viernes, 21 de octubre de 2011

Desgracia - J. M. Coetzee

La primera novela que leí del premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee fue Diario de un mal año, y me dejó buen sabor de boca. Y cuando esto suele ser así, me gusta repetir, así que en una de esas visitas a la librería me regalé otra novela de Coetzee, en este caso Desgracia.

Desgracia es un libro duro, directo, que apenas deja tiempo para tomar aire. Un libro árido y seco, cargado de ladridos que la vida arranca en cada uno de sus bocados. Un libro que trata sobre la vida y la muerte, la amistad, la fidelidad, sobretodo, a uno mismo.

La novela cuenta una pequeña parte de la vida de un hombre, David Lurie, que vivía plácidamente como profesor universitario, llevando una vida despreocupada y libre, incluso gratificante, bien organizada, hasta que un día, sin buscarlo pero sin evitarlo, una pasión se desatada en su interior, un eros ineludible, que provoca en su ser tal agitación que lo lleva a caer en la más profunda e inquietante oscuridad, obligándole a probar el sofocante infierno en la tierra.

Es un libro lleno de contenido filosófico, de protesta y de orgullo. Donde el protagonista no desea dar su brazo a torcer. No se dejar tumbar. Pero, ¿permitirá que los demás actuén como el cree tener derecho a actuar? Un libro desesperanzador y fatalista, que obligará al lector a detenerse en cuestiones tan intensas como la venganza, el orgullo, el perdón... Un libro grande como pocos.

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