Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción son dos novelas cortas reunidas en un solo volumen, tal y como originalmente fueron publicadas por Jerome David Salinger en 1963. Ambas historias van estrechamente cogidas de la mano, ya que en ambas aparecen los mismos personajes sólo que en distintas épocas de sus vidas.
Llevaba bastante tiempo con ganas de leer este libro de Salinger, pero siempre, por una causa u otra, le iba colando libros por delante. Por fin un día vacío como mi cartera lo agarré por la solapa y le dije que no pensaba quitarle el ojo de encima, y así hice.
En la primera novela se narra la desconcertante escena en la que el novio, Seymour, no se presenta a su propia boda, y tras la espera, Buddy, el hermano menor del novio y narrador de la historia, además del único familiar directo por parte del novio en asistir a la ceremonia, se encuentra de pronto rodeado de familiares de la novia, aunque ellos lo desconocen. La trama, escrita con la habitual agilidad narrativa de Salinger, alcanza auténticos momentos cómicos irrepetibles.
La segunda novela, por llamarla de alguna manera, aunque soy consciente de estar llamándola de una manera más bien imprecisa, es una introducción que Buddy realiza sobre su hermano mayor, sobre el que están señaladamente dirigidos ambos textos, aunque en ninguno de ellos él esté verdaderamente presente, quiero decir, que si bien en el primero no se presenta a su propia boda, en el segundo ya está muerto. Para saber cómo falleció Seymour deben leer el estupendo cuento Un día perfecto para el pez plátano, incluido en su libro Nueve cuentos, escrito diez años antes de estos dos textos.
En la primera novela se narra la desconcertante escena en la que el novio, Seymour, no se presenta a su propia boda, y tras la espera, Buddy, el hermano menor del novio y narrador de la historia, además del único familiar directo por parte del novio en asistir a la ceremonia, se encuentra de pronto rodeado de familiares de la novia, aunque ellos lo desconocen. La trama, escrita con la habitual agilidad narrativa de Salinger, alcanza auténticos momentos cómicos irrepetibles.
La segunda novela, por llamarla de alguna manera, aunque soy consciente de estar llamándola de una manera más bien imprecisa, es una introducción que Buddy realiza sobre su hermano mayor, sobre el que están señaladamente dirigidos ambos textos, aunque en ninguno de ellos él esté verdaderamente presente, quiero decir, que si bien en el primero no se presenta a su propia boda, en el segundo ya está muerto. Para saber cómo falleció Seymour deben leer el estupendo cuento Un día perfecto para el pez plátano, incluido en su libro Nueve cuentos, escrito diez años antes de estos dos textos.
Lástima que Salinger no fue nada prolífico y que al final de su vida - y no tan al final- decidiera esconderse en su propia existencia, alejado del resto del mundo, voluntariamente aislado. Lástima.
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