Todos los años por estas fechas veraniegas un grupo de amigos nos juntamos para hacer nuestra una casa rural durante un fin de semana. Este año la casa estaba ubicada en Periana, en plena Axarquía, en una urbanización a cuatro kilómetros en dirección este, con unas sobrecogedoras vistas sobre el Pantano de la Viñuela. No es difícil imaginar la estampa: una amplia zona de piscina, mucha carne en la barbacoa, niños en bañador y untados en crema solar correteando de un lado para otro, vasos de plástico con agua como ceniceros improvisados, timbas de póker con Led Zeppelin como música de fondo, revistas del corazón junto a las hamacas, los móviles utilizados como reproductores de música, ediciones de bolsillo en el césped, paquetes de patatas y botes de guacamole sobre las mesas, reacciones alérgicas típicas de gente de ciudad y sobre todo ojeras de noches cortas sobre camas incómodas, y risas, muchas risas. Todo envuelto en una apacible y relajada felicidad.
2 comentarios:
Te ha faltado comentar el pequeño incidente de la silla, en la que acabaste en el suelo con un buen moratón en la espalda... supongo que estas cosas dolorosas, cuanto antes se olviden mejor...
No obstante, efectivamente ha sido un magnífico fin de semana!!!
¿Incidente de la silla?, ¿qué silla?
Ja ja ja
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