domingo, 30 de junio de 2013

Sonetos - William Shakespeare

En este blog intento ser sincero con las cosas que escribo, y si es posible ser coherente con lo que digo, lo cual, por cierto, no siempre son actitudes que vayan cogidas de la mano. Ser sincero puede resultar relativamente sencillo, mientras que ser coherente es bastante más complicado.

Una de mis aleatorias coherencias autoimpuestas es la de leer de vez en cuando un clásico. En esta ocasión he vuelto a leer a William Shakespeare, pero en lugar de leer teatro me he inclinado a leer sus Sonetos. La edición que tenía por casa era una edición bilingüe de Alianza Editorial y sobre ella me volqué.

Pero si he de ser sincero con lo que escribo, después de leerlo he de afirmar que los poemas no me han entusiasmado especialmente y aunque está claro que entre los 154 poemas que en el están incluidos hay algunos que me han gustado, pero en general es un poemario sobre el que me ha costado soñar. Evidentemente me culpo más a mí mismo que a Shakespeare. Tengo una cierta inclinación hacia un tipo de poesía más que hacia otra y Shakespeare, en este momento de mi vida, no ha  coincidido con ella.

CXXVIII

Cuando, música mía, extraes música
de esa feliz madera que resuena
bajo tus dulces dedos, y alzas suave
el puro acorde que a mi oído arroba,

¡cómo envidio las teclas que encabritan
por besar el tierno hueco de tu mano
mientras mis pobres labios, sin cosecha,
rubor sienten al ver sus osadías!

Por tal caricia, anhelan el estado
y suerte de esas piezas danzarinas,
pues tus dedos, con garbo, le bendicen
a inerte leña más que a labios vivos.

Si a las lascivas teclas satisface,
dales tus manos, pero a mí tus besos.

sábado, 29 de junio de 2013

Came to me

En el voluminoso y expansivo desarrollo de mi pereza, estando solo en casa, sopesando las distintas posibilidades que poseía para aprovechar el par de horas que mi señora y los niños me habían dejado para mi libre provecho, me encontré inseguro, dubitativo, hasta nervioso diría yo, ansioso por invertir el tiempo regalado de la mejor manera posible. Me senté delante del ordenador valorando las distintas posibilidades, considerando hacer algo distinto, algo que no fuese lo habitual, algo que justificara el acierto de mi elección, pero el tiempo pasaba y yo iba de aquí para allá por Internet, buscando caminos, abriendo y cerrando puertas, seleccionando recorridos, giros en el adictivo recorrido de mi mente hacia este blog y por fin en YouTube consumí poderosamente el tiempo regalado. Music came to me!!! La encantadora, dulce y poderosa PJ Harvey y su Rid of me, fueron el rotundo inicio de mi gran elección.



viernes, 28 de junio de 2013

Marilyn Monroe 6

Como todos ustedes sabrán hace un par de días falleció a la edad de 83 años Bert Stern, el fotógrafo cuyo trabajo más conocido fue la última sesión fotográfica de Marilyn Monroe, realizada el jueves 21 de junio de 1962 en la suite 261 del Hotel Bel Air en Los Ángeles, seis semanas antes de fallecer. En aquella sesión Stern tomó 2571 instantáneas de la rubia platino más deseada de todos los tiempos.

Después de aquella sesión dijo: "Olvidé que estaba casado, olvidé mi vida en Nueva York. Estaba enamorado. Era más guapa de lo que esperaba. Era mucho más."
Y deberíamos tener en cuenta que lo dijo un hombre que se había dedicado a fotografiar a mujeres bellas para revistas de moda, y lo comentaba sobre una mujer que era mundialmente conocida e infinitamente fotografiada.

Esta foto me parece ideal para iniciar estos días cargados de sensuales y volubles notas de calor sobre el cielo tan dulcemente iluminado.

jueves, 27 de junio de 2013

Ciclos de vida

Cuando después de un año o un periodo prolongado de vida dedicado a una actividad se llega, tras muchos esfuerzos, tras muchas noches sin pegar ojo, a su conclusión, la principal sensación es de alivio, incluso de liberación, y si el tiempo ha sido intensamente empleado, proporciona el placer íntimo de sentir que se han hecho bien las cosas, la sensación de satisfacción de los finales bien llevados, entonces uno comienza a vislumbrar la llegada deseada de un descanso merecido. Pero ocurre que paralelamente crece en nosotros un ligero sentimiento de vacío e incertidumbre. El tiempo que dedicamos, que compartimos con otras personas será sustituido por otro tiempo dedicado a otras tareas, probablemente rodeado de otras personas y de otros lugares, que llegarán para reemplazar a los anteriores. Las conclusiones y los inicios llegan siempre aderezados de cambios de entornos, de distintos contextos, de ciclos de vida.

Las experiencias vividas, ya sean buenas o malas, enriquecen nuestros mecanismos de vida, nos aportan ejemplos a seguir o a evitar, nos suministran modelos a imitar o a descartar, nos aportan en definitiva pautas de comportamiento, maneras de enfrentarnos a nosotros mismos, formas de aprender a dañarnos los menos posible. Son al fin y al cabo mecanismos de defensa: maneras de sobrevivir.


martes, 25 de junio de 2013

40

Hoy es mi cumpleaños, cuarenta tacos nada menos. Dicen que con la llegada de los cuarentas ocurren principalmente tres cosas. La primera es que comienzas a necesitar gafas y aunque yo aún no las tengo, me parece que voy a empezar a necesitarlas próximamente. La segunda circunstancia relevante que llega con los cuarenta es que comienzas a perder memoria, que por ahora creo que no me afecta, y la tercera... y la tercera es la más importante... la tercera...  ahora mismo no me acuerdo.

lunes, 24 de junio de 2013

Final del juego - Julio Cortázar

Final del juego de Julio Cortázar ha sido el libro que me ha ido acompañando durante la última semana por mis paseos sin rumbo por Estepona, pero también en los descansos, entre chapuzón y chapuzón, en las piscinas de los hoteles en los que he estado alojado. Puedo afirmar, pues, que leer este libro ha sido un placer doble. Por las circunstancias que rodeaban el momento de la lectura y también por la propia lectura del libro.

Final del juego contiene dieciocho relatos, algunos de ellos son verdaderamente maravillosos. El que da título al libro, que por cierto es el último del libro, es uno de los mejores del libro, pero el mejor de todos, en mi opinión es La noche boca arriba, uno de los mejores relatos que he leído jamás. Una auténtica maravilla.

No es la primera vez que leo a Cortázar, pues ya había leído un par de libros antes de éste, pero sí es de ellos el libro que más me ha gustado. Lo compré casi sin querer hace un par de semanas en el rastro de mi localidad, donde suelo escaparme a buscar tesoros como éste, buscaba un libro de bolsillo que se ajustase a mis lecturas interrumpidas, y un libro de cuentos parecía la elección ideal. Pagué un euro por él y gané un tesoro para el resto de mis días. Como diría Cortázar: una plata bien gastada.

domingo, 23 de junio de 2013

Los mismos errores

Cuando uno vuelca los recuerdos con mayor intensidad hacia aquellas cosas que no hizo por encima de las que sí llevó a cabo, le inunda inevitablemente una sensación de desaprovechamiento, de pérdida de oportunidades, pero en realidad no siempre tendría por qué tener obligatoriamente ese sentido. Uno ha de valorar si lo que se hizo es más conveniente que lo que no se hizo, teniendo en cuenta que no tiene mucho sentido lamentarse por todo aquello que en la vida por distintas circunstancias vamos dejando de lado. Desaprovechar las oportunidades no tiene siempre por qué venir solapada de un sentido negativo, hay multitud de ocasiones en las que la mejor elección es dejarlas pasar, pero inevitablemente los recuerdos de las cosas que no se hicieron llegan asiduamente a la memoria presentados como arrepentimientos. Me ocurre a mí y le ocurre a casi todo el mundo, aunque estoy seguro de que hay muchos (de hecho creo que es una epidemia general) que no se arrepienten de nada de lo que han hecho o no. Hagan lo que hagan, sea lo que sea que hayan hecho o dejado de hacer, sea el resultado satisfactorio o no, lo importante en sus vida es no arrepentirse, e incluso, hay quien afirma que volvería a cometer los mismos errores.

Yo, por poner el ejemplo más directo que conozco, lamento un gran número de oportunidades que pasaron por delante de mi vida, pero, por otro lado, estoy muy contento en general con aquellas decisiones importantes de la vida en las que me tocó intervenir. Es cierto que acumulo un gran número de oportunidades ignoradas, es verdad que no siempre acerté en la elección, y que tengo cosas de las que arrepentirme, pero qué puedo hacer si no que tirar hacia delante y vivir con ello de la mejor manera posible.

La vida no ofrece muy a menudo segundas oportunidades, por ello creo que puede resultar relevante aprender de los errores cometidos, y valorar los aciertos y desaciertos de una forma meditada y responsable. Supongo que todos cambiaríamos esto o aquello (aunque hay mucha gente -repito- que no lo haría, que aseguran que elegirían seguir cometiendo los mismo errores una y otra vez porque ellos no se arrepienten, y, según parece, volverían a hacerlo de nuevo de la misma manera), pero si no hay manera de rectificar o modificar las decisiones tomadas en su día, mi reflexión sería tirar hacia delante, intentando aprender de cada traspiés, de cada bofetada o dirección equivocada, de forma que en la siguiente ocasión, si es posible, no cometiéramos los mismos errores.


viernes, 21 de junio de 2013

Perdido en Estepona

Después de los días de asueto por las playas de Chiclana, regresé a casa y sin deshacer del todo la maleta la volví a cargar en el coche y me dirigí hacia Estepona, a disfrutar de tres jornadas junto con mi señora. Sin niños.

Estepona nos recibió con  un viento constante pero suave y especialmente con un cielo entre rosáceo y asalmonado. Una alegría que llevarse a los ojos. El Mediterráneo a punto de bautizarse como océano reflejaba cálidamente el sonrojo del cielo, y yo, en esta foto, desde la última balda de la gastada madera que dirigía a las hamacas, intenté retratar su timidez.


Este impulso natural de belleza esporádica me obligó cada atardecer a visitar el horizonte con la mirada. Desde la terraza de la habitación del hotel, apoyado en el blanco antepecho, contemplaba el fastuoso espectáculo que cada tarde nos ofrece el sol cuando se despide de nosotros. La vista de los dos continentes, la soñada África de noches desérticas y estrelladas y el costado de una Europa tan ajena al resto es una panorámica visión que no todos los días puedo admirar.

El resto de las jornadas las dediqué a perderme por las remozadas calles esteponeras, a descubrir sus plazas coquetas y sus floreados rincones, a disfrutar de sus inesperadas exposiciones de pintura y a curiosear por su mercado de abastos, así como a vivir el trajín matutino de las cafeterías, sentado en terrazas cautivado por el aroma del café recién hecho. Visité algunos poemas de Paul Verlaine en la biblioteca, e intenté sentir el placer sincero que Josep Pla obtenía de sus conversaciones con los lugareños. Descansé en bancos bajo frondosas sombras escuchando música o leyendo algunos cuentos de Cortázar, con sus particulares expresiones porteñas, y no quise desaprovechar la oportunidad de degustar algunas de las tapas típicas de la localidad. Por las tardes me entregué a reposar la siesta en la piscina del hotel.  Las noches fueron frescas y dulces, al igual que los recuerdos que me traigo de mis días en Estepona. Como leerán ha sido una maravilla de tiempo bien aprovechado.

lunes, 17 de junio de 2013

Días de reposo

He pasado el último par de días tirado sobre una tumbona a tres metros de una piscina, parapetado del tórrido sol que abrasa Chiclana a fuego lento bajo una sombrilla de lona de color blanco, untado pingüemente en crema solar, con una edición de bolsillo entre las manos y los auriculares enchufados a los oídos. Aislado hasta de mí mismo, porque en ocasiones no tenía sensación ni de ser yo el que estaba viviendo semejante experiencia.

Para hacer más llevadera esta vida descuidada, intercalaba los desestresantes descansos bien cebándome a comer, glotoneando de por aquí y de por allí en el bufet libre, o bien retirándome a yacer en una amplia habitación dotada de aire acondicionado. Y cuando no me dedicaba a ninguno de estos placeres, o pecados bíblicos, lo mismo da, me dedicaba a pasear por la orilla, recogiendo conchas con mi pequeña Sofía, la alegría personificada en una niña siete años, que cuando la saqué de debajo de una ola afirmaba que le había salvado la vida.

Ya ven que me cuido y que intento no desperdiciar el tiempo. Todo sea por saborear el zumito que le exprimo a la vida.

domingo, 16 de junio de 2013

La vía

Hay veces que pienso que detrás de esta vida debe existir otra más justa, donde la vida completa su sentido y donde se dan explicación a todas aquellas cosas que uno no entendió, pero al mismo tiempo soy consciente que no es más que un intento absurdo y personal de dar un sentido lógico a aquello que me cuesta entender. Sé perfectamente que los deseos de las personas no son las verdades que luego se encuentran.

Lo más cercano que conozco a la vida después de ésta, es vivir en el recuerdo de las personas que se quedan. Las mejores personas dejan los mejores recuerdos; mientras mejores sean los recuerdos mejor habrá sido la persona que nos dejó. Así lo creo. Mientras más perduren los recuerdos de esas personas significará que más profundos fueron los sentimientos que se compartieron, más huellas dejó en los demás. Más vida se compartió.

Por eso los recuerdos tienen su pequeña parte de vida y nuestras acciones pueden ser reflejos de otras vidas anteriores, como suaves e inconscientes ecos de vidas. De forma que cada vez que le doy un bocado a la vida, cada vez que tengo la certeza de estar aprovechando esta porción de tiempo que se me ha prestado para vivir, mantengo la sensación de recibir un regalo de las personas que no están, pues gracias a ellos y a su jodida mala suerte, yo intento arrancarle tiras de felicidad a la vida, intento aprovechar este maltrecho tiempo que nos está regalado vivir, y que a otros le negaron, para agarrar lo máximo entre las manos.

Siento que la vida es tan caprichosa y lo recuerdo tan cada poco tiempo, que igual que me entristece ese recuerdo, por otro lado también me empuja a saltar, a saltar a vivir.

Su recuerdo es un impulso para vivir. Una manera de engrandecer mis sentimientos, de corresponder a tanto recibido, a tanto compartido y una verdadera vía para dignificar el recuerdo de los seres queridos.


viernes, 14 de junio de 2013

Get some color and music out of life?

Algunas veces las entradas de este blog tienen un sentido tan preciso y personal que no todo el mundo las puede comprender completamente, pero esa es una de las consecuencias directas de los blogs personales. Soy consciente de que hoy puede ocurrir algo así, pero es mi blog y hago y deshago lo que me viene en gana. 

Hoy va hacia quien tiene que ir y seguro que lo entiende así. Va por ti. ¡Hagamos esta casualidad perdurable!



Pero los demás también la pueden disfrutar, ¿eh?

jueves, 13 de junio de 2013

After Dark - Tito & Tarantula

Eran las dos y poco de esta tarde y conducía de vuelta a casa por la autovía. El cielo limpio y pausado sobre un Mediterráneo intenso decoraba el horizonte y sol barnizaba el asfalto dotándolo de un efecto mate, cuando en el cd comenzaron las primeras notas de la maravillosa canción de Tito & Tarantula, After dark. Subí el volumen, me puse las gafas de sol, y cuando comenzaba la cuesta abajo en la autovía levanté el pie del acelerador y me dejé llevar. La música hizo el resto.



Alguien me dijo hace tiempo acertadamente que esta escena de la película Abierto hasta el amanecer es la mejor actuación de Salma Hayek en su carrera cinematográfica. En otra ocasión escuché a la actriz dar las gracias a Quentin Tarantino por elegirla para aquella interpretación, pero yo creo que el mejor papel, sin duda, se lo reservó Tarantino para él.

Si le dedican  unos minutos a ver el vídeo me entenderán.

miércoles, 12 de junio de 2013

Una Dab Dortmunder Original

Estaba mi Málaga CF a la espera de rival en Champions League, después de eliminar al Oporto, y en cuanto le tocó el Borussia Dortmund me acordé de esta cerveza que había visto en las estanterías del supermercado pero que por una razón u otra aún no había probado. Siempre me había echado para atrás el tamaño de la botella, 660 ml, casi tamaño de botella de vino, dos latas para ser precisos. No me suele gustar la cerveza abierta de un día para otro, si no hay otra, me la tomo y no pasa nada, pero si tengo que elegir prefiero abrirla justo antes de tomarla, así que si la compraba me la tendría que beber en un sola sentada. Tampoco era un gran problema. 

De manera que en una de las posteriores visitas que hice al supermercado en cuestión me compré un par de botellas verdes de Dab Dortmunder Original. Cualquiera que sepa algo de geografía supondrá que es una cerveza alemana. Viene presentada en botella verde y al servirla posee un amarillo trigo oscuro con una espuma abundante y compacta. El sabor es suave, extrañamente suave para ser alemana, con un 5% de alcohol, es además bastante refrescante. A mí me dejó mal sabor de boca al final, pero fue por motivos futbolísticos, al igual que a ellos les debió ocurrir al final, también por motivos futbolísticos. ¡Ja!

martes, 11 de junio de 2013

Lluvia de hielo - Peter Stamm

Había leído alguna crítica y también alguna recomendación sobre el escritor suizo Peter Stamm, y lo tenía apuntado en la nube virtual de mis recuerdos, por si alguna vez se me cruzaba la posibilidad de echarme algo suyo a los ojos.

La oportunidad llegó en casa de mi amigo Miguel, con el que de vez en cuando tengo la fortuna de intercambiar libros. Le pedí su opinión sobre Peter Stamm y después de sus palabras decidí llevarme este libro de relatos, por probar.

Es un libro bello, en el que cada relato está dibujado en paisajes de descanso, ya sean en importantes urbes abandonadas en la temporada estival o en pequeños pueblos italianos. Un libro donde se "malgasta" el tiempo entre cervezas en terrazas soleadas, cafés solitarios junto a ceniceros repletos de cigarrillos mal apagados, con la mente perdida en busca del sentido indeciso de las cosas. Las relaciones de parejas, la amistad, la soledad, la conciencia de la presencia de la muerte, las relaciones íntimas, el compromiso, las felicidad perdida o no alcanzada son alguno de los temas que Peter Stamm manosea en estos relatos.

En definitiva un libro interesante, que hace pensar sobre los resultados marchitos de la vida.

lunes, 10 de junio de 2013

Blue Jasmine Trailer

Esta entrada es netamente informativa. Si están interesados en el cine del maestro Woody Allen, pueden verla, si no ya pueden irse, pero no olviden en volver de vez en cuando. Si en cambio sí están interesados en el cine de Woody Allen les diré que aquí les voy a colgar el vídeo promocional de la próxima película Blue Jasmine. Por ahora solamente lo he encontrado en inglés, pero en cuanto esté subtitulada o traducida al cristiano se la publicaré también. Aquí va:

Un día más tarde lo he encontrado subtitulado, así que... aquí lo pego y borro el anterior.



domingo, 9 de junio de 2013

Seboyas

Este mundo tan distraído e irregular, tan rebuscado y rugoso, tan particular y sorprendente, no deja de hacerme sufrir y reír al mismo tiempo. Quiero, pero no puedo remediarlo. Río por fuera y lloro por dentro. Casi no acierta ninguna.


viernes, 7 de junio de 2013

Arte callejero 15

Sube el teclado y a la derecha está mi casa. No todo el mundo puede decir lo mismo, ¿a que no?



jueves, 6 de junio de 2013

Habitaciones separadas - Luis García Montero

Para mí, la poesía viene a ser algo así como la medicina para los días torcidos. Cuando el ánimo lo llevo bajo y el carácter agrio, nada me endulza ni suaviza tanto como un buen libro de poemas. García Montero produce en cada volumen una de mis pócimas más resolutivas. Es colocarme bajo la sombra de sus poemas y sentir la brisa fresca de su escritura.

De entre los versos de este libro he elegido un poema breve y sincero. Un poema con la misma silueta de los besos de los enamorados: ardientes y repletos de futuro.

Dedicatoria

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.

Luis García Montero

miércoles, 5 de junio de 2013

Previo al verano

Me agradan estos días previos al verano, antes de que el sol se vuelva insoportable y devastador. En las terrazas las mujeres exponen sus piernas desnudas al tímido sol, los escotes comienzan a mostrar la tersa amplitud de su esplendor y las sonrisas y la viveza de las miradas traslucen el tiempo de descanso por llegar, tan esperado y merecido.

El primer café en una terraza o pasear por las calles al frescor de la mañana son una delicia. Las flores ofrecen su mejor puesta en escena, el flirteo de las aves rellenan y dan un ambiente cantarín a los silencios de la ciudad. Todo viene envuelto en un primaveral destello. El sol se filtra entre las nubes y el cielo ofrece un lienzo decorado de un ciano limpio tiznado de vetas blanco pastel. Una ensoñación imposible y real en un mismo instante. El milagro de la vida.

El sonrojo de las mejillas de las mujeres es más notable sobre la piel inmaculada, y el contraste con el carmín de rouge intenso aplicado en los labios es de una belleza cautivadora. Un auténtico canto sugestivo a la sensualidad.

Una suave brisa mece las páginas del libro que estoy leyendo y me despierta de mi ensoñación de ojos abiertos, me devuelve a la lectura arrancándome de la privilegiada vista de la primavera que poseo desde la terraza de una cafetería. La deliciosa y apetecible primavera se ha abierto ante mí, como una flor, ha desplegado su aroma enriquecedor sobre mi ser y ahora cierro las páginas del libro, pago la cuenta y me echo a volar.

martes, 4 de junio de 2013

Un infierno

El domingo pasado fui a la playa. ¡Qué trabajo me cuesta ir a la playa! ¡Cuánta pereza! ¡Cada día más! Lo peor de ir a la playa para mí no es el sustantivo sino el verbo. Quiero decir que no es la playa en sí, ni estar en la playa, si no la que hay que liar para llegar hasta allí. El tiempo que uno pierde en prepararlo todo. Especialmente el primer día.

Mi gran ventaja es que a mi señora le gusta mucho ir a la playa y ella prepara casi todo, la gran desventaja es que le gusta demasiado ir a la playa y está todo el día pensando en ir. Yo tan solamente de pensar la que hay que liar para ir, ya estoy cansado. Porque prepararse para ir a la playa y con dos niños es casi como prepararse para ir a la guerra. Yo que era de gafas de sol y toalla al hombro.

Buscar las chanclas, las toallas, los bañadores, meter en el maletero del coche las cuatro sillas de la playa, la sombrilla, las palas, rastrillos, cubos y largo etcétera de utensilios variados que llevan los niños a playa, además de ropas de recambio y gorras y batidos para la merienda, y antes preparar los bocadillos del almuerzo para todos. Y todo meterlo en la nevera. Y luego hay que aparcar, que es como una maldición. Y siempre teniendo en mente que mientras más lejos aparques más camino hay que cargar con todo.

Cuando uno por fin aparca y llega a la playa y encuentra esos cuatro metros cuadrados donde instalarse y clava la sombrilla y coloca la silla estratégicamente para pillar el máximo de sombra, cuando ha cuidado de colocar la nevera cerca, en lugar fresquito, y por fin se sienta, entonces, ha llegado el momento de bañarse y acercarse a la orilla y comprobar que el agua está congelada. Y luego dicen que el planeta se está calentando. Si no hay más que comprobar que el agua del mar cada día está más fría. ¡Cago'n to'!

Uno se lleva un libro a la playa con la esperanza de poder leer un rato, y al menos sacarle algo de zumito a esto de acudir en manada a la playa, pero resulta que con suerte quizás pueda uno leer tres páginas. Y hablo en el mejor de los días. De alguna endiablada manera todo parece conjurarse para que uno no pueda detener la vista en el libro.

Vale, sé que algunos pensaréis que no siempre es así, que hablo desde la perspectiva negativa de las cosas y que en realidad hay veces que se puede disfrutar y relajarse en la playa, sí, es cierto, pero yo sinceramente lo consigo poco, casi que debería decir que milagrosamente lo he conseguido. Pero aun así, lo peor de todo no es lo que les he contado ahora, no, lo peor sin duda llega después, cuando hay que volver a casa y recoger todo y deshacer todo lo recorrido, sólo que ahora todo está empanado de arena, niños incluidos. El coche parece un oasis de la cantidad de arena que lleva dentro y la caravana de vuelta, no sé por qué pero siempre parece más larga.

Ya ven que estoy emocionado de haber comenzado la temporada de playa.

domingo, 2 de junio de 2013

Como la vida misma

He aquí una afirmación bien cierta. La vi y me hizo sonreír, de manera que pensé que igual a ustedes también les haría gracia. Es cierta como la vida misma.

Es cierto, el alcohol mata gente.
¿pero cuántas nacen a causa de él?

De todas formas tengan en cuenta que si beben no conduzcan.

sábado, 1 de junio de 2013

El manto de grandeza

Hace unos minutos acabo de terminar de ver el último documental sobre Woody Allen. En él se recoge una entrevista de promoción o previa al rodaje creo que de la película Match Point.  Scarlet Johansson y Woody Allen están sentados en un sofá  contestando a las preguntas del periodista.


Entrevistador a Scarlett: ¿cómo se siente trabajando con Woody Allen?

Scarlet Johansson: Me siento afortunada de estar sentada en este sofá con un genio reconocido.

Woody Allen: Llevo mi manto de grandeza con la mayor humildad que puedo. Me parece lo correcto, pero no sé, porque en la cima estás solo.

Este hombre es hilarante.

Por cierto les cuelgo el cartel de la próxima película (no es gran cosa), que por cierto se estrenará en gringolandia el 26 de julio.