Cuelgo esta foto para desmentir a todos aquellos que pensábamos que nuestros profesores siempre eran los más estrictos y puntillosos a la hora de controlar que no se copiase nadie en sus exámenes. Como diría Luisma el de Aída: me troncho y me parto.
Imaginad lo que debía estar pensando la mente retorcida del profesor: no se copian, no se copian y no se copian.
Lo que es llevar las cosas a los extremos.
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