El Teatro Cervantes de Málaga presentó a finales de abril un cartel jazzístico de primerísima fila. Tras repasarlo concienzudamente varias veces me decanté por acudir a la cita de Brad Mehldau Trio, que fue un miércoles, y la semana siguiente, un martes, Dianne Reeves.
La cantante de Detroit, ganadora de hasta cinco premios Grammy, se presentó acompañada de su banda habitual: a la guitarra Romero Lubambo, a la batería Terreon Gully, al contrabajo Reuben Rogers y a los teclados John Beasley, que comenzaron con una larga introducción instrumental. El inicio fue algo más que prometedor. La cantante de Detroit inició su actuación con una estupenda versión de la maravillosa canción de Fleetwood Mac, Dreams, y al acabarla, mientras tarareaba al final de la canción, se presentó pero cantando. "Good evening ladies and gentlemen, I'm so happy to be with you tonight,..." Me encantó. Qué control de lo que uno hace, qué manera de saludar sin dejar de cantar.
Continuó con Someone to watch over me, ya se había descalzado, y ya se había ganado a todo el público. Su energía, su naturalidad, su bien hacer, todo. A esta altura de concierto presentó a la cantante surcoreana Song Yi Jeon, de la que, explicó, es mentora a través de un proyecto de la marca Rolex durante dos años.
Cantaron mano a mano varios temas, a veces una arriba y la otra abajo, a veces como contrapunto, o al unísono. Una exhibición de compenetración oral. Un lujo.
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