En Alhaurín de la Torre hay un auditorio al aire libre en la finca de El Portón, y en las noches de julio, desde hace 25 años, el Ayuntamiento organiza un festival de jazz. La pandemia echó abajo las dos últimas ediciones, una cancelada y otra con restricciones. Mi habitual compañero jazzístico, Miguel, me preguntó si me apetecía acompañarlo a ver la actuación del pianista Aaron Goldberg Trío junto con Michael Mayo. Abriendo la velada tocaba la elegante y joven voz de Belle McNulty que me agradó enormemente.
Aaron Goldberg es un pianista soberbio de Massachusetts, que habla español estupendamente pues había dado un par de seminarios en Alhaurín con anterioridad. Vino acompañado de un batería de eterna sonrisa, Kyle Poole -¿por qué sonríen tanto los baterías?- y un melancólico contrabajista australiano que presentó como su vecino, rival de tenis además de su "profesor" de vinos y francés, Matt Penman.
Michael Mayo es un cantante de magnífica voz, también americano, y verlos juntos era una oportunidad inédita que disfrutamos todos los que estuvimos presentes. Es un verdadero placer ver cómo alguien domina tanto la voz como las manos del pianista dominan el instrumento.
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