martes, 1 de mayo de 2012

El coche

Hace mucho que comprendí que este mundo está lleno de gente con muy poco gusto, carente del más mínimo sentido del ridículo, sin distinción alguna de etnia, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole. Y les aseguro que estoy cargado de razones para creer en ello. He aquí un ejemplo.

¡Vaya tela!

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