Mi segundo Vila-Matas ha sido Bartleby y compañía. El primero fue Suicidios ejemplares, que fue un magnífico anzuelo para picar otra vez de este autor, como finalmente ha sucedido.
Recaer en Vila-Matas ocurrió en realidad casi sin querer, como ocurren muchas de las mejores cosas. Voy a intentar explicarme: estaba en la sobremesa de un exquisito almuerzo en casa de unos amigos, mientras preparaban el café me levanté de la mesa para estirar las piernas y me situé de pie frente a la envidiable biblioteca que mis amigos atesoran. Disfrutaba revisando cuidadosamente los títulos, deteniéndome en aquellos por los que sentía curiosidad o aquellos que me traían buenos recuerdos, y así, casi sin querer, tropecé en más de una ocasión con algunos de los libros de Vila-Matas, del que mi amigo es bastante aficionado. Varias veces me dijo que cogiera el que quisiera y me lo llevase, pero tengo tantos libros que leer en casa y una lista de espera tan larga, que generalmente soy reacio a llevarme alguno. Pero en esta ocasión, no sé muy bien por qué, accedí. Le dije que me dejara uno de Vila-Matas, el que él quisiese, y me ofreció tres para que tomara yo la decisión. Al final me decidí por Bartleby y compañía.
Es un libro que he engullido en pocos días, pero que si hubiese sido capaz de acumular suficiente tiempo, lo hubiese leído de un tirón. Después de la lectura de este libro no puedo ser otra cosa que vilamatiano. Por eso un par de días después pasé "casualmente" por Teseo, mi librería habitual, para ver qué es lo que tenían de él, y me traje, feliz y contento, un libro de antología de ensayos que tiene muy pero que muy buena pinta.
1 comentario:
Pues que Matas es un titan de la narración. Me encanto tu opinion y comentario acerca de libro... te comparto un link donde encontre su libro... libros gratis
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