Acabo de terminar de leer el libro de Oscar Wilde, titulado El Fantasma de Canterville y otros relatos. Los otros relatos en realidad son El crimen de Lord Arthur Savile, La esfinge sin secreto, y el ensayo Pluma, lápiz y veneno. Este libro lo compré en el rastro de segunda mano junto con otros treinta y tantos libros de la Colección Centenario de Espasa, pagando -creo recordar- doce euros por el conjunto completo. Y si bien la edición no es muy buena, siento que con la sola lectura de este libro ya he rentabilizado la inversión.
Es sorprendente la fina ironía y el agudo ingenio que destila Wilde en sus escritos. Wilde debe ser uno de los escritores que más aforismos nos ha dejado a lo largo de su vida. Conforme va uno leyendo a Wilde va aumentando esa sensación de que lo que está leyendo es pura historia de la literatura, un clásico dentro de los clásicos. Pero además de ser uno de los autores más citados, Wilde tiene una escritura dulce y melosa cuando lo intenta y de una profundidad intensa como en frases como: "Tienes el corazón más amable que haya enviado nunca lágrimas a los ojos". Me quito simbólicamente el sombrero.
"Las mujeres están para ser amadas, no para ser comprendidas"
"Dad una máscara al hombre y os dirá la verdad"
"La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino haber sido joven"
"La vida es demasiado importante para ser tomada seriamente"
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