sábado, 14 de septiembre de 2013

Los años compartidos

Hoy es el cumpleaños de mi santa. Y cada vez que llega esta fecha doy gracias a la vida por haberme dado la oportunidad de vivir a su lado bastante de sus cumpleaños, bastante más de la mitad. Durante todos estos años hemos enfocado nuestras vidas siempre juntos, hemos vivido casi inseparablemente cada una de nuestras experiencias, apoyándonos el uno en el otro, algunas mejores y otras peores, como la vida misma, hemos crecido compartiéndolas, y recorriendo ese camino hemos madurado juntos, nos hemos hecho adultos también juntos (ella, les aseguro, más que yo), con más alegrías que sinsabores.

Desde hace unos años tiramos esforzadamente hacia adelante de una familia, la nuestra, nosotros y nuestros niños, nuestros dos pequeñajos, y también lo hacemos de la mejor manera posible, ni mejor ni peor que los demás, pero al menos de la mejor manera que podemos, que es como todas y cada una de las experiencias que hemos vivido antes y que nos han hecho crecer como personas, compartiendo nuestro amor y obrando de la manera más natural, sencilla y honesta que hemos podido -sabido-.

Por eso los cumpleaños son siempre una causa de felicidad y de alegría para mí, porque son una manera de celebrar la dicha de nuestras vidas. Así que hoy estoy aquí, delante de esta pantalla, intentando explicar que en lugar de felicitar a mi mujer por su cumpleaños quisiera darle las gracias por los años compartidos. Un beso cielo.


1 comentario:

Pepi dijo...

¡Qué jóvenes y qué guapos estábamos! Aquellos maravillosos años... Aunque los de ahora también siguen siendo maravillosos...