domingo, 5 de enero de 2025

Un partido fuera de lo común

Ya saben los cuatro gatos que siguen este blog que aproximadamente cada dos semanas tenemos una cita en el estadio de La Rosaleda, porque es casa del equipo de nuestros amores, el Málaga CF. Así lleva siendo durante años. Dos veces al mes, partido en Málaga. Algunas pocas veces hemos acudido al estadio para ver partidos de la Selección Española. A veces han sido amistosos, a veces han sido de clasificación. A parte de esos partidos poco más he ido yo a ver al estadio de Martiricos.

Hace muchos años creo recordar que fui a ver un Real Madrid - Ajax, no sé si fue un partido de pretemporada. Un Trofeo Antena 3, o algo así. También vi un partido del Mundial de Naranjito. Estas navidades el Marbella FC, de Primera Federación, en Primera Ronda eliminó al Bergantiños FC en Galicia, mientras que el Málaga quedó eliminado por el CD Estepona.

En Segunda Ronda el Marbella eliminó al Burgos CF y pasó a jugar dieciseisavos de final, donde fue emparejado mediante sorteo contra el Atlético de Madrid. Un partido tan atractivo que la demanda de asistencia al partido superaba con creces el aforo del estadio del Marbella. De manera que llegaron a un acuerdo y el partido se disputó en La Rosaleda.

Decidimos ir a ver el partido, y lo cierto es que el Marbella FC puso en muchísimos apuros al todopoderoso Atlético de Madrid, que superó la eliminatoria con un solitario gol de Griezmann. Sobre el césped el once de Simeone apenas tuvo reservas. Simeone no se fiaba. Le Normand, Pablo Barrios, Rodrigo De Paul, Julián Álvarez o el propio Griezmann completaban el plantel. Además participaron Koke, Sorloth, Correa o Marcos Llorente. El resultado 0-1, mantuvo la emoción hasta el pitido final. Qué gran papel hizo en el partido el Marbella FC.



Pd: En la siguiente eliminatoria el Atlético eliminó al Elche CF (0-4), seguidamente al Getafe CF por un contundente (5-0) y en semifinales cayó frente al FC Barcelona, a doble eliminatoria, tras empatar en la ciudad condal en un partido loco por un inusual marcador de 4-4, y perder finalmente 0-1 en el Metropolitano de Madrid. La copa se la llevó el FC Barcelona en prórroga contra el Real Madrid CF.

jueves, 2 de enero de 2025

Un año de Zoo

Me encanta mirar animales. Observalos, saber de ellos, ¿cómo viven? ¿qué comen? ¿cuáles son sus hábitos? ¿Cómo sobreviven? ¿Cómo son sus ritmos vitales? Me fascina la capacidad de adaptación del reino animal. Puedo pasarme horas viendo documentales de animales de La 2, o más recientemente de National Geographic, aunque con ellos de fondo  me haya dado las mejores siestas de mi vida.

Siempre me han atraido los animales. Desde chiquetito. Me hubiera encantado ganarme la vida alrededor de animales, aunque siempre lo vi como una profesión con poco futuro, y con difícil acceso a las oportunidades laborales. ¡Qué poca visión he tenido para estas cosas! Igual me faltó, o vocación, o todo al mismo tiempo. El caso es que amo el reino animal, en general. Envidio a los fotógrafos que viajan por el mundo desde selvas tropicales a oasis en desiertos remotos, visitar Madagascar o el Polo Norte. Lo envidio.

Poder ver al elefante africano en libertad, contemplar la migración del cangrejo rojo, ver una cría de lince ibérico, o a una ballena jorobada expulsar aire en el océano. Vivimos rodeados de maravillas pero somos una especie tan malvada, que casi ningún animal puede soportar vivir a nuestro alrededor. O bien nos los comemos hasta la extinción, o bien los matamos por su piel, o por sus colmillos, o porque se come nuestros alimentos, aunque la mayoría de las veces es algo tan banal como que los expulsamos de sus hogares.

Mi mujer que me conoce bien y sabe que no podemos permitirnos económicamente cruzar medio planeta para un día de gloria, me encargó para Papá Nöel un pase anual del Biopark de Fuengirola, que aunque sabemos que no es lo mismo, es un zoo pero que intenta respetar dentro de lo posible el hábitat natural de los animales, al menos algo más cercano que verlos en una pantalla es. Y con la ventaja de estar a quince minutos a pie desde casa. A mí me hizo mucha ilusión y sin perder tiempo el primer día del año fui a ver cómo andaban de resaca alguno de los animales.

Pude contemplar en vivo por primera vez un ajolote, o axolote, del que siento cierta atracción desde que leí el cuento de Axolotl de Julio Cortázar  en su libro Final del juego. Es curioso comprobar que tenía sus cuatro dedos en sus patas delanteras y, sin embargo, sus cinco en sus patas traseras. Que no tiene párpados, y que sus branquias son externas y plumosas, y lo más sorprendente de ellos es que tienen una gran capacidad de regeneración. Tanto es así que si por alguna razón un ajolote pierde parte de su corazón, en semanas lo puede regenerar. Lo mismo le pasa con una pata o un ojo. ¡Es un animal único!