Hace poco más de un mes que estamos de lleno en el tórrido veranito, especialmente los que tenemos la suerte de vivir en Andalucía. El verano es una estación ideal para bajarse del tren, con una toalla echada al hombro, unas gafas de sol y un Mediterráneo de reflejos plateados esperando para aliviar el sofoco provocado por los pellizcos del Sol.
El verano es sinónimo de días de calor, baños de sabor salado, arena en los pies, refrescos y chicas en bikini con sonrisas amplias meciendo el pelo al son del viento que mejor paga. He aquí un esplendoroso ejemplo.
No me digan que no les entró calor... entonces... aquí hay más... y alguno más... y por si no fue suficiente, que lo dudo, aquí va otro de regalo... a que ya sí tienen calor... anda vayan a refrescarse.
El verano es sinónimo de días de calor, baños de sabor salado, arena en los pies, refrescos y chicas en bikini con sonrisas amplias meciendo el pelo al son del viento que mejor paga. He aquí un esplendoroso ejemplo.
No me digan que no les entró calor... entonces... aquí hay más... y alguno más... y por si no fue suficiente, que lo dudo, aquí va otro de regalo... a que ya sí tienen calor... anda vayan a refrescarse.
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