Al terminar las algo más de cuatrocientas páginas de la segunda entrega de Tu rostro mañana: Baile y sueño, continuación de la primera entrega: Fiebre y lanza, en la que se narra la historia de Jaime o Jacobo o Jacques Deza, español al servicio de un grupo, por ahora sin nombre, dependiente del MI6 o Servicio Secreto Británico, uno se da cuenta de que la lectura de Marías siempre es un placer donde el tiempo se detiene en la lectura, donde el espacio no es la butaca donde estoy sentado sino las mojadas calles de Londres en las que se sitúan, en gran parte, las principales escenas de la novela, y es que Marías atrapa al lector de una manera tan absorvente e intensa que consigue acaparar completamente el pensamiento del lector.
Marías al que considero el escritor con la prosa más elegante que jamás leí, narra la historia del protagonista con intencionados vaivenes y rodeos que consiguen sostener la atención del lector, de una manera pausada, incluso lenta, pero claramente de manera intencionada, buscada y trabajada.
Recomiendo su lectura.
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