martes, 1 de noviembre de 2011

El Alquimista - Paulo Coelho

Comenzaré diciendo que éste es un libro que nunca deseé leer, pero que a pesar de ello, leí.

Si no recuerdo mal, todo comenzó hace algún tiempo, cuando leí durante varios meses los artículos de Coelho en la prensa. Al principio los leía con curiosidad, más tarde la curiosidad se tornó en poca cosa, quizás en un profundo aburrimiento y así, desinteresado, dejé de leer sus artículos. Y es que los artículos de este hombre me parecieron, ¿cómo decirlo?, quizá demasiado místicos para mis terrenales neuronas.

Años más tarde me surgió la fugaz posibilidad de una escapada a Tánger y conversando con alguien que había leído el libro, dijo que creía recordar que gran parte de la historia del libro se desarrollaba en la ciudad marroquí de Tánger, de manera que, aunque sin mucho convencimiento, se lo pedí prestado.

El tiempo pasó, y el posible viaje se esfumó, pero al libro no le ocurrió lo mismo y continuaba en la estantería del despacho de casa. Así pasaron los meses, adornando la habitación con su tapa dura, pero como no me gusta dilatar el tiempo de lectura de los libros cuando son prestados, me puse en ello, y aquí estoy.

El libro trata sobre un sueño, sobre un viaje y sobre señales en el camino, pero también sobre el entusiasmo en la vida, de la búsqueda de un tesoro, del amor y de la búsqueda de la propia Leyenda Personal. Y el resumen del libro bien podría ser: Sigue el camino de tus sueños.

Un libro de esos que dicen que nos hablan a nosotros mismos y que aunque no lo son, dan la sensación de que uno está leyendo un libro de autoayuda, o bien, viendo un anuncio de mimosín lamiendo un yogur con muesli. Sinceramente, mucho tiene que cambiar la cosa para que vuelva a leer un libro de Paulo Coelho.

Pd: Ya he tenido demasiado buen rollo, Epi y Blas, y Bambi paseando por el jardín de Wendy y Peter Pan, para bastante tiempo.

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