Hay quien acude a los libros para estudiar y aprender, hay quien lo hace para distraerse o pasar el tiempo, para evadirse u olvidar, también hay quien lo hace para soñar, para vivir otras vidas o en otras ciudades, en distintas épocas o civilizaciones, para imaginar el futuro, interpretar el pasado o conocer el presente; las hay que acuden a los libros para hacerse preguntas o para buscar respuestas, pero una vez leí -y me pareció muy acertado- que los libros más que para hacernos ser lo que no somos, nos permiten no ser lo que somos. Huir de nosotros mismos de una forma fugaz y deliberada.
Otra idea que me parece acertada sobre la lectura es que leemos para aprender quienes somos, aunque yo creo que esa afirmación es más acertada en cuanto a la escritura que en la lectura. En cualquier caso es también muy buena.
Yo, en cambio, tengo claro que acudí a este libro en busca de ayuda, intentando hallar ese punto en común de quien pasa por lo mismo, para intentar no sentirme desbordado por el dolor, para buscar nuevas perspectivas a los recuerdos almacenados y en gran parte, gracias a este libro, creo que lo conseguí.
Los libros están ahí para ayudarte. Ése es el milagro de los libros.
Otra idea que me parece acertada sobre la lectura es que leemos para aprender quienes somos, aunque yo creo que esa afirmación es más acertada en cuanto a la escritura que en la lectura. En cualquier caso es también muy buena.
Yo, en cambio, tengo claro que acudí a este libro en busca de ayuda, intentando hallar ese punto en común de quien pasa por lo mismo, para intentar no sentirme desbordado por el dolor, para buscar nuevas perspectivas a los recuerdos almacenados y en gran parte, gracias a este libro, creo que lo conseguí.
Los libros están ahí para ayudarte. Ése es el milagro de los libros.
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