
Pasé todo el viernes sin ganas de hacer nada, de la cama al váter y del váter a la cama. Esta mañana me encuentro algo mejorado. Mucho mejor. Y aunque todavía persiste el mal cuerpo y no tengo ánimos para muchas cosas. Sí estoy deseando que llegue el partido de esta noche: el partido de liga entre el Real Madrid y el Barcelona de todos los años, que quizás en esta ocasión haya recibido menos bombo y platillo, y no haya sido tantas veces catalogado como el partido del año, o del siglo o cualquier barbaridad así, pero lo que sí creo, es que no recuerdo un partido entre ambos en el cual los dos equipos lleguen en tan buena forma.
Mientras llega la hora del partido voy a darme un masaje que apacigüe mis nervios.
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