Estuve en El Bosque como ya he publicado antes por aquí, y descansé y comí abundantemente y dormí la siesta largamente y me remojé en la piscina hasta que se me arrugaron los dedos, pero también visité el río Majaceite en busca de truchas que mostrarle a los niños, y paramos en Grazalema y fuimos al circo y entre todo este cúmulo de actividades también encontré un hueco para catar cervezas. Y lo hice con más de una.
La que hoy me trae aquí es la cerveza Desperados. Siempre pensé que la cerveza era mexicana, supongo que desorientado por el nombre en castellano y porque viene aromatizada con tequila, sin embargo, al tener la botella en la mano y algo de curiosidad, comprobé que la palabra México no aparece por ninguna esquina de la etiqueta. En cambio, viene bien claro que fue fabricada en Holanda, por lo que pensé que era holandesa, o que probablemente fuese originaria mexicana pero que con los nuevos tiempos y los traspasos de capital la habrían comprado los holandeses, pero no, nada de eso. Buscando por la red compruebo que es una cerveza alsaciana, esto es francesa, en la frontera con Alemania y Suiza, donde está la fábrica, a las afueras de Estrasburgo, capital de Alsacia, y que hoy la marca Desperados es parte de la multinacional cervecera Heineken y esto lo explica todo.
Aparte de la historia y sus orígenes curiosos, la cerveza en sí también es peculiar, pues tiene un marcado toque a tequila que la hace diferenciarse al resto de cervezas tradicionales. A pesar del tequila la graduación no es muy elevada, 5.9º, y para mi gusto es demasiado dulzona y poco consistente, aunque bastante resfrescante. La botella es curiosa pues es totalmente transparente, con ningún tipo de tinte en el vidrio y también es estilizada, pero sin llegar a la esbeltez de las cervezas mejicanas de cuello largo, pero casi. El lateral de la cerveza tiene marcando en relieve el nombre de la marca. A mí me la sirvieron sin gajo de limón en el cuello de la cerveza, no sé si correctamente o no. Sea como fuere me la bebí a morro.
Está claro que se la han jugado enteramente con el tequila, que aporta gran parte del sabor de la cerveza.
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