Hoy es el día de la madre y aunque suele decirse que madre no hay más que una, en mi vida esta frase tan manoseada y repetida no termina de ser completamente cierta, porque por un lado está mi madre, que me cuidó y que me llevó de la mano al colegio, que me untaba Vicks VapoRub cuando estaba en cama, la que le sacaba punta a mis lápices y a la que le debo gran parte de lo que soy, por poco que sea.
Por otro lado está mi señora, madre de mis hijos, que con su admirable dedicación, su intenso e interminable quehacer diario y su entregada devoción me ha enseñado a darle mayor valor al sentido de la palabra madre, y ha conseguido que sienta verdadera envidia por el inigualable vínculo de una madre y un hijo, algo casi sobrenatural, a pesar de ser lo más natural del mundo.
Así que este post va dedicado a mis madres, que, como he escrito antes, son más de una, y que son los verdaderos motores de estas familias. Un beso a las dos.
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