Norah Jones se dio a conocer para el gran público en 2002, su disco Come away with me reventó el mercado discográfico. Una joven de Manhattan de apenas 22 años tocaba el piano mientras con una sensualidad desbordante cantaba letras de evocación amorosa. Todo encajó de tal manera que no había emisora de radio en ninguna esquina del planeta en el que no se escuchara su canción debut, Don´t know why. Pasó de la noche a la mañana de no ser nadie a ser reconocida allá donde estuviera, y fue tal el éxito que pasó a ocupar las portadas de todas las revistas musicales. Lo tenía todo. Un voz dulce y personal, componía su propia música, tocaba el piano, el saxo o la guitarra y además de una juventud arrolladora parecía ser muy madura. Por si fuese poco, además, poseía el extravagante apellido del famoso sitarista indio Ravi Shankar, que es su padre biológico.
De repente todos andábamos enamorados de la joven que cantaba susurrándote al oído temas de amor. Así ha ido enlazando éxito tras éxito a lo largo de estos años, mientras yo he ido siguiendo con atención cada uno de sus discos. Cuando vi la noticia de que Norah Jones venía a Marbella a tocar en el Starlite de Marbella supe inmediatamente que tenía que rascarme el bolsillo. Así lo hice.
Norah Jones apareció sobre el escenario con un elegante vestido floral de tonos verdosos y amarillos, con un cinturón negro ancho, una corta melena castaña que le caía sobre los hombros y unos zapatos dorados de generoso tacón. Pasó por delante del escenario para saludar con la mano y se colocó al piano. Comenzó con su tema Just a little bit, cantando los primeras estrofas con Oh, no, I'm not the one, oh you can ignore,... pero el público ya estaba atrapado. Es posible que comenzara con esa canción porque hacía una noche calurosa, y en esa canción, en la parte final, ella canta I'm on fire, just a little bit,... para justo después cantar I'm alive, a la que le siguió la preciosa What am I to you? Dio las gracias en castellano y en inglés, y comentó que aquí nos gustaba estar de fiesta tarde como con gesto picarón. Supongo que porque el concierto empezaba a las 22:00 y le parecería tarde.
Continuó al piano tocando Sunrise -uno de sus éxitos más notables- y pasó a Say no more, uno de los temas incluidos en su último disco. Tras los aplausos presentó al terceto que la acompañaba esa noche en el escenario. A la guitarra Dan Iead, Brian Blade a la batería y Chris Morrissey al bajo. Un gran aplauso.
After the fall es una de mis canciones favoritas de Norah. La estaba esperando con los dedos cruzados. Creo que hay que tener un poso en la vida para componer algo así. No es sólo la letra y la música, es cómo la interpreta. La pausa, las formas. Fue ella al piano, con su aterciopelada voz y poco a poco fueron entrando los instrumentos. Me sobrecogió. ¡Qué sensación cuando se te eriza la piel del cuerpo!
Regresó a su último disco, Pick me up off the floor, con This life y al acabarla se levantó del piano para tocar a la guitarra una versión más animada de un tema country de Puss N Boots, D'ont know what it means. Siguió a la guitarra para tocar Waiting y continuar con una interpretación desnudada de Little broken hearts. Uno de los momentos del concierto. Comenzó con una introducción oscura, con notas aquí y allí, la batería hacía efectos, el bajo rellenaba, y el guitarra hacía efectos de sonido, ella simplemente iba introduciendo la canción, poco a poco. Norah estaba cantando, pero yo la escuchaba recitar poesía. Esta canción lo tiene todo. Me llevaré esta versión por siempre.
Beautiful soldiers in their beds
making love inside their heads
with no chance to defend
tonight could be their end.
...
When the beautiful awake
see the sadness in their eyes
will they ever find a way
to sleep side by side.
Cambió a un órgano de pie que tenía al otro extremo del escenario y continuó con dos canciones como son Thinking about you y Chasing Pirates, que las tocó casi calcadas de sus discos. Seguidamente llegó uno de los momentos más esperados de la noche. Se sentó en su piano de cola y comenzó a tocar una melodía desconocida, pero era uno de sus temas más reconocibles, Come away with me. Lo había disfrazado, adornado ¿estará cansada de tocarla siempre igual y por eso la cambia? ¿para divertirse, para no aburrirse? Me gusta la versión más serena del disco, pero daba igual a esa altura del concierto Norah podía permitirse jugar con el público. Continuó con Nightingale, pero en lugar de acompañarla con guitarra acústica la acompañó de piano. Al acabar volvió a dar los nombres de sus músicos y a pedir un aplauso para sus músicos.
De vuelta a su último álbum para interpretar Flame Twin y tras acabar la canción y sin pausar un segundo vagabundeó por las teclas de su piano Yamaha, y susurró al viento su estribillo más reconocible My heart is drenched in wine, but you'll be on my mind forever, para comenzar Don't know why desde el inicio. El concierto estaba llegando a su fin. Se despidió dando las gracias, pero todos seguimos aplaudiendo esperando que regresara, y que hiciera un par de bises. No se hizo de rogar demasiado.
Esta vez regresó al escenario para colocarse la guitarra eléctrica y comenzar con el primer acorde de All a dream, de su magnífico disco Little Broken Hearts, posiblemente mi disco favorito. La interpretación fue maravillosa, el final de la canción con un falsete en su última palabra ('Cause God knows I'm sorry), fue un regalo. Luego acabó la canción tarareando la melodía, como despidiéndose sutil y sedosamente, como un ladrón abandona la escena del crimen, así se fue, robándonos el corazón. Nos quedamos con ganas de una más, pero ya lo dijo ella antes, era tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario