Había pensado empezar esta entrada diciendo que a veces la felicidad se esconde en el fondo de una botella de cerveza, pero sopesando bien el verbo creo que quizás fuese mejor afirmar que la felicidad se muestra -que no se esconde- en el fondo de una botella de cerveza. Pero claro, con tal afirmación como comienzo de entrada, pueden ustedes llevarse la impresión de que hago apología del alcohol, o algo así, cuando en realidad yo no soy hoy en día (de otra época anterior no respondo) una persona que se pierda por las cantidades, si no más bien por las calidades. De todas formas, como a veces me cuesta tanto explicarme, y por tanto tengo que estar todo el rato dando vueltas a la misma idea, de un lado para otro, hasta intentar medianamente explicarme. Lo que yo realmente quería alcanzar a decir, si hubiese sido capaz de explicarme más allá de un comienzo de párrafo, era que: compartir unas cervezas, o un café, o un té o sencillamente un vaso de agua con unos amigos, es posiblemente una de las formas más simples de acercarse a la felicidad.
Seis personas en una terraza alrededor de una mesa, bajo el envoltorio perfecto de un cielo idílico, con un mar de fondo tiñendo el horizonte, compartiendo sus experiencias, sus recuerdos y sus deseos inmediatos, aliñando la conversación con manjares diversos, salados y dulces, es, bajo mi punto de vista, uno de los placeres más sencillos que existen. Pruébenlo, merece la pena.
3 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo: Una de las mejores cosas en esta vida es disfrutar de los amigos, una buena comida y una sobremesa hasta las 8 de la tarde, y porque las circunstancias obligaban.Hubiera caído una barbacoa...
Si no es por los niños la barbacoa cae fijo.
Por si no lo sabes, puedes escribir tu comentario, exactamente igual, pero en lugar de elegir anónimo puedes poner tu nombre en Nombre/URL y ya está, luego publicar y punto. Muy fácil.
A no ser que desees ser anónim@.
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