Me gusta que la gente demuestre carácter y personalidad, la gente que son originales, ya sea en sus gustos, en su forma de vestir o incluso a la hora de sentarse. También siento cierta simpatía por las que reman contracorriente, por lo que en más de una ocasión me he visto ejerciendo de abogado del diablo. ¡Qué quieren que le haga!
Siento debilidad por aquellas personas que tienen algo distinto, que saben elegir su camino, o no saben, pero eligen, a pesar de sus dudas. Me gusta la gente que tiene un toque creativo, o artístico, al igual que desconfío de las personas que no son capaces de amar a un perro.
Pero por encima de todas las anteriores me gustan aquellas personas que son respetuosas, comprensivas, y que saben escuchar, atender y sentir curiosidad por las opiniones de los demás. Poco me gusta más que un sistema que se autorregula, ya sea en la cola en la pescadería o un grupo de vecinos poniéndose de acuerdo para fregar un pasillo. Amo la libertad de expresión.
Siento debilidad por aquellas personas que tienen algo distinto, que saben elegir su camino, o no saben, pero eligen, a pesar de sus dudas. Me gusta la gente que tiene un toque creativo, o artístico, al igual que desconfío de las personas que no son capaces de amar a un perro.
Pero por encima de todas las anteriores me gustan aquellas personas que son respetuosas, comprensivas, y que saben escuchar, atender y sentir curiosidad por las opiniones de los demás. Poco me gusta más que un sistema que se autorregula, ya sea en la cola en la pescadería o un grupo de vecinos poniéndose de acuerdo para fregar un pasillo. Amo la libertad de expresión.
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