En algún sitio de este inmenso mundo que es Internet leí que Sándor Márai y Stefan Zweig eran dos autores con vidas paralelas. Ambos eran novelistas famosos y ambos tuvieron que huir al exilio empujados por los nazis, apartándose así de aquella Europa ilustrada, culta y liberal que tanto amaban. Rehicieron sus vidas en América -en los Estados Unidos y en Brasil respectivamente- y también, tristemente, quebraron sus vidas suicidándose.
Como siento pasión por la obra de Zweig y leí que además del paralelismo en sus vidas también compartían cierta similitud de estilos, supuse que quizás podría ser buena idea leer algo de Márai, del cual, independientemente, también había leído algo más que buenas referencias de sus libros. De manera que me hice con una de sus novelas: La herencia de Eszter, para comprobar de primera mano si como Zweig, Márai también poseía tan buen gusto a la hora de cocinar novelas y una vez que he terminado mi primer acercamiento al escritor húngaro, puedo asegurarles que estoy encantado con la degustación, tanto, que ya tengo preparado otro Márai esperando su momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario