Los anuncios de coches no suelen estar entre mis favoritos, pero éste especialmente es una auténtica maravilla.
La música in crescendo del anuncio, la atractiva fotografía industrial, la fuerza particularmente sobria de la imagen, las orgullosas palabras a una ciudad, a un producto, consiguen que se sienta el resultado -en este caso un coche- como una elaboración realizada con esfuerzo y dedicación, no como una simple mercancía de venta. Chapó al publicista de Chrysler.
Es importante subir el volumen.
La música in crescendo del anuncio, la atractiva fotografía industrial, la fuerza particularmente sobria de la imagen, las orgullosas palabras a una ciudad, a un producto, consiguen que se sienta el resultado -en este caso un coche- como una elaboración realizada con esfuerzo y dedicación, no como una simple mercancía de venta. Chapó al publicista de Chrysler.
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