Pocos días después del concierto de Pearl Jam en el Ziggo Dome de Ámsterdam tenía un concierto de Diana Krall en el auditorio del Starlite de Marbella. No sé si decir que fueron la noche y el día, pero sí que fueron dos conciertos diametralmente opuestos, aunque bien pensado, no tanto.
Cualquiera puede pensar que la voz potente y ronca de Eddie Vedder y la voz dulce y aterciopelada de Diana Krall son absolutamente distintas. Es cierto, son muy distintas. Pero ambos tienen, a mi parecer, algo similar, los dos cantan con mucho sentimiento. Son dos cantantes desde el corazón. Y ahora que lo pienso los dos cantan mucho con los ojos cerrados. Quizás Diana algo menos porque tiene que estar pendiente de tocar las teclas del piano. Tal vez sea necesario cerrar los ojos y no ver lo que hay fuera y así escuchar lo que hay dentro.
Además interpretó una versión de Bob Dylan, Simple twist of fate, con lo que puedo decir que he escuchado la canción de Dylan cantada por Diana Krall pero también por el propio Dylan. ¡Qué bien la cantó!
He de añadir que así, con tan buen gusto y deleite, comencé mis vacaciones.
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