La última novela de Montero Glez que he leído es Pistola y cuchillo, que es una aleación extraña entre una biografía parcial y un relato largo sobre la última mirada de José Monge, más conocido por todos como Camarón de la Isla.
No diré que me ha encantado, porque no ha sido así, pero tampoco diré que me ha disgustado, aunque en realidad, de todo lo que he leído de Monterito es lo que menos me ha complacido.
La prosa de Montero es una prosa llena de chispa aunque en ocasiones repetitiva y cansina, por lo que siempre he creído que sus escritos nunca debieran ser extensos, cualidad que este libro cumple con creces, pero en esta ocasión, y en mi opinión, se ha pasado de breve, y más teniendo en cuenta que el precio no ha encogido paralelo al número de páginas.
Si tienen ganas de revivir aquellos últimos días vividos por Camarón de la Isla en la Venta Vargas, ya están tardando en abrir estas páginas, pero si no es así imagino que mejor giren hacia otras páginas.
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