Programaron en el Teatro Cervantes una actuación de teatro musical alrededor del mundo del circo. Y lo hicieron -¿cómo no?- pensando en los más pequeños. En cuanto supe que el tema principal del circo transcurría alrededor del rock, y que además era en el Teatro Cervantes, y que la compañía que lo organizaba era Rolabola, que fue Premio Nacional de Circo en 2017, no tuvimos dudas. Además el precio era reducido.
Tanto Miguel como Sofía habían estado antes en el Teatro Cervantes, pero ya apenas se acordaban, así que como era un viernes por la tarde y todos ellos estaban de vacaciones y yo la tarde del viernes la tenía libre, pues allá que nos fuimos.
A mí la obra me encantó, se me hizo algo corta la hora de duración, pero me lo pasé pipa, creo que incluso mejor que mis hijos.
Después salimos a tiempo para ver el encendido navideño, o mejor dicho el espectáculo de la iluminación navideña. Incluso Miguelito entregó su carta a los Reyes Magos, que estaban casualmente en la Plaza de la Marina. La calle de Marqués de Larios estaba abarrotada, no cabía ni un alfiler más. Es algo exagerado.
Empezábamos a estar cansados y tuvimos que refugiarnos en la Taberna Casa Lola. Picamos algo rápido y pusimos fin a un día completísimo.
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