ser domingo, casi todas las calles estaban desiertas, salvo unos cuantos despistados como nosotros, que paseábamos por las tranquilas calles empedradas. Caminamos junto al canal que atraviesa el pueblo por la mitad hasta que nuestros pies dijeron basta y volvimos recorriendo un camino paralelo con la intención de traernos guardados en la retina todavía más estampas que recordar.

Volvimos a nuestro hotel, pero de camino paramos en un McDonalds para engullir algo de comida rápida, antes de volver a montarnos en otro barco que nos diera un paseo turístico por el otro lado de la ciudad que no visitamos el día anterior. Esta vez rodeamos el museo de las ciencias, más conocido como Nemo, de Renzo Piano, navegamos junto a la réplica del buque Amsterdam y el Artis Zoo de la ciudad, volvimos a pasar junto al Magere Brug y nos dirigimos de vuelta a la estación Centraal donde nos despedimos de visitas en barco por el río Amstel.

Con las pilas bien recargadas dimos un largo rodeo desde la Noordernkerk hasta la Westerkerk, donde justo al lado está ubicada la famosa casa de atrás, la casa de Anne Frank. Fue una visita muy interesante, probablemente la que yo tenía más ganas de realizar una vez que ya había leído su diario y visto la película.

Después de la visita, ya anocheciendo, buscamos un restaurante donde cenar unos típicos crepes salados acompañados de un par de cervezas para rellenar el depósito. Para bajar la comida paseamos junto a los canales, cruzando por los puentes iluminados y llenos de encanto que rodean la zona llena de restaurantes del Berenstraat y del Herengracht. Seguimos dirección a la plaza Dam, giramos por el Damrak hasta finalmente llegar a nuestro moderno hotel.