viernes, 30 de diciembre de 2022

Mecano Experience en el Martín Carpena

Pepi cumplió cincuenta años, una fecha redonda, y sus hermanos le regalaron un par de entradas para el concierto tributo de Mecano, que lo llamaron Mecano Experience y que se iba a celebrar el sábado 22 de octubre en el Martin Carpena de Málaga. Así que llegado el día nos presentamos en el Palacio de Deportes con la sorpresa de que el concierto se había suspendido y no nos habíamos enterado. Como no habíamos comprado la entrada, sino que fue un regalo, no recibimos el aviso de suspensión. ¡Vaya chasco! Pero bueno, aprovechamos que estábamos en Málaga y nos fuimos a cenar en plan romántico.

No llegó a suspenderse en realidad, se aplazó, y bueno, decidimos esperar. De manera que no devolvimos las entradas y el 29 de diciembre, fecha elegida para volver a intentarlo allí nos plantamos.

La verdad es que a mí, en general, me decepcionó algo, porque si bien todo estaba muy bien montado, me sorprendió que con el amplio catálogo de canciones que tiene la banda madrileña tuvieran que meter canciones de otros artistas en mitad del show. Mezclaron No es serio este cementerio con Thriller de Michael Jackson e interpretaron Imagine de John Lennon, que la verdad, son canciones maravillosas pero no me parecía que fueran apropiadas para lo que habíamos ido a ver. Seguro que hubo mucha gente a la que le encantó, pero a mí me dejó un poco planchado. Tonterías personales. Pero Pepi lo disfrutó, que era lo importante. 

lunes, 19 de diciembre de 2022

Fútbol moderno

Mi niño juega al fútbol. Esta es una frase que puede hacer ahora mismo casi cualquier padre de niño, sin decir ninguna mentira, porque los niños lo único que quieren hacer es jugar al fútbol y mirar el móvil. En breve muchos de ellos irán abandonando el cartel de ser niños, comenzarán ser jóvenes y añadirán otra variable -si no la han añadido ya- que es la base de la evolución, ya me entienden. 

Pero cuando escribo esa frase no crean que jugar al fútbol requiere ejercicio físico, un balón, una amplia zona donde correr, un par de mochilas que sirvan de postes y un buen puñado de amigos. Ya no es necesario. Los niños juegan al fútbol sentados en sus casas, con un mando en las manos, una consola de videojuegos cerca y una conexión eficiente a Internet. No necesitan más para tirarse toda una tarde, o si se les deja todo el día completo, jugando en la videoconsola.

El mío es uno de esos, pero a veces juega con su equipo de fútbol, el de verdad, porque lleva ya federado unos cuantos años. ¿Es mejor que jugar a la videoconsola? Yo diría que sí. Los amigos no son virtuales, los goles se celebran abrazándose, aprenden a sacrificarse en equipo, y mueven el esqueleto algo más que del sofá a la cama. 

Evidentemente toda actividad tiene un coste. Y como todo, tiene sus pros y sus contras, que tampoco son pocos. Para comenzar, jugar al fútbol federado tiene un coste: la cuota del club, las botas de fútbol, el traslado a los terrenos de juegos los días de partidos en los fines de semana, sin contar el bueno número semanal de horas de entrenamiento y un largo etcétera...

Pero lo peor del fútbol, con diferencia, son los padres, los energúmenos que pululan por los campos de fútbol.  La mayoría de ellos padres de niños con el único lema en su cabeza de Mi Niño Fútbol Club. La verdadera lacra del fútbol. 

Este fin de semana mi niño cayó en un partido, y se dobló la muñeca. No salió contento porque habían perdido y eso le dolía más que la muñeca. Al final no fue gran cosa, no hubo ni rotura ni fisura, pero tuvo que tener la muñeca inmovilizada un par de semanas. Las lesiones, otra de los contras del jugar al futbol más allá de una pantalla. Cosas de fútbol moderno.

viernes, 16 de diciembre de 2022

Anatomía de un instante de Javier Cercas

Supe que Javier Cercas venía a la biblioteca Miguel de Cervantes de Fuengirola a dar una charla presentando su último libro, El castillo de Barbazul, la tercera entrega de una novela policíaca, de la que mi mujer es muy aficionada.

Hacía tiempo que por casa descansaba pacientemente para ser leída Anatomía de un instante, un libro publicado en 2009, pero que nunca había encontrado el momento para abrir sus páginas. Esta ocasión me parecía perfecta.

Así que me adentré en el golpe de Estado de España de 1981. Aquel año, en aquel momento, yo tendría siete años y recuerdo que nos dejaron salir del colegio, recuerdo mis padres pendientes de la televisión, algo gordo se estaba cociendo pero a mi temprana edad aquello significaba problemas políticos, algo que en mi casa era sinónimo de las ganas que tenían los adultos de aburrirse hablando.

Aquel 23 de febrero fue tal vez unos de los puntos de inflexión más importante de la historia reciente de España. En aquella antigua televisión Thompson que teníamos en lo que nosotros llamábamos la salita, pude ver los tiros de Tejero, (años más tarde visité el Congreso de los Diputados y pude ver los orificios en el techo del hemiciclo) la figura impertérrita de Gutiérrez Mellado y de Adolfo Suárez. Eso es lo que, a ojos de niño de siete años, más me llamó la atención.

Se han escrito ríos de tinta sobre aquel suceso y poco tengo yo que añadir a aquello salvo la mirada infantil de un niño al que aquello que no llegaba a comprender le parecía más una aventura divertida que un escenario de preocupación.

Ahora han pasado los años, la humareda de la pólvora se desvaneció y con la objetividad que da el tiempo Javier Cercas pudo poner en orden todos los pasos que se tomaron antes del golpe de estado, pero también aquellos que ocurrieron durante y después del golpe. 


Pd: Javier Cercas vino a Fuengirola, ofreció una estupenda charla y me dedicó el libro. Muchas gracias.

sábado, 10 de diciembre de 2022

Coque Malla en París 15

Hacía tiempo que tenía ganas de volver a ver a Coque Malla en directo. Varias veces de las anteriores que había venido cerca, por una razón u otra -que ya ni recuerdo- no pude verlo. Siempre pensaba, pues nada, tendrá que ser la próxima vez. Hasta que finalmente llegó la oportunidad.

Su gira El viaje del Astronauta Gigante estaba dando sus últimos conciertos y se había anunciado fecha un viernes por la noche en Málaga, en la Sala París 15. Un plan perfecto. Así que Pepi y yo y unos cuantos amigos nos juntamos para ir a ver el concierto. 

Aún recuerdo como si fuese reciente la primera vez que vi a Coque Malla en concierto, en realidad fui a ver a Los Ronaldos en la Plaza de Toros de Fuengirola, en lo que se conocía como La Noche Rosa, por donde un buen número de bandas españolas del momento pasaron a darse a conocer. Fue uno de mis primeros conciertos. Los Ronaldos dieron un conciertazo. No recuerdo la edad que yo tendría pero calculo que serían finales de los 80. Así que bien joven sí que era. Un adolescente efervescente, imagino. La cosa es que el concierto me dejó mella. Me encantó y casi instantáneamente me convertí en un seguidor de la banda.

Los años han pasado por mí y también por Coque Malla. Cuando yo lo vi, él era un joven aún imberbe con cara de niño (siempre ha tenido cara de niño) y ahora ya rebasa la cincuentena, pero se conserva muy bien y sigue teniendo ganas de bailar (yo tengo un poco menos).

Casi todos los temas que me gustan estuvieron en el setlist. La carta, No puedo vivir sin ti, Me dejó marchar, Berlín, o clásicos de Los Ronaldos como Por las noches, o Adiós papá. 

Pd: Ahora recuerdo que sí que me quedé con ganas de una canción, Cachorro de león. A ver si la próxima vez es posible.

sábado, 3 de diciembre de 2022

Emocionarte - Carlos del Amor

Evitar entrar a una biblioteca es algo casi imposible para mí. Me cuesta mucho esfuerzo pasar por delante de una biblioteca y no acceder y dar un vistazo. No lo puedo negar, si entro en una biblioteca pública, normalmente pico y me traigo algún libro, en la mayoría de las ocasiones más de uno. Ya pueda tener quinientos libros en casa para leer, ya puede ser que tenga sobre la mesa de noche seis libros deseando comenzar o estar a punto de acabar uno que me tenga abducido, aún así, si voy a una biblioteca, algo me traigo. No lo puedo evitar. 

Fui a la carnicería, pasé por delante de la biblioteca y una energía centrípeta me atrajo a su interior. Una vez dentro la voluntad se difumina, el razonamiento encuentra recovecos de convicción y al menos un libro se viene conmigo a casa. Ésta vez no fue distinto.

Siempre he sido una amante de los libros alrededor del arte. El arte en su más amplia definición. Biografía de artistas en general, explicación de cuadros, arquitectura centroeuropea, museos del mundo, tumbas de artistas, 

No sabría bien explicar qué significa el arte para mí, pero sé que significa bastante. Es importante para mí. Por eso cuando vi un libro de Carlos del Amor (del que no había leído nada) que contaba la historia detrás de muchos de los cuadros que todos amamos, no pude evitar llevármelo. Treinta y cinco obras de todos los tiempos. ¿Qué se quería explicar en el cuadro? ¿Fue un encargo o una obra libre? ¿Qué momento de su vida estaba atravesando el artista? ¿Dónde estuvo expuesto el cuadro? ¿Quién lo robó? Hay miles de historias pequeñas y atractivas detrás de los cuadros. Yo quise conocerlas. Me gustó mucho.

miércoles, 23 de noviembre de 2022

La Piel - Sergio del Molino

Venía el escritor Sergio del Molino a Fuengirola a ofrecer una charla y a presentar su último libro, Un tal González. Sin embargo, era un libro que no me atraía lo suficiente como para iniciar mis lecturas con él. Tenía claro que esa no iba a ser mi primera lectura de Sergio del Molino.  Había leído bastante sobre su libro más notable o, al menos, el que más aplausos había reunido: La España vacía. Y tenía pensado que éste sí era una buen inicio. Así que fui a mi librería habitual y, para llevarme la contraria, me conseguí una copia de La piel. Así de contradictorio e impredecible soy.

Me gusta ir a una charla habiendo leído algo del escritor, con los deberes hechos. Prefiero pedir la dedicatoria de un libro que me haya leído. No siempre lo consigo, pero al menos lo intento. Si no me ha gustado igual no se lo voy a decir así pero tampoco me derretiré en regalarle los oídos. En este caso iba a ir a pedir una dedicatoria encantado porque el libro me gustó.

Historias muy distintas con un hilo común, un nexo de unión, la psoriasis. Ponerte en la piel de una persona -nunca mejor dicho- que sufre de psoriasis no es fácil, y para nada agradable. Aunque tampoco creo que fuese ese el objetivo del autor, pero sí explica con muchos ejemplos y pequeñas historias el sufrimiento y los complejos que pueden llegar a sufrir una persona que sufre dicha enfermedad.

A veces las personas no saben enfrentarse a ella, a veces la sociedad no está preparada para actuar con normalidad. A veces conocer el problema no es la solución pero sí es un primer paso, tal vez el más importante de todos.

Pd: disfruté mucho la charla y me traje el libro felizmente dedicado.

domingo, 30 de octubre de 2022

Wisława Szymborska (1923-2012)

No supe de la existencia de la poetisa polaca Wisława Szymborska hasta que en 1996 ganó en el Premio Nobel de Literatura. No me sonaba ni el nombre, como supongo que le pasó a la gran mayoría del público no especializado. Nadie aparte de los que están muy atentos en los círculos poéticos internacionales sabía decir nada cierto sobre la ganadora del Nobel.

Supongo que ese salto a los escaparates de las librerías mundiales es la gran publicidad del premio Nobel. Una escritora puede ser absolutamente brillante que si no consigue acercarse a los premios, o al menos, a ser candidata a los premios pueda pasar completamente desapercibida no diría ya para el gran público, sino incluso para el público especializado.

La poesía de Wisława es limpia, sin recovecos ni planos ocultos, pero encierra mucho más de lo que cuenta. Hay una especie de simpleza confesional en sus poemas, en ellos se expone sus gustos y fobias, certezas y dudas, y el lector va descubriendo verso a verso el pensamiento global de la escritora. Vamos montando el plano general de su personalidad, y en cierta manera, nos va ganando, vamos comprendiendo la simpleza (obligada) de su vida, sus penas y estrecheces y entendemos que este premio le otorga una especie de justicia poética, quizás, la única posible justicia poética de sus poemas le llegó en vida.

Leer a Wisława Szymborska es absolutamente sencillo y tremendamente tierno. 

viernes, 21 de octubre de 2022

Montero Glez en Málaga

Vino a Málaga uno de los escritores yo diría más originales de las últimas décadas. Montero Glez, escritor madrileño pero gaditano adoptivo. Escritor navajero sin pelos en la lengua capaz de escribir con arte y redoble, taconear y carnearte de arriba abajo mientras lees un párrafo. Pocos libros he leído más incorrectos, tan fuera de norma, tan arrebatadoramente transgresores como algunos de los escritos por Montero Glez.

Recuerdo haber leído por primera vez Sed de Champán o Manteca Colorá. Libros de lectura gozosa, no tanto por el qué que como el cómo. Porque los párrafos, las frases o las palabras de los textos de Montero Glez no están escritos a vuela pluma y se nota. Sus libros llegan con el peso de los tachones y los folios desechados, donde los recovecos de la escritura rima con la simetría de los significados, donde una sirena tiene el significado esperado y el inesperado. La ambigüedad de lo escrito junto al tajo directo del bisturí. 

No es habitual Montero Glez a charlas ni a lugares públicos, él mismo lo explicó, prefiere la soledad del horizonte, las conversaciones de barras que la grandilocuencia de las redes sociales. Aficionado al fútbol, pero al fútbol de puro y coñac, no ese sucedáneo light y de atletismos que tenemos ahora. Acudió con mascarilla porque venía aún debilucho de haber arrastrado secuelas de la Covid. Afirmó haberlo pasado muy muy jodido. Enemigo de salir de su playa, prefiere el fuerte viento tarifeño al denso ruido de los cláxones, así que no es sencillo verle fuera de su entorno de confort. 

El tema es que Roberto Montero Gonzalez acudía al Centro Cultural La Malagueta, y no lo hacía a presentar ningún libro, sino a hablar de Literatura, aunque recientemente había publicado Carne de Sirena. El tema principal del diálogo que mantuvo con José Antonio Trujillo llevaba el título de Literatura Cuántica, pero Montero Glez que es buen orador tocó muchos temas y la hora de acabar nos pilló en un santiamén.

Al final de la charla tuve la suerte de compartir un conversación con Montero Glez, y me traje un par de libros firmados de su puño y letra. Una suerte. 

domingo, 16 de octubre de 2022

Quien mal empieza...

Comienza otra ilusionante temporada del Málaga CF, mi equipo. Otro año en segunda división. Quinto año consecutivo y gracias, porque la temporada pasada acabamos en la posición decimo octava, muy cerca del descenso. ¡Qué sufrimiento! Las dos temporadas anteriores estuvimos en media tabla, tan sólo el año después de descender estuvimos cerca de conseguir el ascenso. Lo cierto es que el Málaga lleva un tiempo sin mando, a merced de que un grupo bien dirigido haga buena mezcla porque por encima, presidiéndolo todo, tenemos un administrador judicial con las manos atadas haciendo la función de presidente. El presidente, ya lo saben, un jeque de Monopoly. Un quiero y no puedo, un oportunista aprovechado, un granuja sin escrúpulos. El presupuesto -pueden imaginar- está siempre cogido con alfileres y por tanto una economía como un perro lleno de pulgas. Ya me entienden.

A pesar de todo esto, yo estaba ilusionado, me parece que la plantilla es mejor que la anterior. Y no sé, me daba que iba a ser un buen año. pero se me iba a pasar pronto.

Primera jornada perdimos en Burgos por 1-0. Una imagen muy plana ofensivamente. Bueno, es una liga muy igualada y siempre están los nervios de la primera jornada. En la segunda jornada salimos goleados en casa por 0-4 frente a Las Palmas, lo que fue un severo traspiés. Ahí saltaron algunas alarmas. En la tercera vencimos al Mirandés 1-3 en lo que pareció una buena reacción. Una gota de esperanza. Pero esa fue toda la reacción. Seguidamente perdimos en casa 1-2 contra el Albacete, 1-0 en Huesca y 3-1 en Tenerife, además con un expulsado.  En casa sólo fuimos capaces de empatar contra en Villarreal B 1-1. Después dos empates a cero contra el Racing y el Andorra y perdimos por la mínima en Leganés. De las 10 primeras jornadas los resultados lo dicen todo: 6 derrotas, 3 empates y 1 victoria. Toda la ilusión se disolvió como cucharilla de azúcar en una piscina. Jornada 10 y somos colistas y a 4 puntos de la salvación y ya a 13 puntos del ascenso. En sólo 10 jornadas.  Miedo me da.

domingo, 9 de octubre de 2022

Cuando comienza la feria...

Cuando comienza la feria de Fuengirola la ciudad gira en fiesta, y especialmente eso es lo que pasa en nuestra casa, porque el día que da comienzo la feria, el siete de octubre, cumple años el chiquito de la casa, Miguel, y claro, siempre es un día especial para nosotros cuando cumple alguien de la familia, con la suerte añadida para Miguel de que su cumpleaños es día festivo en nuestra localidad.

No todo es fiesta y sorpresas agradables, porque es muy complicado que en un día tan señalado dentro de la localidad podamos festejar algo sin bajas. Siempre hay alguien que tiene una reunión familiar o simplemente porque es una fecha que mucha gente utiliza para realizar un viaje. De manera que el cumpleaños de Miguel, siempre lo celebramos acudiendo a la feria.

Como Miguel nació el primer día de feria, y a los pocos días, cuando le dieron el alta en el hospital y regresamos a casa, hacía un día muy bueno, nos acercamos a la feria. Su primer día de feria fue con apenas cuatro días,  de manera que al año siguiente, con tan sólo un año de vida, ya  era su segundo año en la feria. Por eso, como anécdota graciosa, siempre le repito que él es más feriante que nadie y que si en esta ocasión iba a cumplir catorce años, llevaba yendo a la feria quince y que poca gente puede decir lo mismo. Ha ido a la feria más años de los años que cumple.

domingo, 2 de octubre de 2022

Sigur Rós en el Sant Jordi Club de Barcelona

Se me presentó la oportunidad de ir a ver el concierto de Sigur Rós en Barcelona. Por un lado estaba el concierto, por otro el cumpleaños de mi amigo Miguel, fan acérrimo de la banda islandesa y que también tenía la intención de acudir, desde Valencia, al concierto. Con la excusa de celebrar que cumplía 40 años, que es fecha redonda, y que caía en sábado, unos cuantos amigos decidimos juntarnos en Barcelona, más concretamente en Martorell, donde vive el que en gran medida organizó la reunión. Una barbacoa en su terraza, una mesa y pasar un buen rato. Porque aunque nos separan cientos de kilómetros con esto de las redes sociales estamos más en contacto que con cualquiera de nuestros vecinos.

La barbacoa en Martorell, el concierto en el Sant Jordi Club, que es una sala situada justo a las espaldas del Palau Sant Jordi. De los traslados se ocuparon ellos, bueno de los transportes y de todo, la verdad. Yo sólo tuve que buscarme vuelos directos baratos de ida y vuelta a Barcelona desde Málaga, y un hotel que compartí con Miguel tras el concierto.

Así que con el beneplácito de la jefa, así lo hice. Un sábado bien temprano cogí el tren en dirección al aeropuerto y antes de medida mañana ya estaba en aeropuerto de El Prat, desde donde me recogieron en coche para ir a Martorell. Allí nos juntamos con otros amigos, y pasamos un buen rato juntos. Hubo tarta e incluso un regalo conjunto en formato MotoMami.

Había un muy buen ambiente. Comenzaron con Vaka, y tocaron Fljótavík, Glósoli, E-bow o Kveikur. Por nombrar sólo algunas. El sonido fue impecable, y lo recordaré siempre como un estupendo concierto. 

A la mañana siguiente, sin poder entretenerme mucho, tocaba coger el avión de vuelta. Sacar un libro y disfrutar del viaje. Otro día para atesorar como recuerdo. 


viernes, 23 de septiembre de 2022

Oh! Gunquit en Velvet Club

Hacía tiempo que llevábamos pensando salir una noche con nuestros vecinos y amigos Ana y Óscar, pero es complicado cuadrar una fecha para todos. Entre los trabajos, los niños, los compromisos y tal, es casi tan complicado como encontrar una aguja en un pajar. Al final, como la idea ir a salir a cenar y después hacer algo, cuadramos una cena en el Drunk-O-Rama y después un concierto en Velvet Club. Para mí era un plan estupendo.

Vino a Málaga de gira una banda londinense con muchas ganas de jaleo, Oh! Gunquit.  Según ellos hacen una especie de Rumble-Bop a la que yo añadiría algo de Surf Punk refrescante con un toque garage. Muy divertido. La cosa es que lo pasamos fino. Hicimos el ganso, bailamos, reímos y poco más es necesario para pasarlo bien. Ellos tenían ganas de diversión y nosotros más. No había fallo.

Como me tocaba conducir a mí, tuve que tirar de cerveza sin alcohol, y a disfrutar de la música. Fue muy divertido ver a Tina subida en la barra, tocar la trompeta mientras hace bailar el hula hoop en su cintura, o coger el látigo y buscar voluntarios dispuestos a sufrir. Lo pasamos bien. Al final la música es otro canal como cualquier otro para divertirse, para mí incluso uno de los mejores. Así lo hicimos. 


miércoles, 14 de septiembre de 2022

50 años de la mejor

Este es un blog personal, en el que voy contando las cosas que se me ocurren y las cosas que hago. A veces unas son más interesantes y otras veces menos. En la vida de cada persona hay hechos o momentos que tienen una trascendencia y otros muchos, la mayoría, en cambio, que pasan desapercibidos o no tienen importancia... o sí, pero no lo sabemos. 

En mi vida, casi con total seguridad, el momento más trascendente fue conocer a mi mujer, a mi Pepi. Una casualidad como otra cualquiera. Nuestros padres decidieron apuntarnos a inglés en la misma academia. ¿Qué hubiera sido de mi vida si no la hubiera conocido allí? Me gusta pensar que si no hubiera sido en una academia de inglés hubiese sido en otro sitio, pues tenemos una edad similar y hubiéramos coincidido. Eso creo yo. Si no ese año, hubiese sido ese verano, o al curso siguiente en el Instituto. Pero nunca sabremos lo que hubiera pasado.

Lo que sí sé es que desde la primera vez que la vi, algo me hizo clic, clan y clón. No diré que fue un flechazo de película porque no lo fue. Me pareció guapísima y muy femenina, eso sí. Lucía unos ojos verdes preciosos y algunas pecas graciosas rodeándole la nariz. Luego fui conociéndola. Era tímida y risueña, aplicada y muy lista. Me di cuenta rápido que quería pasar mi tiempo con ella. Siempre buscaba sentarme cerca de ella de manera que a la salida de una clase le pedí salir. Ella dice que le pilló de sorpresa y que se lo tenía que pensar. Pasó el tiempo y me dijo que bueno, que sí.

Entonces comenzamos un camino juntos. Desde aquel inocente momento, casi infantil, fuimos creciendo juntos, conociéndonos. Ese camino juntos empezó aquel día y aún continúa. En medio hemos vivido muchas cosas juntos, más que muchas vidas enteras. Hemos pasado por cosas difíciles, momentos complicados, pero la mayoría de lo que hemos vivido has sido momentos felices.

Hemos formado una familia juntos. Tenemos dos niños de los que estamos muy orgullosos. Seguimos trabajando por darles una educación adecuada. Para prepararlos para una vida futura y mientras continuamos caminando por aquel camino que hace muchos años comenzamos.

Hoy cumple 50 años. Y lo más sincero que puedo ofrecerle en este blog, después de tanto tiempo, es darle las gracias. Gracias por estar ahí, gracias por ser como eres. Eres lo mejor que me podía pasar.

Pd: Celebramos su cumpleaños como está mandado. Un día nosotros solos, otro día con su familia y otro con la mía. Y es que resultó complicado juntarnos todos en una misma fecha.



martes, 13 de septiembre de 2022

Andalucía BIG Festival 2022 - Sábado

El sábado llegábamos a la última jornada del festival, que significaba para mí, además, la última jornada de mi segundo festival en fines de semanas consecutivos. Así que conseguía cumplir el objetivo de salir vivo a la paliza física de muchísima música, muchísimos músicos y en realidad, un sueño cumplido.

Lo primero que teníamos señalado para ver era a Niña Coyote Eta Chico Tornado, el dúo donostiarra que tiene un rock visceral y potente, muy cercano al punk, contagioso y con un ritmo trepidante. Koldo y Úrsula. Koldo toca la guitarra y canta y Úrsula toca la batería. No necesitan más. Con eso les sobra y les basta. Koldo agarra la guitarra eléctrica, la enchufa a la electricidad, sube el volumen, Úrsula levanta las baquetas, marca el inicio de la canción y ritmos pegajosos con un sonido reverb y picante nos engancha a todos. Lo dieron todo y más. Tuvieron el detalle de captar que muchos de los que allí estábamos habíamos comprado el bono con la intención de ver a Rage Against the Machine, que fueron anunciados para estar presentes en el festival, pero debido a un problema de rodilla o tobillo (no recuerdo ahora) de Zack de la Rocha suspendieron la gira. En su lugar, pues trajeron a otras bandas. 

Pero Koldo y Úrsula sabiendo eso quisieron hacer una versión de Killing in the Name, temazo de la banda americana. ¡Buah! Fue uno de los momentazos del festival. Irrepetible. Vaya comienzo de día fue.

Tras el dúo donostiarra llegaba el turno de María José Llergo, la cordobesa de dulce voz y cálido acento andaluz, que vino para poner un toque flamenco al festival. Y bien que lo consiguió. Sufrí un poco viéndola envuelta en un vestido negro dándole el sol de lleno, a una hora (las 18:30) que era más para estar a la sombra que para otra cosa. Aún así ofreció un concierto de muchas raíces y buenas flores con olor  a jazmín y un millón de besos y gracias, porque agradecida es la chiquilla, que pasó gran parte del concierto saludando a gente conocida que había venido a verla. Se la vio muy contenta e incluso emocionada de poder estar ahí, de tener esa oportunidad.

Sin salir de la comunidad pero saltando de provincia, la banda de rock 091 vino para ofrecer un concierto con cierto aire de nostalgia para muchos. Me pareció que no estaban para mucho brío, los vi un poco como desentrenados, a contrapié, incluso que les faltaba garra, pero tuvieron una buena acogida por la gran cantidad de público que ya peina canas y que mantiene un cariño casi visceral a canciones suyas como La Canción del Espantapájaros o, especialmente, La vida qué mala es. ¿Cuántas veces habré escuchado esta canción en mi vida? Uno de los inicios de canción más poderosos del rock español. No sé si los volveré a ver en directo, pero les di las gracias por todo lo disfrutado.

En el escenario pequeño tocaba una banda desconocida para mí, pero lo poco que había podido escuchar de ella en Spotify me transmitían buenas vibras, que dicen ahora los jóvenes, y nos acercamos a verlos un rato. Spiritual Cramp son una banda rock californiana con mucho ska, bastante garage, una pizca de punk y unas enormes ganas de divertir, o de pasárselo bien. Al menos esa es la sensación que me transmitieron. Daba la impresión de que ellos se lo estaban pasando pipa. El escenario no era muy grande y ellos a veces juntaban en el escenario seis componentes. No me quedó claro cuántos son en el grupo, porque entraban y salían de las tablas casi en cada canción. Lo pasamos bien viéndolos.

Tras el alocado concierto de Spiritual Cramp llegaba el momento más duro para mí. Por un lado Los Planetas, banda que ya he visto varias veces (creo que ésta era la cuarta ocasión) pero la primera vez que los vería en festival, y justo a la misma hora, como un solape tremendamente doloroso, Nikki Hill, a la que también he visto en directo con antelación.  ¡Qué dilema! Hiciese lo que hiciese me iba a fastidiar y no habría consuelo posible. Finalmente me decanté por ver a Los Planetas, que siempre los había visto en teatros y nunca en festival, y supuse que habría cambios en cuanto a la elección de las canciones. Creo que acerté. Además el concierto de Los Planetas ocupaba más franja de horario y en principio iba a ser un concierto más largo, y bueno, me decidí por ellos. Efectivamente tocaron algunos temas que no había escuchado en directo nunca, como El rey de España o El negacionista. Fue un concierto estupendo.

Para acabar el festival, y como guinda, quedaba la actuación de Muse, que además tenían el privilegio de no solaparse con nadie. Todo el que estuviera allí podría verlos, desde más lejos o desde más cerca pero no sufrirían ningún solape. El sonido del festival en general fue más que bueno, yo diría que incluso brillante. 

Centrándonos en el concierto de Muse, la verdad, traen un auténtico espectáculo visual además de musical. Su último disco no es para mí nada memorable, pero es cierto que en su carrera tienen algo más que un buen puñado de canciones. Tienen himnos generacionales y melodías que todos conocemos, aunque desconozcamos de qué banda es. Los británicos se presentaron puntuales con su contundente Will of the People. Poco a poco fueron sorprendiendo al público con varias sorpresas que tenían preparadas. A mí personalmente me gustan muchos los guiños a otras canciones que suelen hacer. En Hysteria tocaron el riff de Know your enemy de Rage Against The Machine y en Psycho el de Township Rebellion.   Madness es una canción que yo esperaba con ganas, en Supermassive Black Hole hizo un guiño a Hendrix y su Foxy Lady, al igual que en Plug in Baby lo hizo con Sweet Child O'Mine. 

Podrán gustar más o menos su puesta en escena, incluso sus canciones,  pero Uprising o Starlight hicieron botar a todo el público que estaba entregado a una banda que lo daba todo en el concierto. 

No tengo ni idea de cuánta gente había allí reunida para ver a la banda británica. Unas 20.000 he leído en prensa, pero recuerdo cuando comencé a escuchar a Muse, allá por el año 2001 cuando publicaron aquel Origin of Symmetry. Aquel disco lo quemé. No eran muy conocidos entonces y si alguna gira lo hubiera acercado por aquí, estoy seguro que me hubiera encantado ir, y probablemente con mucho menos público del que congregan ahora. Me he ido alejando de su discografía dependiendo de sus discos y de los discos de otros artistas que han ido absorbiendo mi tiempo.  Lo cierto es que lo gocé de lo lindo.


lunes, 12 de septiembre de 2022

Andalucía BIG Festival 2022 - Viernes

La segunda jornada también tenía muy buen cartel y poco antes de las seis de la tarde ya estábamos aparcados en Málaga, a pocos pasos del festival. Al llegar pudimos disfrutar un poco de la música de The Dip que no sonaban nada mal, y aunque no los teníamos marcado como visita del día, los vimos terminar. Apuntamos en nuestra agenda de cosas con las que estar atentos.

Al que sí teníamos marcado como algo que no queríamos perdernos era el músico americano oriundo de Texas, Kevin Morby, que venía acompañado de estupendos músicos y dio un estupendo concierto. Comenzó cogiendo al toro por los cuernos e inició su actuación con This is a Photograph, que es el tema que da nombre a su últimos disco. Personalmente disfruté mucho de su actuación porque soy un enamorado de sus ritmos pausados y machacones. Interpretó casi todas mis canciones favoritas (City Music, I have been to the mountain, Harlem River o Parade). Y la sensación fue que el concierto se me hizo corto, que aunque habían casi todo lo que me esperaba de él, me quedé con ganas de escucharlos un rato más, pero esto es un festival y ya sabemos que en los festivales no suele haber mucha sensación de estómagos saciados.

Justo después de Kevin Morby tocaba escuchar a Paolo Nutini, que tiene el honor de haber grabado uno de mis discos favoritos del pasado año (Last night in the Bittersweet). De manera que llegaba a este concierto con unas ganas tremendas de escuchar su música. Mr Paolo Nutini se marcó una de las mejores actuaciones del festival a mi juicio. No es algo que diga a loco y sin meditar.  Incluyó en su repertorio grandísimas canciones pero es que además las interpretó de manera extraordinaria. Iron Sky que es una canción maravillosa, hipnotizante, arrebatadora en directo subió un escalon. ¡Qué voz más desgarradora tiene Paolo Nutini! Magnífico concierto. Creo que se ganó muchos seguidores con el concierto. A mí, que me tenía ya en su puño, me metió en su bolsillo.

El siguiente artista que teníamos marcado en negrita en la segunda jornada del festival era el británico Michael Kiwanuka, que si he ser sincero se me hizo monótono. Sonó bien, traía coristas y músicos maravillosos, pero no sé, quizás fuese que yo acababa de vivir un concierto que aún mantenía el eco en mí. No puedo decir que el concierto fue decepcionante, porque no lo fue, no fue esa mi sensación pero sí que no llegué a conectar con sus canciones como lo he hecho muchas veces en casa escuchando su música. Posiblemente sea un músico que será mucho mejor verlo en una sala a un festival. 

Nos dimos un descanso para comer algo y esperar la actuación de Jamiroquai. Este concierto es una de esas espinitas que uno se saca de vez en cuando. Varios años he tenido que esperar. Yo tenía entradas para verlo en Mijas allá por 2005, pero el concierto se suspendió por algo que llamaron "imprevistos". El imprevisto fue que alguien cogió el dinero y corrió, seguramente a un paraíso fiscal. El caso es que yo me quedé colgado con una entrada que jamás nadie me devolvió.

Años más tarde, por 2011, Jay Kay regresó a Málaga pero no pude ir por problemas de fechas. Me coincidía con algo que ahora ni recuerdo, pero sí me que el recuerdo de que me fastidió bastante, porque eran la primera oportunidad quitarme la espina. Luego incluso se acercó a tocar a Marbella, al Starlite, en julio de 2018,  más de lo mismo, yo estaba liado de lleno en la gira de Pearl Jam, y lo primero era lo primero. Así que cuando se anunció que Jamiroquai venía a un festival a Málaga, lo tuve claro. Otra oportunidad de resarcirme. Y así fue. 

Lo cierto es que dio una gran actuación. Lo disfrutamos mucho, yo al menos sí, y otra espinita que me quité.  Space Cowboy, Cosmic Girl, Canned Heat o Deeper Underground, bombar funk que cayeron en forma de alegría. 

Para acabar la jornada tocaba Vetusta Morla, que suponía la tercera ocasión en la que los veía en poco espacio de tiempo. Primero fue en Fuengirola, en el Music Castle Park, en 2018, la siguiente fue en Málaga, en el Cortijo de Torres en 2021, y ésta la tercera. Las otras dos veces anteriores los vimos sentados en grada, Covid mediante. No sabría decir cuál me gustó más de los tres. Puede que el primero, pero no sabría decirlo. Cada concierto tuvo su algo especial. Éste acabó con Los días raros, exactamente igual que los dos anteriores. Creo que voy a dejar pasar un tiempo para volver a verlos.

domingo, 11 de septiembre de 2022

Andalucía BIG Festival 2022 - Jueves

La vida te da sorpresas. Muchas de ellas malas, la verdad, pero alguna vez algo bueno cae. La sorpresa del año para mí, musicalmente hablando, es que de repente, en apenas una semana de separación teníamos en la Costa del Sol dos festivales. Uno en la Cala de Mijas, llamado Cala Mijas Festival al que asistí y he contado mi día a día en las entradas anteriores y casi sin descanso, el fin de semana siguiente, el BIG Andalucía, que se celebraba en Málaga, en lo que viene a ser el habitual recinto ferial de Málaga.

Me hubiera venido mejor que las fechas de los dos festivales estuviesen algo más separadas, o al menos no tan seguidas, por varias razones. En primer lugar, para recuperarme físicamente del primero antes del segundo, porque estos festivales, de la forma en que yo me los tomo, requieren esfuerzos físicos, y ya voy teniendo una edad y si se asiste como yo hice, que pasé muchas horas delante de los escenarios, de pie, a pleno sol de la Costa del Sol, pues claro, te pasa factura. 

A este festival fuimos tres. Iker, Francisco y yo. Hicimos casi todo el festival juntos, salvo pequeñas excepciones. La primera banda que vimos nada más entrar fueron la band británica de Hull, Life, que la verdad es que estuvieron muy bien y eso que el horario no ayudaba porque eran las 17:30 de la tarde. Me gustó mucho su descaro y frescura. La bajista, Lydia Palmeira, despliega un rollo muy estimulante. Se la ve que disfruta y eso te contagia. El cantante, Mez bajó al final del concierto al foso a saludar y dar las gracias a los que estábamos en las primeras filas. Un detalle. 

La siguiente actuación que fuimos a ver eran Kurt Vile & The Violators que destila una especie de country rock de granjero americano tan agradable como repetitivo, pero que no perezca como algo despectivo, al contrario.  Tiene unos ritmos pegadizos que cuesta soltarlos y que mantienen una fluida dejadez en la que uno queda atrapado. Estuvo muy bien para ir entrando en acción durante la primera cerveza. El sonido, he de confesar, que era también sorprendentemente bueno, y yo iba con un poco de recelo a este tipo de festivales primerizos, por aquello de pagar el pato de la novatada, pero no, me equivocaba. Mis dieses en casi todas las actuaciones.

Cambiamos de escenario para ver a la banda londinense Wolf Alice. En el tercer concierto de este festival ya habíamos visitado los tres escenarios de que disponía, algo que no ocurrió en el Cala Mijas Fest hasta la tercera jornada, aquí coincidió que ocurrió en los tres primeros conciertos.

Ellie Rowsell, la cantante de Wolf Alice, se presentó tremendamente sexy sobre el escenario y con afinación espectacular, porque me pareció que cantaba mejor en directo que en los discos. Safe from heartbreak (if you never fall in love) me parece una de las baladas más tiernas y acertadas que se han hecho últimamente. Y la cantó de maravilla. No sé si porque suenan más sucios en directo, pero me gustaron más en directo que en discos, aunque el bajista parecía que estaba en una discoteca más que tocando un instrumento. Se me hizo cansino, pero bueno, cada uno expresa la música como sabe o puede.

La siguiente actuación era la de la esperadísima Stereophonics. Que supuso el primer solape que me fastidió bien. Porque en otro escenario estaría tocando Lucy Dacus, que tenía ganas de ver, y aunque es posible que sea más complicado encontrarme con ella en un escenario, tuve que elegir. C'est La Vie.  Con semejante temazo comenzaron Stereophonics el concierto. Kelly Jones toca la guitarra de maravilla y a mí personalmente me gusta mucho su forma de cantar. Tienen un directo estupendo. Se les nota que es una banda con ruedas gastadas de hacer giras. He estado muchas veces con muchas ganas de verlos pero no había podido ser. ¡Por fin pude y ya estoy loco por volver a verlos!

Casi sin tiempo de nada, nos giramos, recorrimos unos pocos metros y enganchamos a ver a Biffy Clyro (mi segunda vez). Los vi algo más contenidos que en mi anterior concierto en el Mad Cool de 2016. ¡Cómo pasa el tiempo! Aún así, siguen teniendo sus temazos y en directo son cañones.

Me sorprendió de manera agradable que muchísima gente conocía las canciones. Yo mantenía la idea -ahora veo que errónea- de que la banda escocesa eran una banda de minorías. Me alegro de estar equivocado y mucho, porque se lo merecen y porque hacen una música que creo que aunque no es para todos los públicos sí que podrían llegar a más gente. Por lo que se ve, lo están haciendo.

Los siguientes que aparecerían en el escenario eran Franz Ferdinand, que creo que era la tercera vez que los veía, y se me solapaban con Morgan, que los había visto recientemente teloneando a Fito y los Fitipaldis. Y me parecía que Morgan eran más una banda para ver en sala y Franz Ferdinand más para festival.

Creo que de los tres conciertos que les he visto, éste fue el que más me gustó. La verdad es que tienen temas muy buenos. Take me out, Ulysses o This Fire siempre entran bien. Hay que añadir que traían un show muy bien apoyado audiovisualmente, que aunque no es algo necesario a veces, si se hace bien, con clase, es algo que suma.

Es posible que de esta primera jornada el concierto que más ganas tenía de ver eran Suede. Siempre fui un enamorado de sus discos. He pasado horas y horas escuchando sus álbumes. Aunque en 2008 tuve la suerte de ver a Brett Anderson en un concierto acústico en el Teatro Cervantes de Málaga, que mantengo inolvidable en mi memoria, y aunque interpretó muchas canciones de Suede, entre ellas The Asphalt World -unas de mis favoritas-, no es lo mismo. Ver la banda en formato eléctrico y aunque no al completo (Bernard Butler ya no está) me devolvió parte de mi adolescencia, aunque sólo fuese durante unos instantes. 

Los últimos discos de Suede me han gustado mucho, incluso más que algunos de los anteriores, que si bien no tienen la frescura de los inicios, tienen el aire del saber hacer. Tides me encanta. Conseguimos ponernos bien cerca y lo cierto es que se me pasó volando.

Para acabar tocaban en dos escenarios a la vez C. Tangana y Viva Belgrado. Así que vi el inicio del primero y fui a coger sitio para Viva Belgrado, que sonaron a un volumen por encima de lo necesario. O eso me pareció.

La primera jornada del festival era la que más bandas que me gustaban reunía. Ni siquiera tuvimos descanso para cenar algo. El ambiente fue fabuloso y todo estaba bastante bien organizado. Recuerdo que tuve que hacer algo de cola en los baños mientras en el otro festival no, y exactamente igual pasaba en las barras, pero todo con césped artificial era una gozada. La cercanía de los escenarios facilitaba mucho todo. Regresé muy ilusionado de la primera jornada, aunque algo agotado.


martes, 6 de septiembre de 2022

Cala Mijas Fest 2022 - Sábado

Dos días llevábamos de festival y no habíamos salido de dos de los cuatro escenarios que había. Todo lo que nos interesaba cayó en ellos. Por eso en la última jornada del festival quisimos acercarnos a los otros escenarios. 

Nada más entrar a la izquierda  estaba ubicado el escenario La Caleta, que es en realidad una sala de baile, pues está montado para que actúen DJ's. Es el primero escenario que comenzaba y el último que cerraba, allá a las 5:00 de la madrugada. Mirara por donde lo mirara del cartel nada nos interesaba de ese escenario, pero nos acercamos para curiosear. Cuestión de gustos o de disgustos.

El siguiente escenario al que no nos habíamos acercado era el escenario Renault, que estaba a la derecha del escenario Sunrise, de tamaño casi idéntico al escenario y lo que nos pudiera interesar nos coincidió en los primeros días. 

Cuando llegamos Soleá Morente estaba actuando en el escenario Sunrise, dándole el sol casi de cara mientras tocaban una especie de show de flamenco fusión, pero nosotros habíamos venido pronto para ver en el escenario Renault a Alice Phoebe Lou, que es una joven cantante sudafricana con una dulzura en la voz que me encanta. En directo fue un concierto agradabilísimo con una especie de indie jazz delicioso como un caramelo de miel y limón. La pena fue que tuvieron unos pequeños problemas técnicos con un órgano y enfrió un poco el clima del concierto.

En el escenario principal tocaba Nathy Peluso, que si bien no es santo de mi devoción, he de reconocer que me sorprendió para bien. No es mi estilo, no es la música que me suela poner, pero no me desagradó e incluso alguna cosa me gustó. Y terminó su concierto con una versión de Vivir así es morir de amor de Camilo Sesto. Fue una fiesta.

Uno de los conciertos que en mi opinión sobresalieron en el Cala Mijas Fest fue el de León Benavente. Era la tercera ocasión en la que los veía en directo. Las dos veces anteriores los había visto sentado y con mascarilla. Pero León Benavente es una banda para verlos de pie, en sala, o como en esta ocasión en un festival. Derrochan un directo estupendo y muchas de sus canciones están pensadas para tocarlas en vivo. Abraham Boba bajó entre el público con su micrófono de larguísimo cable y cantó Ser Brigada. ¡Se lio una buena!

El mayor reclamo del día, el cabeza de cartel para el sábado, era Liam Gallagher, ex-cantante de Oasis. Se respiraba un poco de confusión sobre si estaría a la hora del comienzo porque esa misma mañana había estado cantando en el abarrotado Wembley Stadium londinense en el concierto tributo de Taylor Hawkins (tristemente fallecido batería de Foo Fighter). En la capital británica, Liam interpretó solamente dos temas de Oasis:  Rock n' Roll Star y Live Forever - canciones que por cierto volvió a cantar en el festival mijeño-.

Supongo que cogería un avión privado tras su intervención en Wembley y volaría directo a Málaga. Liam Gallagher no es un derroche de simpatía, pero ofreció un estupendo concierto. Apareció con unas gafas de sol negras y una especie parka floreada con capucha que no se quitó en todo el concierto. Nos dejó una decena de canciones de Oasis, Morning Glory, Wonderwall  o Champagne Supernova entre ellas, salpicadas con canciones de sus discos en solitario, además de una canción de su anterior banda Beady Eye. Fue un estupendo fin de festival para nosotros.

Después del concierto del mayor bocazas del reino de los hijos de la Gran Bretaña, tomamos una cerveza para despedir el festival mientras echábamos un rato viendo a Love of Lesbian

Pocas pegas puedo ponerle al festival. Todo muy bien organizado, muy puntuales. Barras casi sin espera, baños en cantidad y muy bien repartidos. Una estupenda nota en seguridad. Quizás el mayor problema es que como hizo viento salimos embadurnados de arena y tuve la garganta reseca toda la semana siguiente. Con más zonas de césped y no sólo delante de los escenarios, este problema se hubiera reducido. Por todo los demás estupendo. Ojalá tenga una vida larga y puedan venir muchísimas bandas en los próximos años y que yo lo vea.

 

lunes, 5 de septiembre de 2022

Cala Mijas Fest 2022 - Viernes

Para la segunda jornada del festival teníamos pensado ir algo más temprano. Intentar estar allí incluso antes de que abrieran las puertas porque nuestra intención era estar delante, muy delante, a ser posible en la primera fila para ver a Nick Cave and The Bad Seeds.  ¡Y vaya si lo conseguimos!

Conforme abrieron las puertas, sin entretenernos, fuimos directos hacia el escenario Sunrise, el escenario principal y más grande. Eran las cinco de la tarde y el sol caía vertical pellizcando la piel y golpeando la cabeza pero ya se sabe que quien algo quiere algo le cuesta.

Para aliviar la espera, tal y como estaba anunciado en el horario, Maria Arnal i Marcel Bagés comenzaron su actuación en el escenario donde un rato después iba a tocar el bueno de Nick Cave. Los horarios a lo largo de todo el festival fueron rigurosos y, aunque sirva de poco, desde este insignificante blog les aplaudo, porque es para quitarse la gorra que no llevé y me hubiera venido bien, ante su coordinación. María Arnal tiene un toque actual, muy moderno, una voz aguda pero viva. Sin volverme loco me gustaron. No estuvo mal para sobrellevar la espera. Entretenido.

A las 20:55 como estaba anunciado en el horario del festival pisó con fuerza el escenario el incomparable Nick Cave junto a sus malas semillas. Tampoco era mi primera vez con Nick Cave. La vez anterior fue irrepetible, en el Teatro Cervantes de Málaga, junto con la banda Grinderman pero presentando canciones de The Bad Seeds, allá por 2007. Una rara avis. Fue maravilloso. Mantengo un maravilloso recuerdo de aquel concierto.

Pero lo que nos esperaba y estaba a punto de comenzar no iba a ser cualquier cosa. Tremendo concierto el que se marcaron. Nick Cave es carne de escenario. Vive por y para el público. Se presentó como suele, elegantemente vestido con un traje azul oscuro, zapatos clásicos y camisa blanca. Y en la mirada el fuego de la rabia.

Sobre el escenario como malísimas semillas estaban acompañando a Nick Cave, su inseparable multinstrumentista Warren Ellis, a la percusión el clásico Bad Seed Jim Sclavunos, Martyn Casey al bajo, George Vjestica a la guitarra, Toby Dammit a batería, a los teclados, sustituyendo al insustituible y tristemente fallecido  Conway Savage, una bellísima y joven Carly Paradis y tres coristas de color.

El concierto comenzó con Get Ready For Love, lo que parecía una declaración de intenciones. El público enloqueció. Comenzaron a caer una ligera y tímida lluvia que más que enturbiar el ambiente alivió el calor del día. Nick Cave se volcó con su público completamente entregado desde el primer momento. Se colocó en el foso, delante de mis narices, con su alargada figura, las manos en alto y el micro en el bolsillo. Parecía estar disfrutando de un éxtasis. En sus mirada se podía sentir que estaba gozando. Un sonido más que sobresaliente, excelente, una voz desgarrada, potente, vigorosa. Nick Cave no se guardó nada, lo que tenía lo entregó. Derrochó sentimientos de emoción. Una de las interpretaciones mejores que jamás vi.  La carne de gallina himno tras himno. Porque las canciones de Nick Cave eran canciones antes del concierto, durante la actuación mutaron en himnos. O Children, Jubilee Street, Red Right Hand, The Mercy Seat, Higgs Boson Blues, City of Reguge, White Elephant, Into My Arms, Vortex... ¡Todas! ¡Maravillosas! Sin duda el concierto del Festival. Dos horas y media de maravillosa locura musical.

Después de aquello todo lo que viniera iba a ir hacia abajo. No podría ser comparable, o mejor dicho, no debería serlo, no sería justo. Les tocó a los alemanes Kraftwerk que en cierta parte fue una elección acertada, porque al menos no tienen mucho que ver con el espectáculo que acabábamos de ver, y su puesta en escena está basada en una presentación audiovisual vanguardista. Incluso ofrecieron unas gafas de cartón para poder mirar la pantalla mientras tocaban, y poder ver el concierto en 3D. Era la primera vez que podía ver un concierto en vivo en tres dimensiones y fue entretenido. Por supuesto tocaron su tema más famoso The Model.

The Chemical Brothers fueron los siguientes que vimos. Tocaron en el escenario Sunrise, el mismo que Nick Cave, y la verdad es que lo cambiaron completamente mientras tocaban Kraftwerk. Tenían montado un espectáculo visual enorme, que ocupaba toda la parte trasera del escenario y las dos laterales. El sonido me pareció de los mejores que he tenido nunca en mi vida. Parecía que llevaba mis mejores auriculares puestos. Brutal. Los de Manchester comenzaron con una de mis favoritas y de las más famosas suyas: Block Rockin' Beats.

Antes de que terminaran, o mejor dicho, mientras iban terminando fuimos abandonando el recinto, el día había sido largo y para mí inolvidable. Todavía había que hacer la cola del autobús, volver hasta Fuengirola y  gracias que esa noche Francisco me acercó a casa con su coche. La entrada ya estaba amortizada, pero todavía nos quedaba la traca final al día siguiente.


domingo, 4 de septiembre de 2022

Cala Mijas Fest 2022 - Jueves

Había un runrún de que uno de los macroeventos musicales del año iba a caer en Málaga, específicamente en La Cala. No llegaba a creerme la noticia porque todo eran rumores, pero los fueron creciendo hasta que por fin, un martes de finales de noviembre, se presentó el festival con los primeros nombres. Tres días, o mejor dicho, tres noches de música. Jueves, viernes y sábado. Los primeros anuncios fueron buenos, pero todavía estaban los mejores por anunciar. 

Francisco y yo decidimos comprar un abono y en un autobús dispuesto por la organización que salía desde Fuengirola nos plantamos en el festival. La verdad es que ahora que todo ha pasado, vimos una cantidad de bandas que no habríamos visto si no nos los meten en un paquete, y que el festival nos ofreció como oportunidad, y como las oportunidades están para aprovecharlas, eso hicimos. Lo aprovechamos. Aquí lo cuento:

El jueves comenzamos a disfrutar del festival bien temprano, un cuarto de hora antes de las seis de la tarde, en el escenario Victoria, viendo a Crawlers, una banda de rock indie de Liverpool capitaneada por Holly Minto, que tiene una estupenda y desgarradora voz. La verdad es que había mucha gente joven viendo el concierto y tocaron con gran desparpajo para ser tan jóvenes. Tras ellos cambiamos al escenario Sunrise, el principal, donde tocaba otra banda inglesa, The Lathums que no sonaron nada mal. Tiene un toque folk, casi acústico y rudimentario que aunque no es lo que más me gusta, estuvo bastante bien. 

Seguidamente, tuvimos la oportunidad de ver a Inhaler, la banda irlandesa de Elijah Hewson, el hijo de Bono, del que ha heredado un gran parecido además de un tono de voz similar. Me gustaron en directo, y su disco lo he puesto bastante, aunque lo cierto es que el sonido no fue el mejor, y tuvieron algunos problemas técnicos. My Honest Face  y especialmente Who's your money on? (Plastic House) sonaron estupendas.

Una de las bandas que más gustó en general fueron Blossoms, otra banda británica, que hicieron un gran concierto, con su famosísima Charlemagne. Tiene muy buen directo y sonaron de maravilla. Me encantó en directo el arrastre de la guitarra en su tema Your Girlfriend. Quedé muy contento de su actuación y de su versión de Don't you want me, de The Human League.

El siguiente concierto era Róisín Murphy, la excantante irlandesa de Moloko -la banda electrónica de Sheffield- y aunque no soy muy de música electrónica, cuando está bien hecha se nota. Róisin sabe ganarse al público, tiene unas tablas inmensas y atrae las miradas de todos. Es jefaza y lo sabe.

La banda que la mayoría habíamos ido a ver eran los Arctic Monkeys. La banda británica de rock liderada por Alex Turner, el vocalista y guitarra principal de la banda. No defraudaron. 

Comenzaron con las primeras notas de Do I Wanna Know? y el público se volvió loco. Brianstorm aumentó la locura. Personalmente, disfruté mucho del concierto, Potion Approaching me encantó, y Why'd you onl call me When You're High? quedó fantástica en directo. Pero el festival se vino abajo con R U Mine?, que fue con la que acabaron el concierto. Es la segunda vez que veo a Alex Turner. La vez anterior venía acompañado de Miles Kane con el que formó su The Last Shadow Puppets, en el Primavera Sound de 2016. ¡Qué gran recuerdo tengo de aquella actuación!

Eran más de las doce de la noche, y al día siguiente teníamos que madrugar, vimos las primeras canciones que interpretó Chet Faker mientras nos tomábamos un refresco y salimos a esperar el autobús que nos devolviera a casa a descansar, porque había sido un día largo, y porque lo que nos quedaba por delante iba a ser de traca.

domingo, 21 de agosto de 2022

Londres día 3

Una vez más despertamos pronto, había muchas cosas que ver y muchas actividades previstas. Bajamos al semisótano del hotel donde servían el desayuno y seguidamente fuimos a un supermercado de la cadena Tesco cercano al hotel para comprar botellas de agua que llevar en la mochila. Ya que estábamos tan cerca del Hospital Saint Mary nos acercamos a ver la entrada por la que todos los días entraba Alexander Fleming a su laboratorio, donde descubrió la penicilina, gracias a la cual se han salvado y se siguen salvando millones de vidas en el mundo, entre ellas la de mi madre. Así que, consecuentemente, me acerqué a dar las gracias en memoria de Fleming frente a la placa que está a la entrada del laboratorio.

Nuestro primer destino turístico del día era ir a Notting Hill, y para ellos cogimos un autobús, que aunque es algo más lento que el metro, te permite disfrutar de las vistas de la ciudad. Notting Hill es un lugar pintoresco. Era domingo y no estaba montado el mercadillo y éramos muy pocas personas caminando por la calle, por lo que se perdía parte del atractivo del bullicio pero nos permitía verlo todo limpio y más rápido.

Semanas antes de este viaje, preparando nuestra visita en casa, vimos la película de Notting Hill, protagonizada por Julia Roberts y Hugh Grant, con la intención de venir a visitar parte de los lugares de la película. El primer sitio que visitamos fue la famosa puerta azul de la casa de Hugh Grant, fue un poco decepcionante porque aunque la puerta azul está allí, estaba garabateada con spray. Una pena que afea mucho las fotos.  Paseamos por Portobello y fuimos a la librería de la película que si no sigue la misma sí se mantiene el interior y la fachada principal.

Notting Hill es un barrio pintoresco, muy fotogénico y es fácil perderse callejeando. De hecho es uno de los atractivos principales, pasear y ver las casas adosadas de colores, lo que ellos conocen como mews. Recuerdo en una de mis anteriores visitas a Londres que Pepi y yo paseamos un sábado con todo abarrotado de gente, entre tiendas de antigüedades y ropa, y que terminamos comiendo unos típicos pasteles de carne (meat pie) acompañados de una buena pinta de cerveza. ¡Qué recuerdos!

Salimos de Notting Hill por la línea circular del metro hacia South Kensington, pues queríamos visitar el Museo de Historia Natural. Un museo que me encanta. El edificio de por sí ya es maravilloso, pero es que además, soy un amante de la naturaleza. Siempre que visito el museo -y ya van unas cuantas- aprendo algo. El museo es gratuito y era domingo, así que pueden imaginar que no estábamos solos.

Ahora y desde hace unos pocos años, en la entrada del museo hay colgando el esqueleto de una colosal ballena azul "Hope", que sustituye al anterior no menos impresionante diplodocus. Cualquiera de los dos es una asombrosa bienvenida para el visitante. La zona de animales extintos te da mucha pena visitarla y la parte de los minerales es increíble. El museo estaba a rebosar y hacía bastante calor dentro de él, si bien en la zona de los volcanes tenía su lógica, en la zona polar, daba la impresión de que aquello se derretía, de manera que salimos buscando un lugar donde avituallar rápido y tirar para nuestro siguiente objetivo en el día. 

Hicimos la parada de refresco en Zetland Arms, un pub cerca de la estación de South Kensinton  que estaba abarrotado de aficionados con la camiseta del Chelsea, que esa misma tarde disputaba su partido de Premier frente al Tottenham. Miguel me miraba como dispuesto a irse a ver otro partido de Premier, pero ni teníamos entradas ni todo iba a ser fútbol. Charlamos con unos pocos aficionados del Chelsea, brindé con ellos con una pinta, les deseamos suerte y salimos en el metro en dirección a Camden Town.

Camden Town siempre es divertido de visitar, siempre está vivo pero los domingos más. A los niños se le salía las pupilas de las órbitas de los ojos. Pocos barrios he visto en mi vida que atrapen tanto la atención como Camden Town. Todo está hecho para llamar la atención. Es un barrio multicultural por excelencia. Fuimos hacia el muelle, Camden Lock, y giramos antes al Mercado y curioseamos dejándonos llevar por el olor a especias que nos llegaba desde sus múltiples pasajes, porque Camden es un laberinto de tiendas.

Picamos cosas de aquí y de allí. Miguel se pidió una especie de kebab de relleno de carne pero con forma de rollito de primavera, Sofía una comida que básicamente era queso y Pepi y yo compartimos un par de platos de comida oriental. Ya ven que hay comida para todos los gustos y, en mi caso, una buena pinta no podía faltar. Nos acercamos a la estatua de Amy Winehouse, que pusieron recientemente tras su muerte en este barrio. También visitamos una tienda que últimamente ha ganado en popularidad, Cyberdog. Sofía tenía ganas de entrar.

Antes de abandonar Camden, aún pillamos una especie de donuts caseros que ya tomamos Pepi y yo en nuestra última visita al barrio en 2009, y también, ¿Cómo no? Miguel nos sacó una camiseta de la selección inglesa. Una imitación, claro. Nos dirigimos al metro y salimos en la estación de Leicester por Charing Cross Road (¡Qué libro tan bonito!) y giramos en Little Newport St y nos adentramos a algo similar a China Town en el Soho. Vistamos Leicester Square, y desde allí callejeando por King St hasta Covent Garden. Nos sentamos juntos en un banco y vimos al mundo pasar. 

Decidimos buscar un Pub con terraza y sentarnos a tomar algo. Londres está llena de Pubs. Siempre que he ido a Londres he visitado los Pubs, son historia de Reino Unido. Tienen pintas de cervezas de muchas marcas, comida típica, buen servicio y precios populares, aunque cada vez menos populares. Fuimos a uno que se llama The Nags Head. Y ahí dejamos que la noche se echara sobre nosotros. Desde allí ya todo fue montar en metro, llegar al hotel, ducharnos y dormir.

Al día siguiente todavía nos dio tiempo a un par de aventuras por Londres. Primero nos acercamos a Norfolk Square, justo frente al hotel, para hacernos una foto con Paddington, el famoso oso de la literatura infantil británica y seguidamente nos dirigimos en metro hacia Tower Hill.

Fuimos a visitar la Torre de Londres. Hicimos el tour completo por el castillo. Vimos la torre blanca del siglo XI, mandada a construir por Guillermo el Conquistador, con su escalera de caracol y su capilla interior, también pudimos contemplar a los famosos cuervos, "auténticos" protectores de la corona y a los Beefeaters, la puerta de los traidores, o puerta a la prisión medieval de la torre, y por supuesto las joyas de la corona.

Regresamos a Paddington y fuimos directos a The Pride of Paddington, un pub típico del barrio donde me tomé el mejor fish & chips de estos tres días por Londres y de esta jugosa manera dijimos adiós a esta hipnótica ciudad. Ya sólo quedaba una larga vuelta a casa: cogimos nuestro equipaje y nos dirigimos primero en metro y después en tres hasta el aeropuerto de Luton, que iba a suponer mi estreno allí. A eso de las seis de la tarde dijimos bye bye en un avión de Wizzair.

Detrás quedaron tres días en Venecia y otros tres días en Londres. En lo que empezó como una idea algo disparatada, enlazando dos ciudades que poco tenían que ver entre ellas, nos sirvió para ver muchísimas cosas y vivir otras muchas. Sofía tras ser preguntada qué le había parecido el viaje lo resumió de una forma sobresaliente: Venecia ha sido música clásica y Londres, Rock n' Roll. Poco más que añadir.

 

Pd: El Chelsea vs Tottenham acabó 2-2.