A los diez años empecé a estudiar solfeo, a los catorce sabía lo suficiente como para agarrar una guitarra, que era el instrumento que siempre quise tocar. Pero por mi dejadez, por la falta de empuje, por las mil y una excusas inventadas por mí abandoné la guitarra en la esquina de mi habitación. Hoy, después de tantos años, todavía me arrepiento y me doy cuenta que me equivoqué. Otra vez más.
Siempre quise aprender a tocar la guitarra, aunque sólo fuese para soñar que alguna vez pudiese conseguir lo que este chico ha conseguido. No sé si me entienden. ¿Han visto las caras de los niños?
Me pregunto si aún estaré a tiempo.
2 comentarios:
Estoy por completo de acuedo contigo. A mí me pasó igual, aunque me equivoqué de instrumento musical. Aprendí solfeo y me lancé a por el teclado electrónico... pero siempre me quedaré con la espinita de no haberme decantado por la guitarra. Siempre envidio a esos grupos de chavales que se van de excursión, de marcha o de reuniones de amigos y sacan la guitarra, y cantan, y disfrutan. La música para mí (al igual que para tí, lo sé) es algo más que música, es vida y sentimiento.
Qué gran video has subido, me ha encantado. ¿Has visto algunos niños llevándose la mano al corazón? Brutal!!! Música!!!
Gracias por este pedacito de video que me ha emocionado... hasta he aplaudido al final!!!!
Definitivamente es que la música nos une, sobre todo con una canción tan maravillosa en la voz de unos niños y con música de guitarra
Publicar un comentario