martes, 2 de julio de 2013

Una Tsingtao

Hoy toca cervecita. Me apetece refrescarme la mente con un buen trago virtual de cerveza fresca, además esta cerveza me trae gratos recuerdos, recuerdos de una cena en el puerto deportivo de Estepona, después de haber pasado la tarde viendo como España ganaba el mundial sub-21 a Italia, justo después de haber  pasado un buen rato abandonado en una acogedora hamaca junto a la piscina.

Con estos antecedentes mi señora y yo salimos a cenar y nos apetecía cenar en alguna terraza del puerto deportivo donde nos decantamos por un restaurante chino que tenía buena pinta. Lo primero fue elegir mesa y lo segundo, nada más tomar asiento, fue pedir la bebida. Pregunté qué tipo de cerveza tenían y me numeró un par de ellas, las habituales. Le pregunté si no tenía cerveza china y dijo que sí, dijo un nombre que no entendí y le dije que me trajese una de esas.

Aquella cerveza china cuyo nombre no entendí resultó ser una cerveza que ya conocía, pues era la misma que ya había tomado otras veces en el restaurante chino al que solemos ir, una Tsingtao.

Es una cerveza con una 4,7 % de alcohol, muy suave y con un sabor demasiado dulzón e insípido. La espuma parece no existir. Una cerveza que si te pilla con muchas ganas de tomar cerveza y no encuentras nada a mano, en ese caso y si está muy fría, entonces sirve, pero para poco más.


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