martes, 30 de noviembre de 2021

Lorenzo Silva en Fuengirola

Vino Lorenzo Silva a Fuengirola sin libro que presentar, aunque en sus espaldas hay una amplia lista de novelas. La verdadera lectora de su obra en casa es mi mujer, que es una catedrática de la literatura criminal, una profesional de novela policiaca, capaz de oler la sangre varias páginas antes de que se haya derramado. Con un olfato de sabueso para descartar pistas y especialmente acertado a la hora de desenmascarar asesinos, verdugos o defraudadores de almas que ya quisieran para sí los mejores detectives de la literatura mundial.

De entre todos estos virtuosos de agarrar por el hombro a sospechosos de quitar de en medio a víctimas inocentes, unos de sus favoritos son la pareja de guardias civiles Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, personajes creados por Lorenzo Silva, que a lo largo de una larga serie de novelas han ido creciendo como pareja. Pareja de guardias civiles, no nos vayamos a confundir.

Yo acudí a la entrevista a Lorenzo Silva con el único libro que me he leído suyo, para que me lo dedicara, pero sobre todo para escucharle hablar. Lorenzo Silva es un orador excepcional, de estas personas que da gusto escuchar, no sólo porque hile perfectamente sus frases, no sólo porque utilice un vocabulario acertado a la vez que juguetón, sino porque -aparte de su estupenda voz- tiene cosas interesantes que contar. Un maestro de la conversación. 


sábado, 27 de noviembre de 2021

Pinball Wizard & VA Rocks en el Louie Louie

Noviembre llegaba a su fin pero aún nos tenía reservada una grata sorpresa y es que en el Louie Louie Rock Bat habían montado una buena fiesta con la participación de dos bandas de rock en la misma noche. Por un lado la banda sevillana Pinball Wizard  y por otro, desde Suecia, VARocks.  Ambas bandas de rock con cantantes femeninas

En torno a las once de la noche actuaron Pinball Wizard -que si no lo sabéis es el nombre de una magnífica canción de The Who-. La cantante de Pinball Wizard tiene nombre de ciudad, Memphis, y una voz vigorosa y tan potente como su directo. 

Entraron al escenario con la música de fondo de New York, New York interpretada por Frank Sinatra y comenzaron con la contundente Come With Me y seguidamente con The New Generation. Dos bombas de hard rock. El guitarrista, Joey Deadcat, en ocasiones me recordaba con su forma de tocar a los Black Crowes, pero en ocasiones sonaban a rock sólido, más cercano al clásico hard rock que al southern rock. En cualquier caso la mezcla dotaba a su música de un sabor diferente.

Durante la actuación de Pinball Wizard, la cantante de VARocks, Ida, subió a compartir escenario y las dos cantantes interpretaron juntas una versión de la canción de ABBA, Dancing Queen. Quedó muy divertido, la verdad. Después el concierto continuó desgranando muchas de sus canciones y alguna versión, como la que hicieron de Sweet Home Chicago de los Blues Brothers, que la cantó el descamisado guitarrista Joey. Terminaron su actuación con la poderosa We Will Burn. 

Seguidamente, tras un breve descanso para ir a visitar el baño y pillar una cerveza bien fría regresaron VaRocks al escenario. La banda sueca tiene un sonido más cercano a lo que conocemos como punk rock, aunque también tiene temas melódicos. Pero comenzaron con No More Fucks to Give seguida de I Wanna Be Your Captain sin descanso.

La cantante, Ida, es un verdadero terremoto, todo nervio, no paraba, iba de aquí para allá con su larga melena rubia contagiando ánimo a todos los allí presentes. Tiene más energía ella sola que todos los que estábamos allí presentes. Levantaba la pierna dando una patada al aire como su una karateca experimentada estuviera dando un curso sobre el escenario. Bajó al piso, se subió en la barra, bailaba, y todo esto mientras tocaba la guitarra y cantaba.

El batería que las acompañaba para esta gira española era un auténtico animal tocando la batería, se hizo un solo de batería cargado de fuerza y técnica. Un lujo y una barbaridad. Incluso se dieron el detalle de tocar una versión del maravilloso tema Rock and Roll de Led Zeppelin que les quedó maravillosa.

Ida posee esa voz potente y rasgada que me recuerdan a las hermanas Wilson cantantes de Heart, que tiene la versatilidad de poder interpretar tanto baladas como temas punk, como las versión de Attitude que realizaron de los Misfits. 

Una buena noche de rock con acento femenino.

lunes, 22 de noviembre de 2021

En DAK Burger por fin

Habíamos intentado ir a DAK Burger en más de una ocasión. Cuando no era porque uno de nosotros no podía era por el otro al que le era imposible, siempre había un partido de fútbol, o una actividad que impedía que pudiéramos ir a probar las suculentas hamburguesas. Se nos hizo complicado. En un par de ocasiones resultó que estaba lleno, o el horario que nos ofrecían no nos cuadraba, otra vez hacía mal tiempo, y alrededor de todo estaba la Covid y los confinamientos relativos a ella.  Pero finalmente, tras muchos intentos, pudimos ir.

No pude acabarme la hamburguesa, y es algo que me da mucho coraje, porque me gusta comerme lo que me pido. O las hacen más chicas -cosa que espero que no ocurra- o me pido una más pequeña, que es lo que debería hacer. Teniendo en cuenta que no soy muy partidario de las hamburguesas, y que no suelo pedirlas en carta casi nunca, la verdad es que tuve bastantes dificultades para elegir. De hecho creo que cada uno de los cuatro pidió una distinta. Y la verdad es que cualquiera de ellas me hubiera gustado.

No es barato, peor tampoco es caro, está muy cerca de tener un precio justo. Cuidan los ingredientes, se esfuerzan por ofrecer variedad y también un producto distinto. La variedad de salsas es sorprendente, y tienen cerveza propia y una grandísima variedad de marcas, un buen sito para degustar cervezas. Sin duda repetiremos.


sábado, 20 de noviembre de 2021

¿Qué me quieres amor? - Manuel Rivas

Con la entrada anterior me he dado cuenta que no estoy publicando entradas de los libros que leo, o no de todos. La idea no era, en principio, publicar una entrada de cada libro que leo, sino de hacerlo de aquellos que por la razón que fuese, me apetecía escribir. Normalmente suelo acercarme a este blog con la intención de hablar bien, que para hablar mal ya está Twitter y el resto del mundo.

El caso es que hace unos días acabé un libro maravilloso de Manuel Rivas, ¿Qué me quieres amor? El libro fue un regalo de un compañero de trabajo a mi mujer. Desde que lo vi me atrajo, pero estuvo por ahí por casa dando vueltas hasta que finalmente le llegó el día. 

El libro original se publicó  por 1995, aunque la edición que teníamos por casa era de unaedicón de bolsillo del año 2000. Es una colección de relatos en distintos estilos con todo tipo de temática, aunque el amor está presente en todos ellos.  Ganó el Premio Nacional de Narrativa del año siguiente. El segundo relato, La lengua de las mariposas, es el punto de partida de la maravillosa película aptada por José Luis Cuerda en 1999.

Me lo leí como si bebiera horchata.


jueves, 18 de noviembre de 2021

Jesús Carrasco en Fuengirola

Apenas unos días después de haber podido asistir a los diálogos entre los escritores Guillermo Busutil y Antonio Muñoz Molina vino a Fuengirola a ofrecer una charla Jesús Carrasco, en una serie de actividades organizadas por el Ayuntamiento y las red de Bibliotecas de Fuengirola, que titularon Encuentros con autores.

La primera novela de Jesús Carrasco, Intemperie, me marcó. Me gustó muchísimo y la recomendé a todo aquel que me preguntaba. Había leído algo en prensa, y en una de mis esporádicas visitas a la biblioteca me lo llevé. Un acierto.

Su siguiente novela, La tierra que pisamos, me la compré al poco de publicarse, tras el empuje que se había ganado con Intemperie. Pero no la leí instantáneamente. Estuvo bastante tiempo en la estantería antes de que le echara un ojo. Había leído que era una historia dura, hostil, y yo no tenía ganas en esos momento, de meterme en nada de mucha tristeza ni profundidad, pero en cuanto se me pasó ese rechazo a la pesadumbre, me lo leí. Sí que fue dura, pero también me gustó, aunque Intemperie seguía teniendo un hueco privilegiado en mi memoria de libros escogidos.

Su tercera novela, Llévame a casa, me pareció maravillosa. Una novela tierna y familiar, nostálgica e íntima, donde el autor extremeño plantea un retrato social de actualidad que a todos nos afecta, directa o indirectamente.

De manera que llegó el día de la presentación y acudí a la charl, junto con mi complice habitual, Miguel, habiendo leído todas las novelas publicadas por el autor, algo que creo que es la primera vez que me sucede.

Fue una charla muy entretenida y pude traerme dedicadas sus dos últimas novelas, porque la primera, como ya he dicho, la saqué de la biblioteca. Ya estoy esperando que publique la cuarta, que según me confesó la llevaba bien encaminada.


viernes, 12 de noviembre de 2021

Muñoz Molina

Me enteré de casualidad que acudía a Málaga el magnífico escritor Antonio Muñoz Molina para ofrecer una charla patrocinada por la Fundación Manuel Alcántara, en el Salón de Actos de Unicaja en la Plaza de la Marina. Lo presentaba o introducía, Guillermo Busutil y el tema principal del que trataría sería La mirada del escritor. Algo tan amplio como etéreo y personal. Desde que supe sobre estos diálogos tenía claro que quería asistir.

Llegado el día acudí con toda la antelación que pude, porque era un jueves laborable y tuve que hacer algunos cambios para poder acudir y, especialmente, porque la entrada era gratuita hasta completar aforo, y estas cosas se llenan pronto, sobre todo si hay un premio Príncipe de Asturias de las letras por medio. Además todo venía envuelto en una feria del libro que tenía lugar en la misma plaza. 

Mi amigo Miguel, mi habitual acompañante a coloquios, firmas de libros, presentaciones culturales y a todo cuanto huele a representación artística se apuntó sin dudarlo. Como llegamos con tiempo, pudimos acercarnos a la firma de libros de José Antonio Garriga Vela, que acababa de publicar su novela Horas muertas y estaba en la caseta esperando atender a sus lectores.

Seguidamente nos fuimos para el salón de actos y esperamos pacientemente el inicio. Como estábamos inmersos en una pandemia tuvimos que entregar nuestros datos antes del acceso, para llevar un control por si acaso nos dijeron.

No sé qué me gusta más, si escuchar a Muñoz Molina o leerlo. Creo que prefiero leerlo pero también me gusta mucho escucharlo. Además, como regalo, al final de la conferencia tuvo la paciencia de quedarse a firmar algunos ejemplares de los lectores que quisimos esperar. Algo tan simple como una sencilla firma a mí me hizo una especial ilusión, porque he pasado muchas horas de mi vida leyendo a Muñoz Molina, como si hubiera estado sentado junto a él en esa famosa terraza, de la que tanto habla en su último libro, escuchando lo que estaba pensando. Porque los último libros de Muñoz Molina apenas están disfrazados. Son una especie de diario personal de vida y sociedad. 

Regresé a casa deseando llegar a la cama y seguir escuchando en sus páginas lo que me quisiera contar.


 

martes, 9 de noviembre de 2021

Sofía y yo

Durante una semana, Miguel y su madre se fueron de viaje a Oliva, en la Comunidad Valenciana, en un proyecto de inmersión lingüística realizado por el departamento de inglés del instituto. Pusieron rumbo a Oliva en un autobús lleno de niños y niñas de 13 años. Una locura. Esa excursión de una semana significaba una experiencia nueva para Miguel, y también para Pepi, que fue con él en su condición de profesora, pero a la vez, sin tanto ajetreo suponía que Sofía y yo nos quedábamos solos en casa. 

La verdad es que nos vino bien. Los dos conseguimos disfrutar de la soledad que encontramos a ratos en los días, pero también de pasar tiempo juntos. Yo había quedado liberado de llevar y traer a Miguel a sus entrenamientos de fútbol, así como al partido del fin de semana. Sofía y yo planeamos muchas cosas que después no pudimos llevar todas a cabo, pero también hicimos algunas que no habíamos planeado, como por ejemplo escaparnos juntos a comer a un indio. A Sofía le gusta, a mí me gusta y nos apetecía, pues venga, sin mucho pensarlo, nos fuimos. Pocos problemas tuvimos. Sofía es fácil de llevar si eres consciente de que hace las cosas a su ritmo, más tarde que temprano, pero lo hace. Peor que mejor a veces, pero lo hace.

También fuimos a pasear por la senda del litoral con unos amigos holandeses que estaban por aquí. Como Pepi no estaba, quedé yo a solas con ellos una vez y otra vez vino Sofía a la que sonsaqué con pasar por Pan & Chocolate, donde está su bebida favorita. También fuimos con ellos al sendero del litoral y como el día estaba limpio y nítido pudieron ver el atardecer con el perfil de la costa africana.