miércoles, 2 de abril de 2025

Ken Stringfellow en la Sala Core

Había escuchado que Ken Stringfellow anunciaba una gira y que venía a Málaga. Al principio confieso que no recordaba bien quién era, pero rápidamente, con un pequeño abrir la ventana y asomar la nariz a San Google le puse cara como uno de los miembros de The Posies, y como exmiembro en bandas como Lagwagon o REM. Venía a presentar su disco en solitario, Circuit Breaker, que en ese momento no había ni escuchado hablar de él. El concierto estaba fechado el primer martes del mes de abril en la Sala Core, que es la antigua Sala Velvet, y bueno, no era un día que me viniese especialmente mal.

Así que me puse manos a la obra y le di unas cuantas vueltas al disco y la verdad es que me ganó. Un disco muy versátil, con letras muy sinceras e íntimas. Según me informé venía a presentarlo en solitario, lo que por un lado puede quitarle brillo al concierto pero por otro lado le da un sentido más cercano a la actuación. Se presentó con un esquelético órgano Yamaha y una guitarra eléctrica Gretsch, de un intenso rojo cereza.

Una vez en la sala Core, recién pillada mi cerveza sin alcohol -cuando me toca conducir no hay alcohol que me acompañe- todavía con la música de ambiente puesta, Ken entró en la sala y como yo estaba situado muy cerca a la entrada, y fui casi el primero que se encontró, me ofreció la mano como saludo. Le di la mano y seguidamente fue saludando a los que estábamos situados en las primeras filas. De esto hablaba también cuando digo que un concierto en solitario tiene una cercanía que no es fácil de encontrar en otros ambientes. 

Vestía una camisa hawaiana de estampado de un mar esmeralda con olas de influencia oriental, unos pantalones grises verdosos y unas Vans altas con estampado de piel de leopardo. Se colgó la guitarra al hombro, saludó con un alegre ¡Hi! Mientras afinaba la guitarra eléctrica se presentó en inglés diciendo que había estado en el infierno, también en el cielo y que ahora estaba en Málaga, que era mucho mejor. Y de esa manera comenzó con los acordes de Tears Tumblin', el tercer tema del disco. Las canciones presentadas de esta manera, más desnudas, perdían fuerza pero ganaban en esencia y sinceridad. Así fueron cayendo canciones del disco como Circuit Breaker, There o Trust, que la cantó desgarrándose la garganta. ¡Me encantó!

Interpretó canciones de sus discos anteriores, pero también alguna de The Posies, Big Star o The Disciplines. Fue saltando interpretaciones entre la guitarra y el órgano. Me pareció muy curioso que algunas canciones, especialmente las que tocaba a los teclados, no sé si por su forma de modular la voz, por su composición, o por lo que sea, me recordaron mucho a un sonido Beatles

Conforme iba avanzando el concierto, y escuchas las canciones, si estás atento a las historias que cuenta sobre sus propios temas, sobre cómo crecieron, sobre en qué momento de su vida lo compuso, poco a poco vas conociendo a la persona detrás del artista. Llegado a los bises se metió entre el público con la guitarra y para terminar el concierto ofreció una versión de un tema que siempre me ha encantado, A song for you de Gram Parsons. Es una canción preciosa, que tiene un aire ceremonial, de comunión espiritual, y con los ojos de azul clarísimo de Ken y el pelo largo liso, cayéndole sobre los hombros, parecía un líder religioso en un momento de misticismo. Yo al menos flotaba de forma emocional. 


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