sábado, 27 de junio de 2009

El cinturón

Pasó mi cumpleaños y, bueno, en fin, que todo fue bastante bien. Muy bien, de verdad. Pero es cierto, sin embargo, que en el camino de vuelta a casa no me sentía del todo contento, algo me daba vuelta en la cabeza, ya que, en realidad, nadie había dado en el clavo y nadie me había regalado el verdadero regalo que yo esperaba y deseaba, lo que en el centro de mi corazón ansiaba con más fervor.

¡El regalo definitivo! ¡El inigualable! ¡El que siempre me acompañaría!

¡¡¡El cinturón porta cervezas!!!



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