Tenía este libro de Sebald aburrido por las estanterías de casa. Hace ya unos cuantos años, cuando leí Los anillos de Saturno sabía que tendría que leer más de este inusual autor, de manera que en alguna de mis visitas por las librerías, me traje para casa Campo Santo. Lo soltaría seguramente junto a Los anillos de Saturno, esperando que en cualquier momento le llegara su hora como finalmente así ha sido.
Campo Santo es un libro póstumo, en el que se puede apreciar la inconfundible voz del autor alemán, pero también la dispersión de un libro que no deja de ser un compendio de escritor por el autor. De entre los textos que incluye mi favorito ha sido Pequeña excursión a Ajaccio, que es algo así como un ligero y caluroso pasear por Córcega, aunque también disfruté su texto sobre la desidia municipal en un cementerio alemán.
Es un libro algo pesimista, o para ser exactos, el conjunto de los textos que reúne el libro ofrecen una mirada pesimista del mundo, pero en su mirada, en el fondo del paisaje de su mirada, hay una tenue luz que parece estar deseando brillar. ¿Lo logrará? Tendrán que juzgarlo por ustedes mismos.
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