Arthur Conan Doyle escribió en total para su celebérrimo Sherlock Holmes nada menos que cuatro novelas y cincuenta y seis relatos, estos últimos reunidos en cinco colecciones de relatos.
La primera vez que el astuto detective cobró vida fue en la novela Estudio en escarlata y seguidamente en El signo de los cuatro, pero no comenzó a interesar verdaderamente al gran público hasta que sus historias cortas se publicaron en entregas en la revista mensual The Strand Magazine a partir de julio de 1891.
La primera colección de relatos de Sherlock Holmes incluía doce de sus entretenidas aventuras bajo el título de Las Aventuras de Sherlock Holmes. En estas iniciales investigaciones Holmes despliega gran parte de sus excelentes facultades intuitivas para desentrañar los más insospechados casos.
Personalmente creo que he disfrutado más de estas pequeñas historias que de las dos primeras novelas, de forma que me siento identificado con los fieles lectores por entregas que Conan Doyle se ganó en las primeras aventuras, pues yo, al acabar cada relato, estaba deseando comenzar el siguiente caso lo antes posible. Es posible que el ritmo trepidante de las aventuras, la sistemática y precisa toma de datos, los inspirados momentos de meditación, la lógica explicación posterior sobre la resolución de los casos, o la lasitud tediosa de la espera entre los distintos casos, en conjunto, hayan provocado sobre el lector una familiaridad hacia la pareja protagonista que le hace reconocer las actitudes y reacciones antes de que estas ocurran, consiguiendo una intensa implicación del lector en las aventuras. Una lectura obligatoria.
No tardaré mucho en comenzar a leer las siguientes aventuras.
Personalmente creo que he disfrutado más de estas pequeñas historias que de las dos primeras novelas, de forma que me siento identificado con los fieles lectores por entregas que Conan Doyle se ganó en las primeras aventuras, pues yo, al acabar cada relato, estaba deseando comenzar el siguiente caso lo antes posible. Es posible que el ritmo trepidante de las aventuras, la sistemática y precisa toma de datos, los inspirados momentos de meditación, la lógica explicación posterior sobre la resolución de los casos, o la lasitud tediosa de la espera entre los distintos casos, en conjunto, hayan provocado sobre el lector una familiaridad hacia la pareja protagonista que le hace reconocer las actitudes y reacciones antes de que estas ocurran, consiguiendo una intensa implicación del lector en las aventuras. Una lectura obligatoria.
No tardaré mucho en comenzar a leer las siguientes aventuras.
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