Hacía tiempo que llevábamos pensando salir una noche con nuestros vecinos y amigos Ana y Óscar, pero es complicado cuadrar una fecha para todos. Entre los trabajos, los niños, los compromisos y tal, es casi tan complicado como encontrar una aguja en un pajar. Al final, como la idea ir a salir a cenar y después hacer algo, cuadramos una cena en el Drunk-O-Rama y después un concierto en Velvet Club. Para mí era un plan estupendo.
Vino a Málaga de gira una banda londinense con muchas ganas de jaleo, Oh! Gunquit. Según ellos hacen una especie de Rumble-Bop a la que yo añadiría algo de Surf Punk refrescante con un toque garage. Muy divertido. La cosa es que lo pasamos fino. Hicimos el ganso, bailamos, reímos y poco más es necesario para pasarlo bien. Ellos tenían ganas de diversión y nosotros más. No había fallo.
Como me tocaba conducir a mí, tuve que tirar de cerveza sin alcohol, y a disfrutar de la música. Fue muy divertido ver a Tina subida en la barra, tocar la trompeta mientras hace bailar el hula hoop en su cintura, o coger el látigo y buscar voluntarios dispuestos a sufrir. Lo pasamos bien. Al final la música es otro canal como cualquier otro para divertirse, para mí incluso uno de los mejores. Así lo hicimos.
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