El viernes de la semana pasada, para hacer tiempo mientras esperaba a mi señora, entré a echar un tentador vistazo por la Librería Teseo. Las siempre atentas y simpáticas dependientas de la librería me comentaron que estaban realizando un concurso literario en la librería, y me animaron a participar. Acepté sin dudarlo, pues no tenía nada que perder. Todo eran ventajas. Contesté algunas de las cuestiones allí mismo y como había de plazo para entregar las respuestas hasta el día siguiente, me llevé las preguntas a casa, y con la inmejorable ayuda de Google contesté el resto. Al día siguiente mi señora tenía que bajar al centro y me hizo el favor de entregar las respuestas del cuestionario.
Este pasado miércoles, para sorpresa mía, recibí un mensaje comunicándome que soy uno de los ganadores del concurso. De manera que antes de que cerraran, a paso ligero, me acerqué para recibir mi bono descuento de 25 euros. ¡Qué ilusión! ¡Incluso pusieron en el escaparate un listado con los ganadores! ¡Mi nombre en un escaparate! ¡Y de ganador! Me sentía feliz y radiante.
Por supuesto que me traje un libro canjeando mi premio: Brooklyn de Colm Tóibín.
Traducción del texto: Siempre parece imposible hasta que está hecho.
2 comentarios:
Pues enhorabuena!!!! La verdad es que estos pequeños premios siempre son de agradecer, a uno le hace ilusión sentirse ganador de algo, y que caray, que encima una saca algún beneficio a cambio...
Lo dicho, enhorabuena y feliz lectura!!!
Bro, juegate una primitiva a medias a ver si nos prejubilamos!!!!!!!
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