Se me presentó la oportunidad de ir a ver el concierto de Sigur Rós en Barcelona. Por un lado estaba el concierto, por otro el cumpleaños de mi amigo Miguel, fan acérrimo de la banda islandesa y que también tenía la intención de acudir, desde Valencia, al concierto. Con la excusa de celebrar que cumplía 40 años, que es fecha redonda, y que caía en sábado, unos cuantos amigos decidimos juntarnos en Barcelona, más concretamente en Martorell, donde vive el que en gran medida organizó la reunión. Una barbacoa en su terraza, una mesa y pasar un buen rato. Porque aunque nos separan cientos de kilómetros con esto de las redes sociales estamos más en contacto que con cualquiera de nuestros vecinos.
Así que con el beneplácito de la jefa, así lo hice. Un sábado bien temprano cogí el tren en dirección al aeropuerto y antes de medida mañana ya estaba en aeropuerto de El Prat, desde donde me recogieron en coche para ir a Martorell. Allí nos juntamos con otros amigos, y pasamos un buen rato juntos. Hubo tarta e incluso un regalo conjunto en formato MotoMami.
Había un muy buen ambiente. Comenzaron con Vaka, y tocaron Fljótavík, Glósoli, E-bow o Kveikur. Por nombrar sólo algunas. El sonido fue impecable, y lo recordaré siempre como un estupendo concierto.
A la mañana siguiente, sin poder entretenerme mucho, tocaba coger el avión de vuelta. Sacar un libro y disfrutar del viaje. Otro día para atesorar como recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario