jueves, 29 de diciembre de 2011

Poesías - Cátulo

He leído varias veces que se debería comenzar a leer poesía desde el principio, y el principio en poesía se llama Catulo.

Catulo (84 - 54 a.C.) es contemporáneo de Cicerón, Pompeyo, Lucrecio o Salustio. Es la figura principal de los poetas de la República. Su poesía, según leo en la contraportada de la edición de bolsillo de Alianza, explora el éxtasis y la degradación del amor, los celos y el odio, la desesperanza y el abandono, dando forma a una obra que inicia la larga y brillante tradición de la elegía erótica latina.

Me acerqué muy tímidamente a los poemas de Catulo, con algo de reparo pues soy bastante lego en lo referente a la mitología clásica, pero pronto me di cuenta que los versos son tan terrenales y accesibles como la orilla de un río. Si no me creéis simplemente leed este ejemplo y salid de dudas:

21 .- No toques a mi jovencito

Mi persona y mis amores te los confio a ti, Aurelio.
Y humildemente te pido un favor:

que si alguna vez has deseado de todo corazón
y lo has querido mantener limpio y puro,
entonces cuídame modestamente a este muchacho.

No lo cuides de la gente. No le tengo miedo a los que pasan
por aquí y por la calle ocupados de sus propios asuntos.
En realidad, te tengo miedo a ti y a tu miembro,
hostil a los muchachos, tanto castos como disolutos.
Porque la dejas ir adonde sea, a como sea, y en lo que sea.
Este muchacho te pido humildemente que excluyas.

Porque si malos pensamientos e insensatas pasiones

te lleva a semejante crimen que planees en tu corazón
traicionarme, entonces mi venganza sera terrible,
porque con las piernas amarradas
y con las nalgas abiertas, te perforarán rábanos y berenjenas.


Ya veis que me lo he pasado en grande leyendo estos poemas.

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