Acabábamos de ganar el Mundial de Sudáfrica apenas unos pocos días antes y todavía ganaríamos una Eurocopa más dos años después, pero yo aún lo desconocía. Yo estaba todavía flotando en mi nube futbolística cuando mi santa y yo volamos a Lisboa. La capital portuguesa ardía en calor y yo tenía que detenerme para sofocar las calores cada pocos pasos, casi en cada esquina de manzana. Y es que lo confieso: me gusta más sentarme en una terraza que a un niño un silbato. En cada terraza una bebida. A veces un café con hielo, otras un refresco gaseoso con mucho hielo, una horchata o una granizada, pero lo más común es una cerveza bien fría.
En ocasiones el sol pellizcaba tanto que a uno no le quedaba más remedio que parapetarse en un interior atendido por una máquina climatizadora. Cambiábamos una mesa de terraza por una mesa junto a una amplia cristalera, pero el servicio que solicitábamos seguía siendo el mismo. Alguna bebida fresca. En este caso, como se ve en la foto, me pimplé una Carlsberg, una cerveza que no necesita presentación, aunque mucha gente desconoce que es una cerveza de origen danés. La cerveza Carlsberg es una lager, que en realidad es un tipo de fermentación de la levadura, es decir, de fermentación baja, que la mayoría piensa que se llama así porque es un tipo de fermentación situada en la parte baja del fermentador, pero que en realidad hace referencia a que es un tipo de fermentación a temperaturas bajas. Lo que ocurre, según he ido averiguando con el paso del tiempo, que la fermentación a bajas temperaturas provoca una fermentación en el fondo del fermentador, ya que en realidad es allí, en el fondo del fermentador, donde están los hongos que soportan las menores temperaturas.
No me enrollo más y les digo que la cerveza Carlsberg es una cerveza muy suave, de tan sólo un 4,9 %, muy fresca y con un sabor, a mi juicio, muy light, quizá demasiado. Sin embargo, no está mal para una día de playa o de turismo soleado, pero no es una cerveza que acompañe normalmente ninguna de mis comidas, le falta cuerpo y sabor de fondo.
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