Como esta mañana a mi santa se le ha hecho tarde para llevar a los niños al cole los he llevado yo. Al despedirnos en la puerta de casa, después de los apretados besos y abrazos de los niños hacia su madre, mientras esperábamos el ascensor, mi santa me reprocha que por qué le he puesto calcetines a Miguel con unas sandalias. Le digo que se los ha puesto él solito, y que como es la primera vez que se las pone, porque las está estrenando, es mejor que las lleve así porque le va a evitar posibles rozaduras molestas. Entonces me dice con guasa que llevo al niño que parece un alemán. Auf wiedersehen le digo para despedirme desde el ascensor con algo de sorna.
Durante el trayecto al colegio, Sofía, que es muy curiosa, me pregunta que por qué mamá dice que Miguel parece un alemán y trato de explicarle que es una costumbre alemana ponerse calcetines con sandalias para evitar rozaduras y heridas en los pies, mientras Miguel, sin decir una palabra, escucha con atención.
Luego en la cola observo que los compañeros de clase de Miguel que llevan tenis los llevan calcetines, mientras que los que llevan sandalias no, entonces Miguel se percata que estoy mirándole los pies, y cae en la cuenta de que está estrenando sandalias nuevas, de manera que levanta el pie y se las enseña a sus compañeros de fila, los otros también levantan los pies para que se vean sus sandalias, y uno de ellos le dice que tiene una tirita porque le ha hecho una pupa, y el otro también enseña la tirita que lleva. Entonces Miguel, orgulloso, mira sus sandalias con calcetines y levanta la voz y le dice en esa lengua que él tiene a sus compañeros "mis zapatos son alemanes y no hacen pupas".
No pude parar de reír durante un buen rato.
Durante el trayecto al colegio, Sofía, que es muy curiosa, me pregunta que por qué mamá dice que Miguel parece un alemán y trato de explicarle que es una costumbre alemana ponerse calcetines con sandalias para evitar rozaduras y heridas en los pies, mientras Miguel, sin decir una palabra, escucha con atención.
Luego en la cola observo que los compañeros de clase de Miguel que llevan tenis los llevan calcetines, mientras que los que llevan sandalias no, entonces Miguel se percata que estoy mirándole los pies, y cae en la cuenta de que está estrenando sandalias nuevas, de manera que levanta el pie y se las enseña a sus compañeros de fila, los otros también levantan los pies para que se vean sus sandalias, y uno de ellos le dice que tiene una tirita porque le ha hecho una pupa, y el otro también enseña la tirita que lleva. Entonces Miguel, orgulloso, mira sus sandalias con calcetines y levanta la voz y le dice en esa lengua que él tiene a sus compañeros "mis zapatos son alemanes y no hacen pupas".
No pude parar de reír durante un buen rato.
1 comentario:
jajajajaja... la anécdota es buenísima... la verdad es que así es como se traduce en la mente de un niño pequeño toda la información que había recogido del resto de la familia...
En fin, por lo menos se evitará las tiritas!!!
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