domingo, 30 de octubre de 2011

Una cama de agua

Me encanta esta foto...


Aplausos

viernes, 28 de octubre de 2011

La caminata matutina

No recuerdo si les he confesado que uno de mis momentos preferidos del día es la caminata matutina que doy hacia el trabajo. Sé que así expuesto puede sonar raro, incluso masoquista, pero verdaderamente lo siento de esa manera.

Diariamente para ir al trabajo cumplo el mismo ritual. Desde que cierro la puerta de casa, hasta que abro la puerta de la oficina. Mientras bajo en el ascensor desde mi piso hacia el portal, voy colocándome los auriculares, enchufando la clavija en el ipod y seleccionando la musiquita que me apetece oír esa mañana. Al salir del portal pongo el dedo sobre el símbolo de play, y comienza el viaje.

Durante ese paseo, no existe nadie, nada me molesta, voy a mi ritmo, camino simplemente disfrutando del paisaje, especialmente el que el cielo me ofrece, pues soy bastante propenso a estar en las nubes, particularmente si el día está nublado. Cuando el día es ventoso son las hojas de los árboles las que agitan sus ramas al ritmo que marca mi ipod. Toda una danza improvisada para mí. Un placentero y admirable espectáculo que a veces me entran ganas de aplaudir.

Esta agradable visión, unida a la música que he seleccionado, a todo volumen, es el mejor antidepresivo que conozco del mundo.
¿Deprimido?
Ponte los auriculares, sube el volumen.
Ignora el mundo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

La vida y las extrañas y sorprendentes aventuras de Robinson Crusoe - Daniel Defoe

Hace mucho, mucho tiempo, cuando yo no había alcanzado aún la edad a la que uno se puede considerar adolescente, leí un comic, o algo parecido, de las aventuras de Robinson Crusoe. Supongo que sería una adaptación para niños de la novela. Aquel cómic, que ahora es un brumoso recuerdo, despertó mi curiosidad sobre el solitario personaje y sus aventuras. Aquello de imaginar a un hombre solo, abandonado por la providencia en una isla desierta, sobreviviendo simplemente con frutos silvestres, huevos de tortuga y aquellos variados alimentos que la naturaleza le ofrecía, junto con sus irremediables contactos con tribus que practicaban el canibalismo, despertó mi atención.

También recuerdo que yo tenía un barco de los clicks con el que jugaba a menudo, y recuerdo que jugaba a que el barco encallaba en una isla desierta, tras una terrible tormenta, de la que sólo quedaría un superviviente para luchar contra los canibales, cuyo nombre pueden imaginar.

Les aseguro que leer ahora, tanto tiempo después, el maravilloso libro de Daniel Defoe, ha supuesto para mí un verdadero juego de diversión y nostalguia, el cual he disfrutado como un niño pequeño.

En serio les digo que pienso leerme todos aquellos libros que por una razón u otra no leí en mi juventud y debí hacerlo.

Pd: La traducción corrió a cargo de Julio Cortázar, lo que siempre es una garantía.

martes, 25 de octubre de 2011

Carlton Draught

Ya escribí en este blog hace bien poco que los anuncios de cervezas son en muchas ocasiones, en mi opinión, lo mejor de lo mejor...



En cuanto me cruce con una de estas cervezas en una estantería, me hago con una y se la presento. Mientras tanto espero que hayan disfrutado del original y rítmico anuncio.

sábado, 22 de octubre de 2011

Think different

Llevo un par de días pensando si colgar o no algo de Steve Jobs, finalmente me acordé que hace unos años vi un anuncio que me hizo pensar diferente.



Gracias Steve Jobs

viernes, 21 de octubre de 2011

Desgracia - J. M. Coetzee

La primera novela que leí del premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee fue Diario de un mal año, y me dejó buen sabor de boca. Y cuando esto suele ser así, me gusta repetir, así que en una de esas visitas a la librería me regalé otra novela de Coetzee, en este caso Desgracia.

Desgracia es un libro duro, directo, que apenas deja tiempo para tomar aire. Un libro árido y seco, cargado de ladridos que la vida arranca en cada uno de sus bocados. Un libro que trata sobre la vida y la muerte, la amistad, la fidelidad, sobretodo, a uno mismo.

La novela cuenta una pequeña parte de la vida de un hombre, David Lurie, que vivía plácidamente como profesor universitario, llevando una vida despreocupada y libre, incluso gratificante, bien organizada, hasta que un día, sin buscarlo pero sin evitarlo, una pasión se desatada en su interior, un eros ineludible, que provoca en su ser tal agitación que lo lleva a caer en la más profunda e inquietante oscuridad, obligándole a probar el sofocante infierno en la tierra.

Es un libro lleno de contenido filosófico, de protesta y de orgullo. Donde el protagonista no desea dar su brazo a torcer. No se dejar tumbar. Pero, ¿permitirá que los demás actuén como el cree tener derecho a actuar? Un libro desesperanzador y fatalista, que obligará al lector a detenerse en cuestiones tan intensas como la venganza, el orgullo, el perdón... Un libro grande como pocos.

martes, 18 de octubre de 2011

Los Tudor - Tercera temporada

El fin de semana pasado terminamos de ver mi señora y yo la tercera temporada de Los Tudor. He de decir que comencé la temporada con menos expectativas que las anteriores, ya que la segunda temporada, de la que ya escribí en este blog, me pareció, digamos, bastante más floja que la primera.

Sin embargo, confieso que he cambiado de parecer, esta tercera temporada me ha gustado más que la anterior. Han dejado a un lado tanta carnaza y tanta escena sádica, aunque todavía algo persiste, y se han centrado más en la Historia, introduciendo personajes, aunque sea fugazmente, que la historia ha colocado en primera plana, como es, por ejemplo, el famoso retratista alemán Hans Holbein el Joven, autor del famoso cuadro, entre otros muchos, de Los Embajadores, que también se dejan ver por la serie.

También se detienen durante varios capítulos en la rebelión conocida como "Peregrinaje de Gracia", desde sus inicios hasta su drástico y cruel desenlace, así como en los planes de Cromwell para asegurar la Reforma mediante un matrimonio protestante dirigido, que finalmente le hará perder la cabeza. Literalmente hablando.

Así que ya estoy preparado para ver la cuarta y definitiva temporada. El desenlace.

sábado, 15 de octubre de 2011

Los chicos malos

Los anuncios de cervezas suelen ser buenos. En ocasiones, muy buenos. Alguna que otra vez, excelentes. Ésta es una de ellas.



Sólo para valientes...

viernes, 14 de octubre de 2011

Encerrado en mi habitación

Cuando yo era un adolescente rebosante de energía, en las sofocantes tardes de verano, solía encerrarme en mi habitación, agarraba unos buenos auriculares que enchufaba al equipo de música, con un cable suficientemente largo, me acercaba a la estantería donde yo atesoraba una buena colección de cds de rock, elegía uno, lo introducía en el equipo, subía el volumen a tope, y le daba el play. Entonces se obraba el milagro.

Dejaba de ser un niñato con pretensiones de guitarrista a pasar a ser el verdadero amo del rock. Un Dios de la guitarra, el rock galopaba por mis venas. No paraba de dar saltos tocando mi guitarra imaginaria, con los ojos cerrados, haciendo como que cantaba, con los brazos tocando la batería o lo que hiciera falta.

Puedo asegurar que muchas, muchísima de las veces que pulsaba ese manoseado play, lo hacía con los discos de Living Colour. Con ese "semidiós" que era -y en parte sigue siendo- para mí Vernon Reid.

Hoy es viernes, disfruten de buena música.



Quien no hizo nunca lo que describo arriba, no vive la música.

jueves, 13 de octubre de 2011

Crear

Me encontré esta frase por la red y me pareció interesante. Me dio que pensar. Se dice mucho eso de que hay que escucharse y encontrarse a uno mismo, y, siendo sincero, estoy de acuerdo, en serio, me parece que con tantos medios de comunicación, con tantos compromisos y obligaciones, con Internet, la televisión, el teléfono, el trabajo... apenas pasamos tiempo suficiente para estar con nosotros mismos, y sé que habrá quien diga que lo que escribo es una soplapollez, pues siempre estamos con nosotros mismos, y que para leer tonterías mejor visita páginas de tías buenorras con poca ropa, que de esas páginas siempre se va uno satisfecho. Pero de verdad que pienso que hay veces que es necesario pasar un tiempo solo, si no para encontrarse a uno mismo, sí para hacer lo que a uno le venga en gana, porque sospecho que hay mucha gente, a la cual no le gusta estar sola, y me hace pensar que igual no se soportan a sí mismas, y por eso lo evitan. No sé, puede que sea una tontería mía, pero creo que aprender a estar con uno mismo, a saber disfrutar de la soledad, es en muchos casos beneficioso y enriquecedor, porque si durante el transcurso de este íntimo soliloquio, uno aprende a conocerse mejor, y a ser más comprensivo con uno mismo, probablemente comience a mejorar como persona, y a comprender mejor a los demás, a ser más justo con uno mismo y menos exigente con los demás, y seguramente conseguirá ser mejor persona, mejor amigo, mejor marido o mujer -según el caso-, en definitiva, pienso que ayuda a crear un mejor yo.


La vida no es sobre
encontrarse a uno mismo.
La vida es sobre
crearse
a uno mismo.
(anónimo)

Pd: Añado una nueva etiqueta que creo que se ajusta más a este post.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Viaje al pasado - Stefan Zweig

En mi opinión, Stefan Zweig es el escritor de entre todos los escritores que he leído que mejor sabe describir los sentimientos humanos. Es evidente que poseía un ojo observador agudo y un don y saber hacer a partir del cual conseguía, párrafo a párrafo, hacernos sentir exactamente lo que él deseaba que sintiésemos. Poseía una amplia paleta de colores para dibujar los contrastes de la personalidad, así como de los estados de ánimo de sus personajes, dando un brillo a sus libros que pocos pueden alcanzar. Era un verdadero maestro.

Esto era algo de lo que Zweig era muy consciente y por ello basaba muchas de sus novelas en retratar grandes pasiones, amores profundos e intensos, sentimientos ocultos de caracteres diversos llevados al extremo.

En esta novela breve el autor vienés nos cuenta una profunda historia del corazón. Un amor prohibido, imposible. Un hombre enamorado, una mujer confusa, un viaje prolongado en la mitad de una pasión, una dolorosa guerra de por medio. Una historia de amor a lo largo del tiempo, dormida por una despedida, y recuperada por un regreso. Una preciosa manera de disfrutar de una tarde.

domingo, 9 de octubre de 2011

Mentes privilegiadas

Siempre pensé que en este mundo hay gente muy lista, tremendamente inteligente, que tienen la suerte de tener una mente clara y precisa, diligente , observadora, y que sabe en cada momento cuales son sus preferencias, y lo que es más difícil, conocen cuales son las preferencia de los demás. Son mentes privilegiadas y todos sabemos que son los que gobernarán este mundo, y si no están convencidos, miren la foto. ¿O es que me equivoco?


sábado, 8 de octubre de 2011

Una Kwak

La cerveza que les voy a presentar este mes es una entre las muchas cervezas belgas que probé este verano en nuestra visita turística a Bélgica. Probé más de una y más de diez, así que si no pasa nada poco a poco iré presentándoselas.

Ocurrió en nuestro primer día en Bélgica, en la encantadora y romántica ciudad de Brujas. Comenzaba a anochecer, y nuestros pies, después de una jornada de caminatas incesantes, necesitaban alivio, de manera que tomamos asiento en una elegante terraza situada en la Plaza de Mayor de la ciudad. El restaurante que elegimos se llamaba Panier D'or, y fue el que nos pareció que conjuntaba la mejor terraza con vistas a la Torre Belfort, a la par que un precio aceptable, aunque si deseo ser justo con la realidad y darme algo de credibilidad a mí mismo, debo reconocer que lo que sin lugar a dudas volcó la elección, fue uno entre los muchos clientes que se encontraban sentados en su terraza. Era un hombre alto y grueso, con sonrisa amigable, flequillo algo descuidado, amplio bigote y mofletes algo colorados, que justo en aquel momento en el que eché un vistazo hacia las mesas de la terraza se echó al gaznate un prolongado trago de una cerveza servida en un estilizado y extraño vaso con forma de probeta, que iba colocado en una especie jarra de madera con asidero que servía de base.

Resistirme a aquella invitación superaba mi voluntad, pero, por si no fuese suficiente, un instante después, al contemplar la cara de satisfacción que aquel bigotudo extranjero mostró al separar los labios de la jarra inclinó definitivamente mi decisión, si es que no estaba ya tomada. Diez minutos más tarde mis labios saboreaban aquella cerveza de nombre tan raro servida en tan atractiva jarra.

La cerveza lleva el nombre de Kwak por el apellido de su creador, Pauwel Kwak, que fue el primero que la destiló en 1791, según afirma en su web. Es una cerveza con un alto contenido de alcohol, 8,4 %, y posee un color ambarino bastante dorado y un aroma fuerte y poderoso. El sabor también es vigoroso, causado principalmente por su doble fermentación y por momentos me recordó un poco a la cerveza Judas.

He de añadir que existe una curiosa historia del por qué de la peculiar forma de la jarra, que al mismo tiempo es su mejor marketing publicitario. Según parece es debido a que en tiempos de Napoleón, el bueno de Pauwel Kwak regentaba una taberna en una de las habituales paradas de los carruajes, los clientes bajaban a pimplar cerveza para refrescarse pero el cochero debía mantenerse en su puesto, lo que llevó a Pauwel a inventar un sistema para que los cocheros pudieran tomar cerveza mientras conducían el carruaje.

Otro efecto colateral de la extraña forma de la jarra es que es casi imposible evitar que se te inunde de espuma la primera vez, cosa que a mí no me ocurrió porque me la sirvió un profesional.

Pd: Confieso que aquella "cervecita" achispó mi mirada, trabó mi lengua y torció mis pasos aquella noche de camino al hotel.

viernes, 7 de octubre de 2011

Sol Predan

Este cartel de advertencia me ha dejado boquiabierto, atónito, pasmado, patidifuso, desolado, estupefacto, admirado, absorto y un pelín risueño.



domingo, 2 de octubre de 2011

Bestial

Comencemos por el principio. Cuando uno se abona a un equipo de fútbol, espera poder acudir cada dos semanas a su asiento en la grada del estadio con la esperanza de ver a su equipo ganar el partido, o al menos no perder, aunque al final uno se conforma con ver un buen partido de fútbol, o en su defecto al menos disfrutar de pinceladas de buen juego. Sin embargo la realidad es que cuando uno deja el estadio, la mayoría de las veces, se va satisfecho con haber disfrutado de algunos detalles técnicos exquisitos, o de la garra y el empuje expuestos por su equipo o incluso de movimientos tácticos solidarios de los jugadores que sufrieron y lucharon hasta el límite de sus piernas.

Cuando uno además es abonado de un equipo humilde, la cosa es más complicada. Hay partidos que uno recuerda haber abandonado el estadio aplaudiendo al equipo por el derroche físico desplegado durante los noventa minutos por sus jugadores, a pesar de haber perdido el encuentro, reconociendo que el rival que tenía en frente en esa ocasión jugó mejor.

Pero el fútbol no siempre es algo claro y evidente, y hay muchas, muchísimas ocasiones en las que no ocurre lo que se espera. Van ocurriendo circunstancias como una lesión al principio, una ocasión de gol clara errada, un centro que inesperadamente entra a gol, un rebote que no favorece a un defensa, un jugador que resbala, un técnico que no atina a dar con la tecla, un jugador que no tiene su día, un portero al que ese día la fortuna le da la espalda o un delantero al que nadie espera y está en todas de manera fructuosa. También ocurren los errores arbitrales, los fuera juegos no pitados o los penaltis no señalados o todo justo al revés.

Existen tantas y tantas variables durante un partido que conseguir doblar el resultado a tu favor, en muchísimas ocasiones, es más una voluntad de insistir, de intentarlo una y otra vez, de seguir y seguir, insistir y volver a ir, de probar e intentar las cosas una vez tras otra, para que, de alguna manera, el azar se alíe en alguna de tantas con nosotros de forma que se pueda alegremente alcanzar el objetivo.

El deporte no siempre es agradecido, y en ocasiones, tristemente se convierte en todo lo contrario. El fútbol muchas veces es injusto, pero como juego que es, uno sabe de antemano que el azar, la suerte, juega a nuestro favor o en nuestra contra y sobre ella se carga la responsabilidad en la derrota y pocas veces en la victoria.

Ayer, en La Rosaleda, en un partido épico vimos un poco de todo lo que escribo antes en un solo partido. Después de que al Málaga no le pitaran un penalti claro, de que el equipo de enfrente, el Getafe, aliado con la diosa Fortuna hiciera un gol sorprendente, y que más tarde volviera a adelantarse con un gol ayudado con la mano, que el árbitro, desacertado, no vio, o al menos no pitó y validó. Después de todo esto, a tres minutos del final, el Málaga, el equipo de mis amores, consiguió empatar el partido para que cuatro minutos después en una fabulosa chilena, estéticamente perfecta, La Bestia Baptista -que además celebraba justamente ese día su treinta cumpleaños y que esta misma semana había sido padre- perforara la portería del Getafe consiguiendo un auténtico go-la-zo. Darle la vuelta al injusto resultado, en los minutos de descuento, y de esa manera, supuso un auténtico éxtasis de alegría.

Un 3-2 que hizo justicia. Si no con el juego sí con el tuerto arbitraje del colegiado. Hacía mucho tiempo que no salía tan contento por las bocanas del estadio. Exultante, agradecido y feliz. Muy feliz. Gracias fútbol.

Pd: El abrazo conjunto de los compañeros de abono después del gol, con nuestras caras incrédulas y nuestros gritos de alegría... No tiene precio.

sábado, 1 de octubre de 2011

Cambios de decoración

Disculpen si en los próximos días ven que ocurren cosas raras en este blog, porque estoy haciendo algunas pruebas, pequeños cambios sin importancia que todavía no sé si llevaré a cabo en este blog o en el de sofiaylaluna, aunque puede que quizás finalmente no los lleve a cabo en ninguno de los dos, o en los dos. Nunca se sabe.

Les aviso para que no piensen que su ordenador la está cagando. Es simplemente que soy algo manazas y al mismo tiempo intrépido.

Disculpen las molestias...