El doce de mayo de 1943 Pablo Picasso conoció a Françoise Gilot en un restaurante de París que solía estar frecuentado por artistas. Françoise tenía veintiún años y Picasso sesenta y uno. Cuarenta años de diferencia. En aquel momento Picasso aún mantenía una relación con la fotógrafa Dora Maar, aunque ya habían comenzado a distanciarse. Picasso sostenía que Dora Maar estaba desequilibrada y paranoica y lo cierto es que al final de la relación Dora fue ingresada en un hospital psiquiátrico. Al parecer a Dora Maar le marcó profundamente la muerte de su madre, que fue asesinada durante la ocupación de Francia por los nazis mientras mantenía por teléfono una discusión con ella sobre su relación con Picasso. La realidad es que cuando Françoise Gilot apareció en la vida de Picasso, su relación con Dora Maar continuó deteriorándose hasta la ruptura final.
La relación de Picasso y Gilot duró casi diez años. Tuvieron dos hijos, Claude y Paloma; y aunque no llegaron a casarse porque Picasso y Olga se mantuvieron legalmente casados hasta que Olga falleció, pues Picasso no quiso conceder el divorcio a Olga Khokhlova, ya que se negaba rotundamente a dividir su patrimonio.
Cuando Picasso conoció a Françoise Gilot era una joven y prometedora pintora, que quedó abrumada por el talento del genio malagueño. Una mujer callada y observadora que -según afirmó- aprendió mucho de Picasso.
La relación de Picasso y Gilot duró casi diez años. Tuvieron dos hijos, Claude y Paloma; y aunque no llegaron a casarse porque Picasso y Olga se mantuvieron legalmente casados hasta que Olga falleció, pues Picasso no quiso conceder el divorcio a Olga Khokhlova, ya que se negaba rotundamente a dividir su patrimonio.
Cuando Picasso conoció a Françoise Gilot era una joven y prometedora pintora, que quedó abrumada por el talento del genio malagueño. Una mujer callada y observadora que -según afirmó- aprendió mucho de Picasso.
Françoise Gilot: "Llegué a conocerle muy bien, porque le observaba mucho. Pero no creo que él llegara a conocerme muy bien a mí."
Picasso había comentado varias veces que Françoise siempre debería llevar el pelo suelto y natural, y que no le agradaba nada cuando se peinaba en una peluquería. Decía que adoraba profusamente las libres ondulaciones del cabello de Gilot. Tanto le agradaba el cabello de Gilot a Picasso que, mientras duró su relación, el genial pintor reinventó sus trazos dando una pincelada más libre y desordenada a sus obras. Ondulando su imaginación. Reiniciando su pintura. Volviendo a vincular así a una mujer, con una nueva etapa de su pintura. Consiguiendo, una vez más, que sus pasiones se plasmaran en su obra. En mi opinión así fue como Picasso encontraba ("Yo no busco, encuentro") su propia forma de crear.
Cuando Picasso pintó Mujer con collar amarillo la retrató a ella, a Françoise Gilot, pero a ella no le gustaba que su nombre estuviera en el título de ningún cuadro. De hecho, Gilot no está convencida de que se pueda afirmar que sea siquiera un retrato, pues ella nunca posó para Picasso. Él pintaba de memoria. Extraía lo que más le interesaba de cada rostro. Observaba y diseccionaba con su mirada, luego descomponía elementos y obraba ARTE. Así en mayúsculas.
Françoise Gilot fue la única mujer que le dio dos hijos a Picasso, así como la única mujer que lo abandonó. Hoy en día Françoise Gilot sigue viva y exponiendo en su propia galería de New York.
Mujer con collar amarillo
Ayer visité la exposición temporal en el Museo Picasso de Málaga (MPM): Pablo Picasso. Álbum de familia.
La exposición está compuesta por 44 obras y 73 fotografías y
verdaderamente vale la pena pagar la entrada. Para su información la
exposición estará abierta hasta el próximo 6 de octubre.
Además en el mismo museo, y por el mismo precio, tienen derecho a visitar la exposición temporal: Dennis Hopper. En el camino, que estará abierta hasta el 29 de septiembre. También muy recomendable. Si desean más información sólo han de teclear unas pocas palabras en Internet.
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