martes, 31 de mayo de 2011

El tercer disco

Desde ayer por la tarde tengo serios y preocupantes problemas con el ordenador. Todo parece indicar que uno de los tres discos duros que tiene está fallando aunque afortunadamente es el más pequeño y que sólo utilizaba como copia de seguridad.

Por ahora, tras varios intentos, no consigo entrar en él, con lo que estoy empezando a sentir como perdido todo lo que contiene, que en principio -no recuerdo bien- son copias de archivos que están en otro disco duro. Tampoco me preocupa mucho, pero por si acaso ando como loco haciendo copias de seguridad de todo lo importante.

Así que no se alarmen si no aparezco por aquí durante un tiempo -aunque por ahora esto de internet va fetén, y parece que voy a poder seguir dando por saco en este blog- no es nada grave ni nada que no tenga solución, pero me llevará mi tiempo. Deseenme suerte.

domingo, 29 de mayo de 2011

Chiclaneando

Hace unas horas que he vuelto de pasar un fin de semana sobre las harinosas playas de Chiclana, bajo un Sol que se preveía tímido en principio, y que resultó ser un exhibicionista picarón y descarado, que tostó mi piel y la de mis niños de muy mala manera. Un fin de semana de descaso en familia, sin horarios ni prisas. Un fin de semana de cortos recorridos: de la habitación al bufet del desayuno, de vuelta a la habitación, después a la piscina, de la piscina a la hamaca, de la hamaca de vuelta a la piscina, un paso por el bar, una cervecita a la que rendir tributo adecuado y de vuelta a la hamaca, algún libro, la prensa deportiva, los auriculares con música sabrosa, pero sobre todo, si de algo he abusado durante el fin de semana ha sido de las comilonas. Podría escribir tres post completos con todo lo que he comido, pero basta decir que he comido siempre bastante más de lo recomendado y muchísimo más de lo suficiente. ¿Qué le vamos a hacer? El autocontrol no fue nunca una de mis virtudes.

Hay costumbres que a fuerza de repetirlas se convierten en imprescindibles e irreemplazables y chiclanear se ha erigido como una de las más gustosas costumbres que hemos conseguido implantar en nuestro habitual inicio del verano, y que sea por muchos años.

jueves, 26 de mayo de 2011

La hazaña

Terminó la liga y se la llevó el Barça de Guardiola, ¿o debería escribir de Messi?. El Real Moudrid quedó segundo, el Valencia y el Villarreal los acompañarán a la Champions, si este último pasa la ronda previa, y el Almería, Hércules y Deportivo bajan desganadamente a segunda división. Pero lo que verdaderamente interesa en este blog es que el Málaga CF se ha salvado y que mantendrá la categoría al menos una temporada más, aunque según las expectativas que se están creando en cuanto al proyecto de futuro, todo hace indicar que serán más de una y de dos.

Y es que el final de temporada del Málaga ha sido totalmente inesperado y sorprendente, porque nadie, en la jornada 27, cuando ocupábamos el último puesto de la clasificación, siendo el equipo más goleado con 59 goles, catorce más que el anterior más goleado, el Almería, distanciado a 4 puntos de la salvación, siendo el peor equipo en casa de toda la liga, con 11 tristes puntos en 13 partidos, 8 jornadas consecutivas en puestos de descenso, y con una sola victoria en las 10 jornadas anteriores, nadie, repito, podía imaginar, ni por asomo, que a partir de ese momento comenzaría la remontada, la gran remontada y que conseguiríamos regatear nuestro oscuro destino con la salvación.

Ganamos los dos siguientes partidos. Primero en San Sebastián (0-2) y seguidamente en casa contra el Espanyol (2-0), pero a pesar de los seis puntos, continuábamos desesperanzadamente en puestos de descenso (18º). Visitábamos al Levante con la mayor de las ilusiones, pero tanto el juego durante el partido como consecuentemente el resultado fueron un jarro de agua fría (3-1) y una semana después, contra el Deportivo en casa empatamos a nada (0-0). Practicando un juego soso, aburrido, sin profundidad ni criterio y jugando toda la segunda parte contra diez.

Aquel día salimos del campo con el ánimo por los suelos, la cabeza gacha y asumiendo tristemente que si no fuimos capaces de ganar un partido contra diez durante toda la segunda parte, y en casa, con el público volcado, el objetivo de la salvación estaba muy pero que muy complicado. Casi imposible. Éramos penúltimos, a tres puntos de la salvación, con 30 puntos, quedando 7 partidos, habría que ganar al menos 4 partidos para alcanzar los ansiados 42 puntos con los que se suponía que se aseguraba la salvación, aunque todos sospechábamos, como así ha sido finalmente, que no serían suficientes.

Pero ya dije que este equipo, este club, en las situaciones más adversas es cuando mejor responde. Y así fue: ganamos los 5, sí 5 siguientes partidos, además con muy buen fútbol. Ver para creer. La racha comenzó con un contundente 3-0 en casa ante el Mallorca, 1-2 en Santander, 3-1 al Hércules, 0-3 en el Calderón y 2-0 al Sporting. Trece goles a favor y tan solamente 2 en contra. 15 puntos, 45 en total. Salvados casi matemáticamente dos jornadas antes de acabar la temporada. Con el empate en Bilbao la semana siguiente la permanencia ya fue oficial. Objetivo cumplido. A resoplar por fin.

Ahora, ya ven, aquí estoy, todavía con cara de sorpresa, intentando disfrutar del ilusionante proyecto de la próxima temporada, en el que según parece vamos a pasar de ser un equipo vendedor a ser comprador. Por lo menos parece que no vamos a malvender lo que tenemos, ni vamos a tener que acudir al mercado de verano con cara de pena y fichando a coste cero. Un proyecto que promete ser grande, con vistas a repetir hazañas aunque espero que con otros objetivos...

Pd: Ya estoy preparando los cuartos para el carnet de la siguiente temporada, y van 12.

martes, 24 de mayo de 2011

¿Qué aría...aaarhhhh!!!!

Imagino que para ser capaz de llevar puesta esta camiseta deben unirse dos premisas. Primero uno ha de ser lindo, o en este caso linda, y segundo, y más importante, hay que ser un analfabeto con todas las letras, aunque quizás todo se pueda sustituir por no tener ningún miedo al ridículo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Allen en París

El sábado pasado, como cada año, volví a una sala de cine para ver una película de Woody Allen, Medianoche en París. Ya llevaba tiempo deseando que llegase la fecha del calendario. El maestro Allen es mundialmente reconocido por rodar la mayoría de sus películas en su ciudad, Nueva York, aunque últimamente le ha dado por pasear su talento por la vieja Europa. ¡Suerte que tenemos! Y he de decir que los primeros dos minutos de la película, en los que solamente salen imágenes de París es una verdadera obra de arte. Con todas las letras. Y es que Woody Allen, en mi opinión, es, sobretodo, un gran director de ciudades.

Es una película que reúne los grandes temas clásicos del cine de Woody Allen: el amor no correspondido, los celos, la pasión, el amor al arte, a los libros, a la literatura, al jazz, las preocupaciones por el futuro, las preguntas esenciales de la vida, y todo envuelto por el bohemio espíritu parisino de los años 20 o la belle époque.

La película me gustó mucho. Es algo más "intelectual" o quizás sería más apropiado decir "literaria" que sus últimas producciones, esa algo más surrealista y quizás un poco menos cómica, pero una gran película, que al fin y al cabo es lo que importa. No se la pierdan.

lunes, 16 de mayo de 2011

Tan dao vien

Comienzo a escribir este post con una terrible disyuntiva en mi cabeza. Por un lado tenía pensado rajar sobre los ya famosísimos errores de Alejandro Sanz en su Tweeter. Y es que la gente comienza a estar más que harta y hastiada de ver tantísimas faltas de ortografía en cualquier sitio hacia el que dirige la mirada.

Estamos rodeados de analfabetos que se sienten protegidos y bien camuflados por los extendidos incorrectos usos de los modernos medios de comunicación, por eso, en principio me pareció bien, o al menos lógica, la agresividad con la que algunos de sus "seguidores" atacaron el lamentable error del hombre del corazón "partío".

Pero por otro lado llego a comprender que un error de escritura lo puede cometer cualquiera, teniendo en cuenta que todos, sin excepción, nos equivocamos, y más incluso si estos mensajes están redactados, como suele ser habitual, desde un móvil de teclas diminutas, con los regordetes pulgares mientras se pasea de vuelta a casa, después de una larga noche y quién sabe si con alguna que otra cervezas de más.

Lo que ha quedado claro es que, como él mismo cantaba, no es lo mismo arte que hartar.

sábado, 14 de mayo de 2011

Bomba Estéreo - Fuego

De vez en cuando sale al mercado una de esas canciones que, en principio, no tiene nada que ver con mis gustos musicales usuales. Una canción repetitiva, que no contiene ningún ingrediente común a mis gustos, pero que, de alguna manera, con un ritmo peleón, una letra pegadiza y una voz descarada y sensual, consiguen tenerme cantándola una y otra vez. ¡Me gusta! Juzguen ustedes.

Y grita fuego, mantenlo prendido, fuego, no lo dejes apagar...


miércoles, 11 de mayo de 2011

Orgullo e ilusión

Tenía pensado esperar para escribir este post a que estuviera resuelta matemáticamente la salvación de mi equipo, el Málaga CF, y así poder afirmar rigurosamente, con hechos, todo lo que pienso. Pero no voy a esperar, por una vez no voy a ser tan cabal ni precavido y voy a arriesgar, aunque no mucho, porque si bien no está cerrada la permanencia, yo, y por lo visto ayer en La Rosaleda, todo el malaguismo, lo siente de esta manera. Y es que tendría que ocurrir una hecatombe para que sucediese otra cosa que no fuese la salvación del Málaga CF, la cual podría incluso producirse hoy, ya que existen dos oportunidades para que la salvación quede cerrada. Si la Real Sociedad o Osasuna pierden, en cualquiera de los casos, ya sería oficial la permanencia.

Pero lo que me trae hoy aquí no es la salvación, con remontada histórica final (cinco victorias consecutivas), ni el último buen partido del equipo (victoria 2-0 ante el Sporting de Gijón), ni el gran ambiente en el estadio (lleno absoluto), ni los abrazos con los compañeros de grada en cada gol, ni la alegría final al cantar el himno una vez que el partido había terminado, o la emocionante despedida de los jugadores desde el círculo central del terreno de juego saludando a la afición. Lo que me hace escribir hoy en este blog es un precioso sentimiento interior que se llama orgullo. Es la sensación de satisfacción del trabajo llevado a buen fin tras mucho, muchísimo sufrimiento. Y si bien todavía no es oficial, así me sentía yo ayer a las once y media de la noche, volviendo en coche desde el estadio a casa. Conduciendo solo. Con la radio a todo gas. Escuchando emocionado a los comentaristas deportivos elogiar el buen trabajo del Málaga CF, y hacer especial hincapié, una y otra vez, del prometedor futuro que le esperaba a este equipo.

Y es que para un aficionado harto de sufrir, desesperado de ver como año tras año nuestros mejores jugadores hacían las maletas hacia distintos equipos, casando de ver como recomponíamos la plantilla en el último minuto, sin un duro, observando como nos arrebataban de las manos a los jugadores que deseábamos por cuatro pesetas, temporada tras temporada, ahora, al escuchar las alabanzas y los supuestos proyectos cargados de ilusión, no puede uno sino sonreír y disfrutar del momento que está viviendo. Porque el fútbol, como la vida, va por rachas, lo que ocurre es que para los malaguistas la racha mala tocaba muy a menudo. Así que con la sola sospecha de que este verano la cosa va a ser diferente, y de que podemos pasar de ser un equipo vendedor a uno comprador, con ese poquito de ilusión a la hora de encarar el mercadeo estival, nuestros sentimientos andan alocados y solo podemos sentir orgullo por el presente e ilusión por el futuro.

¡¡Arriba el Málaga CF!!

domingo, 8 de mayo de 2011

Hillary Clinton cervecera

La cerveza es una bebida relacionada históricamente con la celebración, con el buen rollito, con el descanso, aunque también se utiliza para unir propósitos, o como colofón al buen fin de un trabajo o simplemente por el placer de saborear una buena bebida bien fresca.

Aquí hemos pillado a Hillary Clinton haciendo campaña de la mejor manera, una vez repuesta de su malos tragos matrimoniales. Parece que no le afectaron mucho... ¿sera una más de las provechosas propiedades de la cerveza?


miércoles, 4 de mayo de 2011

El fin (no) justifica los medios

Ayer concluyó la eliminatoria de semifinales de Champions entre el Real Madrid y el Barcelona. El resultado todo el mundo lo conoce: eliminación del Real Madrid y el pase del Barça a la final.

Los partidos los anunciaron por activa y por pasiva como el acontecimiento futbolístico del año o del siglo. Pero a mí, en general, me dejaron un sabor amargo. Por un lado y dejando aparte el arbitraje -lo que una vez vistos los partidos es mucho dejar aparte-, no me gustó el planteamiento del Real Madrid, quiero decir el fútbol que ofreció. Un fútbol rácano, tacaño y ramplón, demasiado directo y claramente al patadón, demasiado agresivo y dejando toda la posesión para el Barcelona. Pero por otro lado tampoco me gustó el fútbol del Barça, que me decepcionó mucho al ver a los jugadores del Barcelona intentando durante todo el partido exagerar cualquier falta cometida sobre ellos, así como en cada pequeño empujón sufrido fingir un dolor máximo para intentar condicionar al árbitro y además alargar la consecuente pérdida de tiempo, como también me dio la impresión de tener totalmente premeditadas las protestas generales de los jugadores al árbitro. En definitiva no me gustó ninguno de los dos.

La diferencia es clara. Al Real Madrid, debido a su juego brusco y al límite, el árbitro puede poner cota e intentar detener ese tipo de juego sancionando una entrada con amarilla, pero, sin embargo, ese ruin fingimiento, esa exageración premeditada, esa pérdida de tiempo disimulada que claramente practicó el Barça tiene difícil solución a través de los árbitros.

Me da la sensación de que esta última actitud -la adoptada concienzudamente y premeditadamente por el Barcelona-, que parecía más una escenificación o una actuación digna del más oscarizado drama de Hollywood, es una manera más deshonrosa y vergonzosa de interpretar el fútbol, además de estar lejos de poder ser considerado como juego limpio.

Es cierto que el Barça (es posible que en esta ocasión sea más apropiado denominarlo Farça FC) tiene un trato más dulce del balón, y que el sentido de su juego es más atractivo para el espectáculo, pero las sucias maneras de intentar condicionar al árbitro es lo que ha ensombrecido completamente su juego y ha buscado descaradamente un perseguido fin mediante unos tristes medios. Justamente lo que tanto ha criticado del rival y de lo que más orgullosos decían sentirse. Y es que, amigos, el fin justifica los medios.

lunes, 2 de mayo de 2011

Una Judas

Todavía recuerdo con bastante nitidez la primera vez que probé una cerveza Judas. Fue hace bastante tiempo, en un tórrido verano de mi juventud. Rondaría entonces yo los 18 años.

Íbamos cuatro o cinco amigos en tres o cuatro motos paseando a lo largo del paseo marítimo de Fuengirola, no recuerdo bien de donde veníamos, aunque puedo imaginarlo fácilmente, pues nuestra única ocupación en aquellos soleados días era quemar las horas tirados en la arena de la playa sobre una toalla. Eran días de gafas de sol, rumor de olas, chanclas gastadas y cigarrillos a los que había que retirarle la arena antes de encenderlos perezosamente entre los labios. Vagabundeábamos de terraza en terraza y de orilla en orilla. Completa y profusamente ociosos.

Recuerdo que aquella tarde sufríamos un calor incendiario y que paseábamos en moto, con el torso desnudo, por el simple placer de aliviarnos con el frescor marítimo, con la toalla sobre el asiento, respirando ese intenso olor a mar, riéndonos y dejándonos llevar. Sintiéndonos libres, alocadamente libres.

El que iba más adelantado en la moto paró junto a la terraza de un bar. Todos los demás le imitamos aparcando junto a su moto. Era uno de esos bares en los que los británicos habían clavado su bandera y conquistado el territorio. La terraza estaba repleta de jóvenes rubias de ojos azules y de piel demasiado rojiza, achicharradas por el sol. Nos sentamos en la mesa que había frente a un grupo de cuatro o cinco de ellas, que estaban sentadas, bajo una sombrilla, mirando hacia el mar y nosotros nos sentamos entre ellas y el idílico paisaje, tapándoles la vista, sentados de espalda al mar, mirándolas descarada y provocativamente.

La camarera nos preguntó qué tomábamos, y como ninguno de mis amigos sabía prácticamente nada de inglés, todos me pedían a mí que yo les pidiera lo que les apetecía, sugiriendo tonterías como dos tercios del vaso con hielo picado, o en vaso helado, o con una sombrillita, o con dos rodajas de limón, una de naranja y cosas así, simplemente para reírse a mi costa sólo imaginando mi aprieto cuando tratara de explicarle a la camarera, en mi rústico y pobre inglés, todas sus extravagantes exigencias. Por supuesto que no les hacía caso y sólo solía atender aquellas que consideraba verdaderamente deseadas. Mientras escuchaba con desinterés sus exageradas peticiones observé que las despellejadas guiris color de gamba estaban tomando cerveza, todas la misma cerveza, y como una cerveza era lo que me apetecía a mí en ese momento, decidí, por motu propio, desoyendo sus peticiones, y para reírme yo en lugar de ellos, pedir las mismas cervezas que ellas estaban bebiendo para todos nosotros. Aún puedo disfrutar aquella vengativa y traidora sonrisa en mis labios mientras esperaba que la camarera trajese las cervezas para todos. Aquella fue la primera vez que probé una cerveza Judas.

Judas es una cerveza belga, de color oro, espuma muy blanca, con un alto porcentaje de alcohol (8,5%), muy potente, para tomar con tranquilidad, casi como si fuese una copa, con un diseño muy atractivo y llamativo de fondo negro y grandes letras rojas. Una cerveza traicionera como su bíblico nombre indica, pero que a mí me recuerda agradablemente a veranos dorados de asilvestrada libertad, risas contagiosas, arena en los pies, salitre entre los dedos y paseos en moto.



domingo, 1 de mayo de 2011

Mis madres

Hoy es el día de la madre y aunque suele decirse que madre no hay más que una, en mi vida esta frase tan manoseada y repetida no termina de ser completamente cierta, porque por un lado está mi madre, que me cuidó y que me llevó de la mano al colegio, que me untaba Vicks VapoRub cuando estaba en cama, la que le sacaba punta a mis lápices y a la que le debo gran parte de lo que soy, por poco que sea.

Por otro lado está mi señora, madre de mis hijos, que con su admirable dedicación, su intenso e interminable quehacer diario y su entregada devoción me ha enseñado a darle mayor valor al sentido de la palabra madre, y ha conseguido que sienta verdadera envidia por el inigualable vínculo de una madre y un hijo, algo casi sobrenatural, a pesar de ser lo más natural del mundo.

Así que este post va dedicado a mis madres, que, como he escrito antes, son más de una, y que son los verdaderos motores de estas familias. Un beso a las dos.