viernes, 3 de enero de 2014

Los primeros días del año...

Estos primero días del año vienen rodeados de buenos propósitos y todos, en mayor o menor medida, pretendemos cambiar algún aspecto de nuestro comportamiento, de nuestra forma de ser. Mi pequeña experiencia me dice que es complicado cambiar, pero que si la intención es constante y no se diluye en los primeros días de las semanas siguientes, puede que  finalmente se consiga.

Lo más sencillo es comprender que es cierto, que cambiar es posible y que todo lo más importante para ser feliz en la vida está en nosotros mismos, en nuestro interior. No hay que pagar por ello, no hay que pedir favores, ni siquiera se necesita realizar un gran esfuerzo para lograrlo. Nuestra felicidad depende de ello, y ese "ello" somos nosotros. La felicidad de nuestras vidas está en nuestra manera de buscarla. La felicidad, bien pensado, no es un fin, sino un medio, y sólo a través de él lo podremos alcanzar. Pero no quiero seguir con este parafraseo redundante que empiezo a parecer a Coelho en El País de la autoayuda, y no es lo que pretendo.

Ahí van unos consejos por si quieren seguirlos:

 Creo que se entiende bien y no necesita traducción.

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